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Chispas!

¿SERA POR NUESTRO ESCUDO?

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en

salazar

POR HUMBERTO SALAZAR.-

Lo cierto es, que a pesar de las copiosas lluvias recibidas ayer en el territorio nacional, nos libramos de lo peor de Chantal.

Todos los pronósticos y proyecciones de los analistas del clima, en los medios de comunicación especializados, el martes en la noche, ubicaban a Chantal con un impacto directo sobre la isla.

Cuando nos despertamos el miércoles la tormenta tropical había cambiado su rumbo, de oeste-noroeste a oeste franco, lo que la ponía paralela a nuestro país sin impacto directo que fue lo que ocurrió, e impidió el peor de los escenarios.

Esta tormenta es otra de las que evade nuestro territorio, es mas, desde 1998 no hemos sido afectados por los múltiples y fuertes huracanes que se han formado en nuestra región, pareciera que estamos protegidos por Dios.

El mismo martes, el Presidente de la República, Danilo Medina, invocaba a Dios para que cuidara al pueblo dominicano.

Nuestro país es uno de dos en el mundo que tiene en su escudo un símbolo bíblico; Israel que tiene en el centro de su bandera el escudo de David y República Dominicana con la Biblia abierta en el libro de Juan 8:36 y las palabras de Jesús: ¨ Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres¨.

¿Será ese el secreto de la protección de grandes huracanes y grandes terremotos?

UNIFORME ANTICICLON

Los huracanes son parte de nuestra vida cotidiana por el lugar geográfico en que estamos ubicados.

Estas perturbaciones atmosféricas se producen sólo en los climas tropicales fruto del calentamiento de los océanos en el verano y de un mecanismo de control climático que empuja el calor hacia los países que se encuentran en lugares templados.

Por esto, es curioso como hemos desarrollado indumentarias que sólo aparecen en forma masiva cuando se anuncia que se acerca uno de estos fenómenos.

Ayer vimos en las calles, muchas botas plásticas, gorras de todo tipo, a los funcionarios que estamos acostumbrados a ver en saco y corbata, en traje de faena, paraguas multicolores, capas de agua, etc.

Ahora, la prenda de vestir anticiclón por excelencia, son los jackets o chamarras.

Desde que se anuncia un ciclón usted ve a los comentaristas de televisión, funcionarios de gobierno, ejecutivos de empresas privadas y la mayoría de los hombres en las calles, con sus desempolvados jackets, negros o coloreados, deportivos o de cuero.

Si nos remontamos a la persona que inventó la indumentaria anticiclón en el país, tenemos que recordar a Eugenio Cabral, director de la Defensa Civil por muchos años, y quien se aparecía en los medios de comunicación con su jacket color naranja, sus botas hasta la rodilla, un foco colgado en la cintura y su gorra mamey, para dar las advertencias sobre los peligros que representaban los huracanes que se nos acercaban.

Eugenio Cabral, en esa época donde no existía la internet, ipads, iphone, ni medios de llegar en forma directa a la oficina del clima en Miami; era quien hacia el solo, el papel del COE actual.

Es curioso como los pueblos adaptan modas a partir de acontecimientos específicos que los afectan y como una persona puede determinar costumbres que permanecen en el tiempo.

Aquí los jackets sólo aparecen cuando se anuncia un ciclón, sino, se quedan guardados en el fondo de los armarios de los dominicanos.

LAS RUEDAS DE PRENSA PRESIDENCIALES

Hace ya muchos años, el Dr. Joaquín Balaguer, Presidente de la República en ese entonces, acostumbró a los periodistas a realizar una rueda de prensa semanal cuando terminaba la inauguración de alguna obra los días jueves.

Podemos recordar la tarima, que era característica de esas actividades, con los representantes de los medios de prensa a un costado, con sus cámaras y micrófonos, haciendo preguntas por turno a quien ejercía en ese momento la jefatura del estado.

Pero, como casi todo en este país, comenzó la manipulación de las preguntas y hasta el pago para que se le hicieran a Balaguer interesados cuestionamientos contra funcionarios a quienes se quería hacer caer en desgracia.

Por ejemplo, si alguien tenía algún problema o quería hacer quedar mal a un funcionario cualquiera, sólo tenía que contactar a uno de los periodistas que hacia la pregunta de la semana al jefe del estado, pagarle 20 mil pesos, era la suma que se decía costaba, y daba por escrito la acusación contra una persona específica, buscando la respuesta de Balaguer.

Pero, mas sabe el diablo por viejo que por diablo, Balaguer se dió cuenta de la manipulación y un jueves cualquiera dejó a los periodistas con la carabina al hombro,

Sin advertencia previa suspendió esa y todas las ruedas de prensa posteriores.

Durante varios años no contestó una sola pregunta y a quien lo abordaba le decía: ¨ estoy sordo, ciego y mudo¨.

USTEDES LO QUE QUIEREN ES SANGRE

Al Presidente Danilo Medina le quisieron aplicar el mismo método, pero éste no será diablo ni viejo, pero aprendió de los que saben.

Es evidente que está en ejecución un plan para desacreditar por cualquier medio que sea posible al Dr. Marino Vinicio Castillo.

Este plan comenzó con reuniones preparatorias en un restaurant de bohemios y bebedores de la capital, el reparto de dinero para los medios y periodistas participantes y el uso de programas específicos para hacer las denuncias públicas.

Llegaron a la bajeza de usar argumentos personales, nunca usados anteriormente en el arsenal de la jauría mediática que se ha construido en el país en los últimos años, para el chantaje y enriquecimiento, sobre la base de hacer o no reportajes a determinados funcionarios públicos.

Pues, después de haber ablandado a la opinión pública y poner el tema del Dr. Castillo en sus medios, sólo faltaba llegar hasta a la figura presidencial.

Ni cortos ni perezosos, enviaron a varios periodistas a buscar la reacción del Presidente Medina, quien, con mucho gusto accedió a hablar con los periodistas en una visita a una industria en el interior del país.

La pregunta fue directa: opinión del Presidente sobre las acusaciones que se han hecho contra Don Vincho.

Respuesta mas directa todavía de Danilo: “Ah, es ver sangre. La gente lo que quiere es ver sangre, ¿verdad?. Nos vemos”.

Lo mejor de la respuesta fue la sonrisa del presidente, sabichosa, diciéndole sin decírselo a quien le preguntó: “Tu sabes menos que yo”.

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