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AHORA 007 ESTÁ EN TODAS PARTES

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humberto salazar (foto) POR HUMBERTO SALAZAR.-
A partir de la puesta en escena de ¨Casino Royale¨ en 1954, James Bond se convirtió en el espía mas conocido y mayor popularidad en el mundo; tanto que ya son 21 las películas filmadas a partir del personaje creado por Ian Fleming.
Bond, miembro del MI6 británico, el servicio de inteligencia y contrainteligencia dedicado a servir a Su Majestad la Reina, recibe su código 00 por las acciones heróicas que realiza para su país.
Este código es lo que le da la licencia para matar
El personaje representa la idealización de los servicios de espionaje en plena guerra fría, se identifica con las causas de las democrácias de occidente en contra del enemigo que viene del este, que representan los países detrás de la cortina de hierro.
James Bond es lo que todo hombre aventurero querría ser: experto en el juego de póker, mujeriego hasta mas no poder, conoce los secretos de la seducción de modo que todas caen a sus pies, conduce los automóviles mas veloces de una forma magistral y es capaz de realizar las mas inverosímiles hazañas sin siquiera despeinarse ni ensuciarse el traje.
Eso si, es enviado a todo tipo de misiones y por mas peligro que corra debe hacerlo en forma personal, dar la cara y luchar con todas las armas a su alcance contra los malos a quienes siempre vence.
ERASE UNA VEZ UN MUNDO SIN ESPÍAS
Al caer el muro de Berlín, símbolo de la separación ideológica y expectativa de confrontación militar este-oeste, la popularidad de los servicios de información decayó por falta de mérito; la CIA tuvo que abandonar su papel de defensora del ¨mundo libre¨ y la KGB Soviética se quedó sin el trabajo de colectar información para exportar la revolución bolchevique al resto del mundo.
La mayoría de las acciones de espionaje se dirigieron entonces al tema industrial y de patentes porque se asumió que el liberalismo económico le había ganado la apuesta al centralismo marxista y todos nos dirigíamos a una sociedad, donde el mercado dictaba las reglas, la guerra era de producción y consumo tangibles y no de utopías abstractas.
Es en este escenario, en la dedada de los 90, cuando comienza a popularizarse un término que estaba circunscrito a los técnicos de la naciente industria del procesamiento de datos.
Internet, la llamada red de redes de comunicación que forman un conjunto de interconexión, inimaginable en ese momento, y que da como resultado una explosiva revolución en las comunicaciones.
Inventada para uso militar por los Estados Unidos, el acceso a internet se fue popularizando y penetrando a los hogares, primero en forma de textos intercambiables y posteriormente progresando sin tener límites en este momento.
Sin embargo, para que exista la comunicación global, necesitamos alrededor del globo terráqueo satélites que reciban la información y sean capaces de transmitirla de emisor a receptor y viceversa.
La mayor red de satélites de comunicación pertenece a los Estados Unidos, que procesa billones de datos diariamente, procedentes de todas partes del mundo y son los intermediarios entre la computadora portátil con que estoy escribiendo este artículo y las que lo recibirán vía Facebook, correo electrónico o los periódicos donde son publicados.
HASTA QUE LLEGÓ BIN LADEN
¨No vivirán tranquilos jamás¨, fue la expresión profética de Osama Bin Laden después del atentado al centro mundial del comercio de Nueva York.
El inicio de la guerra antiterrorista en el año 2001, también reavivó la decaída profesión del espionaje, que necesita un enemigo visible para buscar afanosamente información y adelantarse a desmontar las actividades, que en el caso de los terroristas, buscan causar víctimas y ruidos con gran visibilidad.
Con las medidas tomadas por el gobierno de George Bush jr. para mejorar la seguridad de los Estados Unidos, llega también el uso por ambas partes, de los medios tecnológicos que se habían desarrollado para comunicar al mundo a través de redes infinitas sin control centralizado.
El proyecto conocido por la siglas de ECHELON, constituido por una gran red de 120 estaciones de captación de datos, tanto en el espacio exterior como en tierra, intercepta diariamente mas de tres mil millones de comunicaciones por día y fue construida por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda; con el único propósito de espiar lo que se transmite por los diferentes canales que usamos todos los días: telefonía móvil, correos electrónicos, etc.
Cuando la semana pasada se anunció la muerte en Pakistán de uno de los jefes tribales de los talibanes, es mas que probable que el lugar donde se encontraban fuera localizado por la señal triangulada de un teléfono móvil y al ataque con misiles fuera dirigido desde la base de control de los drones estadounidenses en Carolina del Norte; todo manejado por satélites y a distancia.
ES QUE NOSOTROS MISMOS DAMOS LOS DATOS
Para colmo la evolución todo un tramado de buscar y dar datos personales llega con el desarrollo de las llamadas redes sociales, una explosión de abrir nuestras intimidades al publico en general y, por lo tanto, a los servicios de información.
Facebook, Twitter, Instagram, Google, Apple Store, Amazon, EBay, Gmail, Hotmail, Skype, Youtube y otras mas, todas compañías norteamericanas, se han convertido en una base global de datos, donde se encuentra la información personal de cada uno de los que usamos los medios electrónicos de comunicación alrededor del mundo.
Sólo Facebook posee mas de mil millones de usuarios y cada día crece la fiebre mundial por el uso de las redes sociales, donde cuando suscribimos al servicio, casi siempre gratuito o de muy bajo costo, debemos agregar nuestros datos de usuario cuya autenticación es fácilmente realizada por cualquier interesado, con la metodología del cruce de nuestra información personal.
Y por si esto fuera poco, Estados Unidos es el dueño de la mayoría de los satélites de comunicación de telefonía, y los que pertenecen a otros países; Unión Europea, China, India, por ejemplo, tienen la obligación de interconectarse con los de ese país para poder funcionar en la telefonía global.
Es muy fácil entonces para la National Security Agency (NSA) ¨pinchar¨ los teléfonos de Angela Merkel, Vladimir Putin o quien sea del interés del gobierno norteamericano, ya que tiene todos los medios tecnológicos a su alcance y la voluntad de hacerlo.
LA CUADRATURA DEL CIRCULO
Todo esto nos lleva a reirnos por la protesta de algunos presidentes latinoamericanos, especialmente Dilma Rouseff y Nicolás Maduro, en el sentido de que tomarán medidas para evitar ser espiados en sus llamadas telefónicas y actividades diarias.
Se habla incluso de una reunión de urgencia de los países del ALBA, muy disminuida después de la muerte de Hugo Chavez, para enfrentar esta ofensiva del imperialismo norteamericano, en palabras de Maduro.
Sin embargo, en la misma semana que se producen esas declaraciones, el presidente de Venezuela protesta públicamente porque, en una forma que el llama extraña, ¨desaparecieron¨ seis mil de sus seguidores de la cuenta de Twitter que maneja personalmente.
Un mundo con reglas nuevas, no puede ser enfrentado con métodos antiguos, solo Julián Assange y Edward Snowden han podido desnudar una pequeña parte de los nuevos sistemas de espionaje desarrollados para la llamada aldea global.
Pareciera que el Gran Hermano, descrito en el mundo ficticio de la novela ¨1984¨ de George Orwell escrita en 1947, es ya una realidad y los que se opongan a su omnipresencia serán echados a un lado.
Si no queremos que se conozcan nuestros secretos tendremos que volver a la época de las cartas escritas con bolígrafo y enviadas por correo o a mano, comunicarnos con señales de humo o realizar el esfuerzo de vernos la cara para conversar, eso si, dejando los teléfonos móviles bien lejos, porque funcionan aún sin las baterias puestas.
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