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NACIONALISTAS RADICALES… ¿CUAL ES EL PROBLEMA?

Publicado

en

humberto-salazarPOR HUMBERTO SALAZAR.-

Muchos de los que defienden la nacionalización de miles de haitianos nacidos en la República Dominicana, lo hacen desde una posición de interés personal, económico o para hacerse simpáticos con las potencias extranjeras, olvidándose que hay una historia, que a pesar de que es mal enseñada en nuestro sistema educativo, no puede ser olvidada por los que nos consideramos dominicanos.

Vivimos en una isla en situación única en el mundo, no existe algo similar; dos pueblos de diferente etnia, el lado oeste habitado por descendientes de esclavos africanos sometidos a la dominación esclavista de los ¨educados¨ franceses, y el lado este con raíces hispánicas, mínima población al despuntar el siglo XIX y abandonados a su suerte por la potencia colonial, que acentuaba su decadencia como poder dominante en la Europa colonizadora.

Este es un pequeño territorio, solo 75 mil kilómetros cuadrados, 48 mil del lado nuestro y 27 mil que corresponden a Haiti, cuyos límites imprecisos si se quiere, pero a grandes rasgos fueron definidos por el tratado de Basilea en 1795 y ratificados por el tratado dominico.haitiano de 1929, que fijó los límites fronterizos de los dos estados.

La relación de los dos países ha sido muy complicada desde sus inicios, República Dominicana no nace como consecuencia de una guerra anticolonialista en contra de España, es mas, los acontecimientos ocurridos en Europa que hicieron surgir los sentimientos de independencia, como lo demostró José Núñez de Cáceres en 1821, fueron ahogados por una invasión desde el lado haitiano.

La diferencia demográfica, indefensión militar por el abandono de la colonia de parte de España y, en cambio, la fortaleza de un ejercito haitiano que se había enfrentado al ejercito napoleónico y , junto con la disentería y las enfermedades tropicales, lo había derrotado, provocó la ambición de los gobernantes de Haití, que vieron en la parte este la oportunidad de conquista y sed de venganza, que adquirieron durante los duros años de la esclavitud.

LA INVASIÓN HAITIANA, EN BOCA DE QUIENES LA VIVIERON….

¨Hace 22 años que el pueblo dominicano, por una fatalidad de la suerte, sufre la mas infame opresión: ya sea que ese estado de degradación haya dependido de su verdadero interés, que que se haya dejado arrastrar por el torrente de pasiones individuales, el hecho es que se le ha impuesto un yugo mas pesado y mas degradante que el de la antigua metrópoli¨.

¨Hace 22 años que el pueblo, privado de todos sus derechos, se ha visto violentamente despojado de todos los beneficios en los cuales hubiera debido participar si se lo hubiese considerado parte de la República. Y poco faltó para que se le quitara hasta el deseo de sustraerse a tan humillante esclavitud….Cuando en febrero de 1822, la parte oriental de la isla, cediendo tan solo a las fuerza de las circunstancias, aceptó recibir el ejercito del general Boyer que, como amigo, fue mas allá de los límites de una y otra parte, los españoles dominicanos no pudieron creer que, con tan disimulada perfidia, hubiera podido faltar a las promesas que le sirvieron de pretexto para ocupar el país y sin las cuáles hubiese debido vencer muchas dificultades y hasta caminar sobre nuestros cadáveres, si la suerte lo hubiese favorecido.¨

¨Con el (Boyer) entró en Santo Domingo la maraña de todos los vicios y de todos los desórdenes, la perfídia, la delación, la división, la calumnia, la violencia, la usurpación y los odios personales, desconocidos hasta entonces en el alma de ese pueblo bondadoso¨

¿QUE HICIERON LOS HAITIANOS EN EL PODER?

