TEN BILLION (DIEZ MIL MILLONES)

POR HUMBERTO SALAZAR.-

La eterna discusión sobre el tema de la migración haitiana, lo que muchos llaman la invasión silenciosa, me ha hecho desempolvar un libro que leí hace unos meses, de Stephen Emmott, un científico inglés, que dirige un grupo de investigación en la Universidad de Cambridge especializado en resolver problemas científicos fundamentales.

Al analizar la situación del planeta en diversos ordenes, aumento de la población, uso intensivo de la tierra para producir alimentos, fiebre consumista en los países mas desarrollados, imposibilidad material de sustituir en el corto plazo los combustibles fósiles, y muchos otros temas que miramos impasibles como raza humana sin dar respuesta a los problemas futuros que estamos causando, las conclusiones son de un escepticismo total.

Sostiene Emmott, que al final de este siglo seremos mas de 10 mil millones de habitantes sobre este planeta y que los datos científicos que se posee demuestran que nos encontramos en una situación de peligro sin precedentes para los seres humanos.

¨Necesitamos con urgencia hacer algo radical….y digo hacerlo realmente, con actos para impedir una catástrofe planetaria. Pero creo que no haremos nada. Estamos jodidos¨.

Es la conclusión del científico inglés al analizar los datos que posee su grupo de trabajo.

ESTAMOS JODIDOS

Hace 10 mil años, la cuenta completa de seres humanos sobre la faz de la tierra era de un millón de personas.

En el año 1800, la época de Napoleón, la revolución francesa, el nacimiento de los Estados Unidos, el inicio de la revolución industrial. Hace solo 200 años, llegamos a los 1000 millones de personas.

Pasaron 160 años mas; de los barcos de madera pasamos a los de metal, de pasear en coches tirados por caballos al automóvil, de alumbrarnos con velas pasamos a la electricidad, de viajar muy raramente a lugares muy cercanos a nuestro nacimiento llegamos a surcar los aires en aviones, es mas, hasta nos trazamos la meta en 1960 de viajar a la luna.

Ya con todos estos fenómenos llegamos a los 3 mil millones de habitantes en el planeta en 1960.

En el día de hoy, que estamos en el 2013, solo 53 años después de el conteo de principios de la dedada de los 60, somos mas de 7 mil millones.

Se calcula que en el 2050 seremos ya mas de 9 mil millones y al final de este siglo mucho mas de 10 mil millones de habitantes en el planeta tierra.

NOSOTROS SI ES VERDAD…..

Según el censo realizado por el gobierno haitiano en 1825, cuando la isla estaba unificada porque la parte española había sido invadida en 1822, en los 75 mil kilómetros cuadrados de la Hispaniola vivían 422, 042 personas, de las cuáles 71,223 vivían en lo que había sido la colonia española (lo que es hoy el territorio de la República Dominicana).

Para la época de la independencia vivían en el territorio de lo que se llamaría República Dominicana, un total de 100,086 personas, de las cuáles Santo Domingo, que era la capital del país, contaba con 14,674 habitantes.

Hoy en día, cuando solo han pasado 159 años vivimos en los 48 mil kilómetros que constituyen nuestro país más de 10 millones de personas.

En los 27 mil kilómetros de Haití ya son mas de 11 millones.

Cuando los sumamos, los que eran solo 500 mil a mediados del siglo pasado, se han convertido en casi 22 millones de personas, el lugar de mayor densidad demográfica de toda América latina.

A esto tenemos que agregarle las divergentes vías de desarrollo que han tomado los dos territorios; Haití ha desbastado sus recursos naturales, es un país donde la tala de arboles es lo usual, una población que convirtió la colonia más productiva de las Américas (gracias a la esclavitud) en el país más pobre del hemisferio.

La República Dominicana en cambio, a partir de la organización con puño de hierro que realizó la dictadura, y en un sistema democrático todavía en desarrollo pero con una marcada estabilidad a partir de 1966, mantiene un crecimiento económico sostenido y mejoría en la calidad e vida de su población, que la convierten el día de hoy, en la novena economía del continente y la segunda más grande de la región de Centroamérica y el Caribe.

CERCADOS POR EL MAR

Vivimos en una isla, que compartimos con Haití, donde una población que ya podemos estimar en mas de 30 millones de personas para el 2030, tratarán de sobrevivir con recursos naturales escasos y limitados.

Si no tomamos desde ahora las medidas adecuadas para limitar y regular el transito migratorio entre los dos países, deberíamos seriamente preguntarnos que tipo de país le vamos a dejar como herencia a nuestros hijos.

¿Cuáles serían las consecuencias si la migración haitiana, depredadora natural de los bosques de la isla, se asienta en las altas montañas, donde nacen la mayoría de nuestros rios y arroyos?

¿Qué pasará en unos años, cuando la tierra para la producción agrícola comience a escasear, a consecuencia del crecimiento de la población y la limitante de ser una isla rodeados de agua por todas partes?

¿Qué va a pasar con los servicios sanitarios, que ya son usados en mas de un 15% por los haitianos sin ningún tipo de costo para ellos, pero si para los dominicanos que pagamos impuestos, cuando comiencen a encarecerse por el aumento vegetativo de la población?

¿Dejaremos que se realice la pesca intensiva que hizo Haití de sus mares, lo que ha provocado la desaparicion de casi toda su fauna marina en nuestras costas y límites marítimos?

¿El recurso agua, será suficiente para ambos países, sin una política de ahorro y concienciación de la población?

La mayor parte de estas preguntas no tienen respuesta.

¿No seremos mejores dominicanos, los nacionalistas que defendemos a capa y espada la regulación del transito migratorio y la limitación del derecho de nacionalidad en base a nuestra constitución, que los que, abonados a ONGs y poderes extranjeros se dedican a defender en la practica la unificación de esta isla, para quitarle ese peso de encima a las ex potencias coloniales?