Condenan en Nueva York hombre vendió más de 200 armas de fuego ilegalmente

Por Ramón Mercedes.-

Nueva York.- El afroamericano Earl Campbell, de 25 años, y quien vendiera a decenas de policías encubiertos en esta ciudad más de 200 armas de fuego ilegalmente por un valor superior a los 157 mil dólares, fue condenado el pasado fin de semana a 16 años de cárcel por un juez de la Suprema Corte de Manhattan.

A Campbell, procedente de Carolina del Norte, se le considera cabecilla de una banda vendedora de armas de fuego traídas desde ese estado a esta urbe. Junto a él, otras 19 personas fueron condenadas, a quienes el juez les distribuyó 100 años de cárcel.

En los últimos meses las muertes y heridas a personas con armas de fuego ha aumentado drásticamente en la Metrópoli, calculándose hasta el pasado fin de semana en más de 120 víctimas y 450 heridas. Varios dominicanos han caído acribillados en esta urbe y más de una docena han sido heridos a tiros.

Los principales estados desde donde proviene el mayor porcentaje de armas de fuego ilegales a Nueva York son Georgia, Carolina del Norte y Sur, Virginia, Indiana y Mississippi, siendo Georgia el mayor de todos por la flexibilidad en sus leyes para adquirir cualquier tipo y calibre (revolver, pistola, escopeta, fusiles, y ametralladora), al no requerir verificación de antecedentes a los compradores.

Los partidarios de las leyes de armas en ese estado dicen que ayudan a proteger el derecho constitucional de los estadounidenses a portar armas. Cuando en abril de 2014 se firmó el Acta de Protección de Porte Seguro, una ley que permite a los propietarios de armas de fuego con licencia llevarla a barras, así como algunas instalaciones gubernamentales, escuelas y lugares de culto, el gobernador Nathan Deal proclamó «Nuestro estado tiene una de las mejores protecciones para los propietarios de armas en los Estados Unidos».

Para comprar un arma de fuego en Georgia, solo se necesita una identificación estatal y pasar una verificación con preguntas de antecedentes, pero sin verificar sus antecedentes penales. Los georgianos también sufren como resultado de sus leyes, al tener la tasa de asesinatos con armas en 27% más alto que el promedio nacional.