¿YA EL SEGUNDO NO ES LA UNIDAD MENOR PARA MEDIR EL TIEMPO?

POR SERGIO CEDEÑO.-

Tradicionalmente, un día se divide en 24 horas, en 1,440 minutos y en 86,400 segundos. Durante cientos de años esas fueron las unidades básicas para medir el tiempo que dura un día.

Sin embargo, con los avances de la física cuántica, de la electrónica, de la nanociencia, de la astrofísica, y la tecnología digital y del espacio, es posible hacer muchas cosas en un segundo.

Esto ha obligado a nuevas clasificaciones del segundo. Aquí les suministro la nueva clasificación en que hoy se dividen los distintos tiempo transcurrido en un segundo:

1. El decisegundo. Es una décima parte de un segundo. Ya todos los cronómetros lo incluyen.
2. El centisegundo. Es una centésima parte de un segundo. También está incluida su medición en los cronómetros actuales.

3. El milisegundo. Es una milésima parte de unsegundo.

1. El microsegundo. Es una millonésima parte de unsegundo.
2. El nanosegundo. Es mil millonésima partes de un segundo. ¿Qué puede ocurrir en un nanosegundo?: la vuelta completa al ciclo de un reloj en un procesador electrónico de 1GHz o el tiempo que dura la luz en recorrer 30 centímetros.
3. El picosegundo. Es una billonésima parte de un segundo.
4. El femtosegundo. Equivale a mil billonésimas partes de un segundo. Fue la unidad de medida del tiempo más pequeña hasta el año 2004. Sirve para medir el tiempo en las reacciones químicas.
5. El attosegundo. Equivale a la trillónésima parte de un segundo.
6. El zeptosegundo. Equivale a mil trillónésima parte de un segundo.
7. El yoctosegundo. Equivale a una cuatrillonésima parte de un segundo.

Las últimas tres unidades de medidas del segundo se utilizan con gran frecuencia en estudios con rayos láser, en colisiones de hadrones subatómicos y otros estudios relacionados con el bosón de higgs. Se dice la vida media de un bosón de higgs es justamente un zeptosegundo.

Como pueden ver, los adelantos científicos demuestran que un segundo, en algunas circunstancias, puede constituir toda una eternidad.

*El autor es periodista y politólogo

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