NICOLÁS MADURO: PREMIO NÓBEL DE ECONOMÍA

POR HUMBERTO SALAZAR.-

En el año de 1776, Adam Smith dio a conocer lo que fue su obra cumbre: ¨Investigación sobre la Naturaleza y las Causas de la Riqueza de las Naciones¨, esta publicación es considerada como el inicio de la economía como ciencia, la base teórica sobre la que se desarrolló el capitalismo y la revolución industrial en Inglaterra y posteriormente el resto del mundo.

Smith, quien nació en Escocia y era filósofo y pensador, los economistas no existían en esa época, desarrolló su tesis en contraposición al mercantilismo reinante y sostuvo las ideas, que desde el punto de vista de la economía política, dio origen la liberalismo, que a su vez sostuvo al sistema democrático como pensamiento económico.

Sostiene su tesis central en la necesidad de mantener al estado fuera de las grandes decisiones económicas, ya que la riqueza se produce por la actuación de los industriales y comerciantes actuando en libertad y con un control mínimo de parte del gobierno.

Según Smith, considerado por esta obra como el padre de la economía, plantea que la economía es gobernada por lo que llamó ¨la mano invisible¨, que es a su vez equilibrada en forma perfecta por el interés de generar riqueza de los principales actores en los procesos de intercambio.

Sobre esta base se ha sostenido la economía liberal, a pesar de modificaciones que adaptan la teoría hasta nuestros días, sin dudas la mayoría de los conceptos planteados en el siglo XVIII por este pensador escocés, se mantienen incólumes y en discusión constante, como el representante mas importante de la economía clásica.

LA MANO INVISIBLE EN VENEZUELA

Pues en Venezuela Nicolás Maduro, el presidente electo por la mayoría de los electores de ese país, ha encontrado una solución que seguro mandará a los anaqueles de los libros innecesarios a lo que era una obra maestra de la economía.

La situación económica venezolana se ha ido deteriorando en los últimos años de una manera contínua e indetenible:

Ya a la muerte de Hugo Chavez, existían serios problemas de control del tipo de cambio, acompañado de aumento y escasez de una gran cantidad de artículos de primera necesidad, fue noticia por varias semanas la ausencia de papel sanitario en los anaqueles de los supermercados de ese país.

Era el inicio de la crisis esperada a partir de las locuras económicas de un régimen que intentaba implantar un llamado socialismo del siglo XXI, un planteamiento político económico anacrónico, desfasado y sin ningún sustento en un mundo donde prima la competencia y la innovación tecnológica como medio de producir riqueza.

Un país dominado por consignas seudorevolucionarias, alabadas por la rémora de una falsa izquierda, abonada por consignas antiimperialistas, citas continuas de Simón Bolivar y peroratas interminables de un líder que tenía como asesor principal al anciano tirano llamado Fidel Castro, era un experimento que no podía terminar bien, ya que iba a contramano de la historia.

Haciendo todo lo contrario a las actualizaciones de las teorías económicas liberales, que han construido economías tan fuertes como la chilena en latinoamérica y ha sido el método usado en todos los países desarrollados, la mano invisible del mercado fue sustituida en Venezuela por la mano omnipresente de Chavez, haciendo huir a los capitales extranjeros y disminuyendo la capacidad productiva de ese país, ya que. los ricos no invierten por el peligro de nacionalización y pérdida de sus capitales y los pobres tampoco trabajan porque el dios estado les reparte el precio de la vagancia con los ingresos de la riqueza petrolera.

LOS NUMEROS DE LA CRISIS

Lo cierto es que para los economistas que estudiaron en las universidades, Venezuela pasa por una crisis económica muy profunda, con una disminución de la actividad productiva, aumento de precios en forma sostenida y desabastecimiento de productos básicos de la canasta familiar.

La economía venezolana esta decreciendo, es decir tiene un PIB negativo, hay menos producción de bienes y servicios y solo está sosteniéndose en el monoproducto llamado petróleo, cuya producción también se ha estancado por falta de inversión y modernización.

En cuanto a los demás bienes y servicios, las plantas productoras de alimentos han disminuido sensiblemente su aporte a la economía a partir de los graves problemas que padecen para la adquisición de las divisas necesarias para importar materias primas desde el exterior, ya que los gobiernos sociolistos de Chavez y Maduro, introdujeron un control en la asignación de divisas para importación, que produce graves distorsiones en el mercado cambiario.

Del tipo de cambio ni hablar, existe una brecha enorme entre el precio del bolívar oficial, 6.30 por dólar y el del mercado paralelo 46 bolívares por dólar, lo que incentivó los viajes de los venezolanos a países vecinos, con el solo propósito de sacar dólares de los cajeros automáticos con sus tarjetas de crédito y venderlos en el mercado paralelo.

Sólo hay reservas internacionales para comprar alimentos para cuatro días, en Venezuela mas del 95% de la comida se importa ya que las expropiaciones han destruido el aparato productivo en el campo.

Es en este escenario, donde el chavismo gobernante piensa pasarle por encima a todo el conocimiento económico acumulado durante siglos e imponer una nueva teoría construida en Venezuela para todo el mundo.

LA ECONOMÍA A ¨DECRETAZO¨ LIMPIO

Pues el nuevo tratado de economía, que mandará a guardar a Adam Smith, John Maynard Keynes, David Ricardo, David Hume, Paul Kruger y hasta a Milton Freidman y sus ¨Chicago Boys¨, se titula ¨Economía a Decretazo limpio¨.

El logorreico de Nicolás Maduro, que habla todos los días en cadena nacional a los pobres venezolanos, decretó el viernes que todos los comercios de electrodomésticos estaban vendiendo a sobreprecio y envió a varios generales, acompañados de los delincuentes chavistas, a poner los precios en las tiendas de estos productos, lo anunció al público y provocó una verdadera avalancha de ¨compradores¨a precio de ganga y en algunos comercios bandas de saqueadores, en los que se incluyen a miembros de los organismos de seguridad.

A la anarquía provocada por el mismo gobierno, Maduro no entiende que mercancía vendida es mercancía que hay que reponer, siguió otro discurso donde pide a la población ¨no dejarse llevar por la fiebre del consumismo¨ y abandonar el caos que se ha producido en las tiendas de expendio de estos productos.

También decretó la disminución de los precios en los automóviles, porque cada venezolano debe ¨poseer un carrito¨, amenazando a los importadores com penas de hasta 30 años de cárcel si no venden a los precios fijados por el gobierno.

Ademas del decreto para crear el ¨Viceministerio de la Alegría Permanente del Pueblo¨, hasta sicólogo social nos ha salido el güagüero de Caracas, todo el mundo debe ser feliz por orden presidencial, nos imaginamos que el cumplimiento estricto de esta orden incluye que todos caminen por las calles con una sonrisa en la cara aunque sea fingida.

También el poder de Nicolás Maduro llega tan lejos, que decretó el inicio temprano de las fiestas navideñas en toda Venezuela, para que las parrandas y las borracheras sean parte de la vida diaria desde el mismo mes de octubre.

Y faltan los decretos para fijar los precios de los calzados, alimentos, juguetes y todo tipo de productos, ya que, hay elecciones el próximo 8 de diciembre y siempre habrá algunos votos que buscar.

No siempre una mayoría electoral es la que tiene la razón, pobre pueblo de Venezuela gobernado por un personaje tan folklórico y peculiar.