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POLITICA

MIU rechaza ataques de EEUU contra Siria

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Miguel Mejía, lider del Movimiento Izquierda.El Movimiento Izquierda Unida (MIU) de República Dominicana planteó la necesidad de una solución pacífica al problema en Seria y advirtió que una guerra injustificada como la que pretenden las naciones imperiales con Estados Unidos a la cabeza, sería la “Crónica de un Desastre Anunciado”.

“Estamos a tiempo de frenar la locura imperial”, dijo Miguel Mejía, líder del Movimiento Izquierda Unida, a través de un Despacho de Prensa aprobado por la Comisión Política de su partido.

Consideró que ante las perspectivas de una conflagración destructiva y trágica en Siria, los pueblos y gobiernos del mundo deben movilizarse para frenar las apetencias imperiales de un puñado de naciones, lideradas por Estados Unidos.

A Continuación Texto del Documento Divulgado por el MIU:

SIRIA: CRÓNICA DE UN DESASTRE ANUNCIADO

Derrotadas en Siria las fuerzas terroristas y mercenarias armadas, entrenadas y apoyadas por el nuevo imperio Otan-Usa-Israel, e incumplidos sus objetivos geopolíticos en el terreno, no le ha quedado otra carta que jugar a los agresores que el montaje de una burda maniobra que “justifique” su entrada en escena.

Fueras ya las máscaras, sin intermediarios, los imperialistas se aprestan a asestar un zarpazo directo, que creen definitivo, contra el pueblo y el gobierno sirios. Repitiendo el mismo esquema que antecedió a la bárbara agresión contra Iraq, bajo el mandato de George W. Bush, el presidente Obama maniobra con el Congreso para lograr un consenso que le permita ir a una guerra trágica y arriesgada para todas las partes, sin que se afecte su reputación de hombre de diálogo y razón, ni se empañe su condición, falsa en sí misma, de Premio Nobel de la Paz.

Obama acaba de declarar que está lista la operación militar aérea y naval contra Siria y que no supone el desembarco de fuerzas de infantería, con lo cual pretende tranquilizar a la opinión pública nacional, harta de ver el retorno de jóvenes mutilados y cadáveres, sin que se vislumbre el fin del camino en Afganistán e Irak. Enfáticamente y con toda intención demagógica ha dicho que la operación contra Siria no repetirá los pasos de dichas guerras y que por lo tanto, se puede desatar impunemente. Obviamente, Obama parte del supuesto de que los muertos, mutilados y un país destruido lo pongan los sirios.

En rigor, la jugada geopolítica que tenemos delante, en el colmo descarnado del cinismo, es la de un imperio emergente (Otan-Usa-Israel) que intenta continuar la lucha por el liderazgo y la hegemonía perdidos; por la aplicación de un programa de contrainsurgencia y pacificación globales, dirigido contra pueblos, gobiernos y naciones rebeldes al diktat imperial; por el afianzamiento de Israel en la región del Medio Oriente, en tanto punta de lanza imperial en la región y de control, en fin de rutas estratégicas de comercio y yacimientos de recursos minerales estratégicos, en primer lugar, el petróleo.

El objetivo de la agresión inminente no es sólo Siria, sino Irán, Hezboallah en el Líbano, Rusia y China. Lo comenzado fomentando la subversión y manipulando movimientos populares en la llamada “Primavera Árabe”, que ya naufraga en Egipto, se complementó con la grosera agresión a Libia y la desarticulación de una revolución tercermundista, árabe y africana. En Siria se intentó lo mismo, de todas las maneras posibles, lanzando contra el país hordas de carniceros amateurs, entre ellos tropas de Al Quaida entrenadas por la CIA, como acaba de revelarse, pero fueron derrotadas por el ejército, el pueblo sirio y sus aliados. Ahora, a todas luces, ha llegado el turno a los carniceros profesionales de Otan-Usa-Israel, expertos en pulverizar naciones, destruir infraestructuras e industrias, masacrar civiles y cambiar gobiernos a su antojo.

La burda justificación del uso de armas químicas contra la población civil, por parte del gobierno sirio, recuerda paso a paso, detalle a detalle, propaganda a propaganda y mentira a mentira, la “justificación” del gobierno de George W. Bush para atacar y destruir a Irak. Como se demostró antes y se demostrará en el caso sirio, tales “justificaciones” no pasaron de ser montajes del Pentágono y las agencias de inteligencia occidentales e israelíes.

Los gobiernos de China y Rusia han declarado que no aceptarán medida ni acción alguna contra Siria, que no sea por la vía diplomática. El gobierno iraní ha advertido sobre las consecuencias regionales que tendría cualquier agresión contra Siria, lo mismo que ha proclamado el gobierno sirio.

Ante las perspectivas de una conflagración destructiva y trágica, los pueblos y gobiernos del mundo deben movilizarse para frenar las apetencias imperiales de un puñado de naciones, lideradas por Estados Unidos. Su intervención en la región, como bien sabemos, no ha llevado paz, ni libertad ni democracia a ningún país, sino solo ruinas, muertos, más terrorismo y desesperanza.

Estamos a tiempo de frenar la locura imperial. Ellos mismos, a la larga, lo agradecerán, porque en Siria, quizás, sufran la misma derrota que ya han probado sus mercenarios carniceros.

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