PRSC está obligado aplicar sanciones a dirigentes cometieron “faltas graves”

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) al parecer está obligado a iniciar un proceso de sanción contra altos dirigentes de esa organización que en los últimos días han cometido “faltas graves” en perjuicio del candidato presidencial, Quique Antún, y de la propia entidad política, que tomó la decisión de presentar candidatos propios para las elecciones de 2016.

Se trata de un reclamo prácticamente generalizado de los integrantes de los diferentes órganos de dirección del PRSC, como el Directorio Presidencial (DP), Comisión Política Nacional (CPN) y de la Comisión Ejecutiva (CE), pero sobre todo de los jóvenes que han expresado indignación por las actitudes de indisciplina y deslealtd de algunos dirigentes.

Citan los casos de Rafaela Alburquerque (Lila), Alexandra Izquierdo y Modesto Guzmán, quienes son miembros del DP, máximo órgano de dirección del partido colorao, por lo que se entiende que sus integrantes deben ser un referente de disciplina, respeto y lealtad.

Sin embargo, Lila Alburquerque y Alexandra Izquierdo dijeron públicamente, por suparado, que apoyaban a otro partido con miras a la consulta electoral que se avecina, sin importar el trabajo y el sacrificio que viene haciendo el candidato presidencial de su organización, y de otros dirigentes que aspiran a senadores, diputados y alcaldes en las diferentes provincias y municipios del país.

Incluso, Modesto Guzmán pidió, también de manera pública, que el PRSC haga una alianza electoral con otra fuerza política, con lo que deja de lado o ignora la candidatura presidencial de su partido.

De esa propuesta de Guzmán, sin haber sido discutida en ningún órgano del PRSC, solo se puede obtener una lectura simple: que no cree en su propio partido.

Los tres dirigentes, por separado, han asumido una actitud en la que buscan tirar por la borda el esfuerzo, sacrificio y dedicación de la inmensa mayoría de los reformistas comprometidos con su partido, comenzando por el candidato presidencial, Quique Antún, que a decir verdad se ha entregado en cuerpo y alma a levantar la organización con el apoyo incondicional del segmento de los jóvenes y las mujeres jóvenes, quienes han respondido al llamado que éste le hiciera de empoderarse del nuevo reformismo.

El estatuto del Partido Reformista Social Cristiano es lo suficientemente claro cuando establece en el artículo 48 sobre las faltas o infracciones que comprometen la responsabilidad disciplinaria de los miembros del partido y una de ella es “actuar en contra de los intereses políticos del partido y de sus candidaturas”.

Otra falta cometida por estos dirigentes establecida en el estatuto es sostener y propagar principios contrarios al partido, “o actuar, o pronunciarse, públicamente, en contra de los lineamientos políticos dictados por los órganos y organismos competentes”.

La inmensa mayoría de los miembros del máximo órgano de dirección del PRSC entienden que el nuevo reformismo no debe tolerar indisciplina de ninguno de sus miembros, porque sería incentivar el caos y el desorden en un partido que en la presidencia de Quique Antún se ha convertido en un referente de disciplina, orden y respeto.

La idea de iniciar un proceso de sanción contra los indisciplinados es mandar un mensaje claro de que el nuevo reformismo es una fuerza política diferente, donde las decisiones del partido se toman colectivas y no personales.

Y esas decisiones que emanan de los órganos de dirección deben respetarse “a pie juntillas”.

Y lo lógico es que quien no pueda respetarlas, lo mejor que puede hacer por el bien del es retirarse para que otros puedan seguir trabajando y poder preservar este gran legado de Joaquín Balaguer.