¨Sus decretos y disposiciones fueron los principios de la discordia y la señal de la destrucción. Por medio de su sistema maquiavélico y que todo lo desorganizaba, obligó a las familias mas respetadas a emigrar, y con ellas desaparecieron de la tierra los talentos, las riquezas, el comercio y la agricultura. Alejó de su consejo y de los principales empleos a los hombres que hubieran podido defender los derechos de sus conciudadanos, proponer un remedio a sus males y hacer conocer las verdaderas necesidades del país. Menospreciando todos los principios del derecho público y de gentes, redujo a muchas familias a la miseria y a la indigencia, quitándole sus propiedades para reducirlas al dominio de la República, darlas a individuos de la parte occidental o venderlas a vil precio a los mismos.

Desoló la campiña y destruyó la agricultura y el comercio. Despojó las iglesias de sus riquezas, maltrató y humilló a los ministros de la religión, los privó de sus rentas y de sus derechos y, con su negligencia, dejó que cayeran en ruinas los edificios públicos para que sus lugartenientes se aprovecharan de los destrozos y pudiesen de tal suerte satisfacer la avaricia que traían consigo desde el occidente.

¨Los veintiún años de la administración corruptora de Boyer se deslizaron de tal suerte y, durante los mismos, los habitantes de la parte oriental experimentaron toda clase de privaciones, verdaderamente innumerables. Trató a esos habitantes con mas rigor que a un pueblo conquistado por la fuerza. Los persiguió y les sacó lo que podía satisfacer su avaricia y la de los suyos. En nombre de la libertad, los redujo al estado de servidumbre. Los obligó a pagar una deuda que no habían contraído, exactamente como los habitantes de la parte occidental que se aprovecharon de los bienes extranjeros, mientras nos deben, por el contrario, las riquezas que nos han usurpado o destinado al fin que mas les convenía¨.

EL MANIFIESTO DEL 16 DE ENERO DE 1844

Estos párrafos fueron tomados del manifiesto que firmaron los valientes que se atrevieron a protestar contra el trato despótico y cruel del tirano mas sanguinario que ha gobernado esta parte de la isla: el ¨general¨ haitiano Boyer.

Fueron enormes las vicisitudes y los abusos que soportaron nuestros antepasados durante 22 largos años de dictadura haitiana, solo hay que leer completo este documento para, trasladándonos mentalmente a la época, darle la razón a Joaquín Balaguer cuando afirmó en uno de sus discursos, que la existencia de nuestra patria es el resultado de un milagro divino.

LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

A pesar de la alharaca de los traidores a la patria, muy visibles en los medios de comunicación (ubíquelos en Teleantillas y Telesistema en los programas matutinos), algunas legisladoras, que se quieren pasar de simpáticas ( las esperamos en las elecciones del 16); los que ponen cara de avanzados e intelectuales (izquierdistas renegados enganchados a ambientalistas y derecho humanistas); el país en mayoría abrumadora ha entendido la pertinencia de la sentencia del Tribunal Constitucional y la apoya.

Hoy mas que nunca, se justifican las conclusiones del ¨Manifiesto de los habitantes de la parte Ese de la isla antes española o Santo Domingo, sobre las causas de su separación de la República Haitiana¨.

¨Dominicanos (comprendemos bajo esta denominación a todos los hijos de la parte oriental y a quiénes quisieran seguir nuestra suerte) el interés nacional nos llama a la unión.Con nuestra firme resolución, mostrémonos los dignos defensores de la libertad; sacrifiquemos en los altares de la patria todo odio y toda personalidad; que el sentimiento del interés público sea el móvil que nos dirige en la santa causa de la libertad y la separación. Con semejante separación hacemos contra la prosperidad de la República occidental y favorecemos la nuestra¨.

Dominicanos! A la unión! Se presenta el momento mas oportuno. De Neyba a Samaná y de Azua a Montecristi las opiniones son unánimes y no hay un sólo dominicano que no grite con entusiasmo: Separación, Dios, Patria y Libertad¨.

Esa es la historia imborrable de nacimiento de nuestro país, lo demás son opiniones sin importancia.

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