HISTORIA DE LOS RATONES

POR HUMBERTO SALAZAR.-

El ratón es un animal pequeñito del género de los roedores.

En la historia de la humanidad siempre han estado presentes, han sido causantes de epidemias, hambrunas y se les relaciona con múltiples desgracias que han sucedido a los seres humanos.

Para los que duden de la sabiduría de Dios, también sirven para mantener equilibrio en muchos ecosistemas.

Los ratones pueden ser una plaga que afecte las cosechas, acabar con las plantas y hasta causar grandes epidemias por su capacidad de transmitir enfermedades.

Aunque es dificil de creer, la Peste, enfermedad que ha provocado la muerte de mas de 200 millones de personas, muy famosa en la historia del medioevo en la Europa occidental, usa como animal transmisor a los ratones, ya que, las pulgas que la provocan son diseminadas por estos animaluchos.

La Peste provocó la desaparición de comunidades enteras, en un mundo donde no existían sistemas de salud con estudios epidemiológicos que pudieran determinar prevención y curación de esta enfermedad.

COMO UN RATON ACABÓ CON UN PARTIDO

Pues como los ratones antigüos, la fauna política dominicana posee en su seno una multiplicidad de especies, cada una en general conoce su papel, así vemos que hay leones, tigres, elefantes, hienas y toda una cantidad de especies dignas de estudio.

Ahora, el caso mas peculiar es el de un ratón que llego desde Higüey al Partido Reformista hace muchos años, su figura acicalada, peinada siempre de salón, trajes hechos a la medida y ejercicio de un ¨liderazgo¨ clientelar, ha provocado la diseminación de una enfermedad crónica, que como la Peste, tiene a esa institución al borde de la muerte.

Este ratón, se creyó la historia que crean las cortes de analfabetos y necesitados que rodean a los clientelistas.

Creó una epidemia de dádivas, traiciones, compras de conciencia; en fin, una cultura de corrupción que todavía persiste y que pareciera no tener cura.

Compró su acceso al líder pagando peajes al entorno, llegó al congreso lleno de anillos y cadenas de oro dignas de un capo del alto Manhattan; con sus facilitadores de la Máximo Gómez y la mediocridad que caracteriza este país, llegó hasta la presidencia del primer poder del estado, dónde se mantuvo a base de vehículos (todos Nissan), regalos de viajes, televisores, dinero y otras medundencias, eso si, siempre pagadas con los dineros públicos.

De algún modo convenció al líder a que lo propusiera como candidato, al regalo que hizo el PLD en el 1999, de una cueva llamada Liga Municipal, que se convirtió en el refugio de los 40 ladrones dirigidos por Alí Babá.

Once años sin realizar un solo proyecto a favor de sus dirigidos, rodeado de los adulones y estúpidos de siempre, lo hicieron creerse que podía subir un escalón mas: llegar a la presidencia de la República.

Un ratón presidente, ni que fuera ¨mighty mouse¨; la peste le hubiera quedado pequeña para lo que le esperaba al país.

El sueño de este ratón depredador y malicioso, terminó en una derrota aplastante, de el, y de los que lo acompañaron a repartir puerquitos y salamis en esta aventura inédita.

UN RATÓN ACORRALADO

Para no hacerles tan larga la historia, aunque nos imaginamos ya identificaron a los actores de esta lastimera comedia, una sociedad llena de mediocres similares al ratóncito de Higüey, lo igualó a la gente decente, creyéndose que la mayoría se iba a tragar el cuento de títulos comprados (porque dan prestigio) y discursos escritos, sin entender ni pío de lo que significaban las palabras leídas y practicadas con suma dificultad.

Ahora, para terminar su obra, de destrucción y contaminación, decide, que ya derrotado, junto a su banda de farsantes y traidores en las pasadas elecciones, que su asalto final debe hnacerse a la presidencia del Partido del intelectual mas sólido que tuvo el país en el siglo XX.

Salió desafiante, como teodo animal salvaje, sin embargo, ya la botija de que disfrutaba en la cueva de que hablamos, no existe y poco a poco ha ido despertando a la realidad.

Cada vez mas solo, su verdadera naturaleza surge, no importan los peinados a blower, los trajes y camisas multicolores, los zapatos de piel de cocodrilo, los vehículos ultimo modelo o las tierras tomadas a las fuera de mañas en su provincia natal; el ¨tiguere¨ (en el sentido dominicano) fluye de su personalidad barrial y mediocre.

HASTA LOS RATONES REACCIONAN

Dice el refranero popular, que hasta un ratón acorralado reacciona agrediendo al sentirse sin salida.

Pues eso sucedió en la ultima reunión de la Comisión Ejecutiva con el ratóncito de marras.

Llegó con una escolta de mas de 20 personas buscando a quien agredir, su problema es que lo esperaron mas de 100 elementos de seguridad.

En la reunión de la comisión organizadora de las asambleas, se dio cuenta que todos se le habían ido para el otro lado, hasta algunos que ¨plácidamente¨ llegaron en vehículos asignados por el partido.

Le salió el tigueraje propio de los barrios de baja ralea y se fue encima de los que sabe no le van a responder (cualquiera es guapo con los mas débiles).

Por todos los medios intentó crear un desorden sin encontrar eco ni reacción, es mas, se llegó al colmo de parte de uno de sus mayores enemigos a pedir con burla un aplauso para su persona (había que buscar alguna forma de calmarlo).

Le pasaron el rolo, a el y a la gentecita que todavía tiene alrededor, terminando la reunión a trompadas entre dos abogados (togas y birretes sustituidos por la barbarie).

Final de este capítulo: el ratoncito de Higüey quedó ensartado en la misma ratonera que creó para destruir un partido que se supone de centro y demócrata cristiano.