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EL CASO DE LA ROMANA ¿DONDE ANDA EL PRSC?

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en

humberto salazar (foto)POR HUMBERTO SALZAR.-

Desde que los seres humanos sumamos al naciente capitalismo una imitación de la democracia griega, creamos la forma colectiva de expresión que permitiría unir a diferentes individuos y organizarlos alrededor de metas comunes; estos son los llamados partidos.

En la democracia Griega se necesitaba la presencia de todos los que tenían derecho al voto (hombres libres y propietarios), para que se tomaran decisiones acerca de la polis (ciudad), de donde surge el termino política.

Pues ya tenemos las dos palabras unidas: grupos o partidos políticos, el ejemplo mas conocido en sus inicios fueron los Whigs (liberales) y los Tories (conservadores) del Parlamento de Inglaterra; que, en el caso de la democracia liberal eligen representantes del total de los ciudadanos para encargarse de los asuntos públicos.

En fin, un partido político entonces es un colectivo de ciudadanos, que se convierte en un grupo en busca de la autoridad delegada de los electores, con la meta de ejercer el poder otorgado para administrar los intereses colectivos de toda la comunidad, siempre en representación de quienes otorgan ese poder.

Modernamente no es mas que un vehículo de expresión popular, es a través de los partidos políticos donde se transmite, en forma de votos, lo que es el deseo de la mayoría, que a su vez es la regla de oro de la democracia moderna.

LA RESPONSABILIDAD DEL PARTIDO

Ahora, esa expresión de la mayoría para ejercer el poder durante un tiempo previamente determinado, se realiza a favor de candidatos, personas que se suponen escogidas por diversas metodologías para representar al colectivo que ya definimos.

Existe entonces una responsabilidad del partido que postula a un candidato a una posición electiva en lo que son sus actuaciones, en caso de ganar por mayoría, en el cargo público para el que fue postulado.

En la República Dominicana, la crisis partidaria produce fenómenos que pasan desapercibidos, aunque no resistirían el mínimo análisis en un país desarrollado.

Aquí la costumbre es agenciarse ser candidato de un partido, salir electo e inmediatamente se asume el cargo declararse independiente, de hecho o de derecho, sin que haya ningún tipo de consecuencia.

El cargo es propiedad de quien fue electo, olvidándose de la estructura política que lo propuso, a pesar de que sus actuaciones afectarán al partido, ya que, los hombres y mujeres pasan en periodos de tiempo definidos pero las instituciones siempre quedan.

Sólo hay que recordar al inefable jefe del cartel de transporte de pasajeros Juan Hubieres, quien, a pesar de ser electo como diputado por el PRD, se declaró independiente en la primera sesión de la Cámara de diputados.

O del señor alcaide y ex pelotero Raúl Mondesí en San Cristóbal, quien cambia de chaqueta cada vez que alguien los visita y tiene el récord de haberse transferido al PRD, PLD y PRSC en solo tres años de período, también creó un movimiento municipal, que aparentemente duró menos que una cucaracha en un gallinero.

Una vez son electos, los partidos por ellos mismos o porque los que son electos se creen dueños de los cargos, abandonan la responsabilidad que asumieron al elegir a una persona para ser candidato, cuya función es asumir la representación del 100% de la población donde van a ejercer, y se olvidan que fueron sus colores y sus consignas las que elevaron al espacio de poder a la persona que ejerce el cargo público.

ATERRICEMOS EN EL ESTE

Como se ha hecho común en algunas demarcaciones electorales, se postulan a los cargos a personas que pueden tener cierta popularidad en una comunidad, pero ningún tipo de preparación administrativa para manejar una institución pública.

Eso ocurrió en La Romana en las elecciones del 2010 y la candidatura a alcalde del Partido Reformista Social Cristiano, se puso a encabezar la boleta, a una persona humilde, que se había hecho popular en un programa de televisión, Juan Antonio Adámes (Tony con el pueblo), ganó las elecciones municipales y ahora pasa por la situación inédita de que el consejo de regidores de esa alcaldía, una de las mas grandes del país, lo suspende en funciones, es sometido a investigación por una comisión de la cámara de diputados y parece que va camino al juicio político y destitución definitiva, sin que el PRSC, partido que lo postuló y es corresponsable de sus actuaciones diga ni esta boca es mía.

No conocemos las interioridades e intereses que se juegan en la acusación a Tony Adámes, sin embargo la ausencia de las voces del partido que lo llevó a la alcaldía, tan sonoras, activas y con gran proclividad al vedetismo mediático, no se han escuchado en defensa del candidato que llevaron a ser alcalde en La Romana.

Pareciera que Tony Adames fue electo como persona individual, no como parte de un partido político, que tenía la obligación de, ante su evidente falta de destreza para ejercer el cargo, de rodearlo del personal necesario para cumplir con las leyes que rigen el funcionamiento de los municipios.

La soledad en que lo vimos acudir en el día de ayer a dar testimonio en la Cámara de diputados, es penosa, sólo lo acompaño Frank Martínez, parece que mas como abogado que como dirigente reformista de esa ciudad.

Brillaron por su ausencia los busca fotos, ¨precandidatos¨, funcionarios del PRSC y demás farsantes que sólo han servido para dividir y esconderse cuando les toca dar la cara.

TONY DEBE SER APOYADO

No sabemos a ciencia cierta lo que ha ocurrido en la alcaldía de La Romana, pero de lo que no tenemos dudas es de que hay una responsabilidad compartida entre los que postulamos a Tony,como candidato del PRSC y sus actuaciones al frente de ese gobierno municipal.

También sabemos que las consecuencias, cualesquiera sean, afectarán las posibilidades electorales del PRSC en esa comunidad del este del país, pero eso no parece importarle a los que sólo piensan en sus intereses personales y hace tiempo han olvidado que un partido es un bien colectivo, no personal.

Una de las características de los grupos humanos que se respetan y muestran cohesión, es la solidaridad con sus miembros, ¿cómo es posible que el alcalde reformista de La Romana, sea visto penosamente solo y abandonado, cuando es miembro de la comisión política del PRSC , máximo órgano directivo de ese partido?

La solidaridad debe expresarse en las buenas y en las malas, quien suscribe nunca ha traspasado las puertas, ni sabe llegar a la alcaldía de esa ciudad, es más, conozco muy poco a Tony, quizás lo he saludado dos o tres veces en mi vida, recuérdese que el no era un militante partidario, sin embargo creo que como miembro del grupo tengo la obligación de solidarizarme con su persona, de la única forma que puedo hacerlo.

Los que dieron la cara en las caravanas y marchas en La Romana postulándolo deberían hacer lo mismo.

La responsabilidad de un partido político no termina cuando un candidato gana.

Lo decía Balaguer: ¨la victoria no da derechos¨, es mas, es el comienzo de la responsabilidad y compromiso de respetar las normas y las obligaciones a que nos obligan las leyes y la Constitución de la República Dominicana.

Los amigos y compañeros se conocen en las buenas y en las malas.

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