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DESDE ALLÁ SI ES BUENO….¡¡¡PENDEJOS!!!

Publicado

en

Dr Humberto SalazarPOR HUMBERTO SALAZAR.-
A un grupo que se denomina National Dominican Student Conference Committee, que dice ser una Asociación de Estudiantes Dominicanos de Harvard College, se le ocurrió hacer una actividad denominada: ¨Diáspora de la tambora, celebrando arte y cultura¨.
Dentro de los eventos que están incluidos en el programa, figura una invitación al ex Presidente Leonel Fernández, quien al parecer confirmó su participación, mas sin embargo le envían una carta pública condicionando su asistencia, a que se produzca un debate sobre la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional Dominicano y advierten que su posición, contraria a la sentencia, ya está tomada.
Para poner esto en buen español: yo te invito a mi casa, te pongo el tema, te creo un ambiente hostil, no te doy ningún margen de duda, se de eso mas que tu y pretendo hacerme pasar como un académico dispuesto a discutir.
Parece que se fueron a Boston, pero en sus genes está el ¨Trujillito¨ autoritario que distingue a muchos dominicanos.
DOS CONSTITUCIONES, DOS SITUACIONES
Visto desde el territorio de Estados Unidos y con la tarjeta de residencia o pasaporte de ciudadanía en la mano, es muy fácil denominarse dominico-americano y asumir la pose de ser liberal, sobretodo si se vive en Boston, la cuna del liberalismo norteamericano.
El argumento que usan muchos, de que los hijos de nuestros compatriotas que nacen en territorio estadounidense, adquieren automáticamente esa nacionalidad, y que por esto, debería ser lo mismo con los hijos de los haitianos en nuestro territorio, es querer ignorar que los estados nacionales se rigen por una Carta Constitucional y que estas, son diferentes en todos los países.
En el caso de la Constitución norteamericana: que rige sobre un territorio extenso y despoblado todavía, con tres husos horarios, receptor de inmigrantes de todas partes del mundo; garantizar la nacionalidad a los hijos de la inmigración, era necesario para desarrollar ese país.
En cuanto a la República Dominicana, una nación insular, con solo 48 mil kilómetros cuadrados, habitado por 10 millones de personas, con una alta tasa demográfica, altos niveles de pobreza y recursos limitados; en vencidad con otra nación, Haití, con 27 mil kilómetros cuadrados, 12 millones de personas, altísima tasa demográfica, cultura y origen diferentes; es entonces cuestión de supervivencia hacer la diferenciación.
Si damos la nacionalidad dominicana a los hijos de los haitianos que viven en nuestro país, simplemente es la fusión de la isla y desaparición de la nacionalidad dominicana, pues a nuestros problemas, agregaríamos los de los haitianos, que se han demostrado insolubles y a ellos, por cantidad, el gobierno de la parte oriental de la isla.
ESTAMOS TOTALMENTE DE ACUERDO
Citan en su carta pública al ex Presidente Fernández la ¨asociación de estudiantes¨ ya mencionada, dos artículos de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos, con los cuáles estamos totalmente de acuerdo, pero no aplican en este caso:
Artículo 15: ¨Toda persona tiene derecho a una nacionalidad¨.
Eso es indiscutible, en el caso de la República Dominicana el Tribunal Constitucional y antes, la Suprema Corte de Justicia, pusieron fin al intento de fusión de la isla, poniendo bien en claro quienes somos dominicanos.
La sentencia 168-13 no quita a nadie la nacionalidad, al contrario, pone las cosas en su lugar; los hijos de haitianos nacidos en nuestro territorio, son haitianos y tendrán que buscar sus documentos de ciudadanía haitiana.
Y: ¨Nadie será privado arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho de cambiar la nacionalidad¨.
No sabemos de donde sacan que se está ¨privando¨ a alguien de la nacionalidad dominicana.
El verbo ¨privar¨ en español significa: ¨quitarle algo a alguien¨ y es imposible quitarle a una persona lo que nunca tuvo.
Lo único que ha habido en la sentencia 168-13, es el mandato del Tribunal Constitucional a los poderes públicos en la República Dominicana, a regularizar los nacionales extranjeros que se inscribieron de forma irregular en nuestro registro civil, y que esto sea corregido.
Hecho el arqueo de todos los libros desde el 1929 hasta la fecha, se detectaron alrededor de 22 mil personas en esta situación, lo cual se procederá corregir.
Punto y final, porque la Constitución no se interpreta, se cumple; y las sentencias del Tribunal Constitucional son de obligatorio cumplimiento para todos los poderes públicos de la República Dominicana.
EN LA CARTA SE LES VE, LA MALA INTENCIÓN QUE TIENEN
Estos ¨estudiantes¨ convocan a una discusión ¨abierta´ con los prejuicios incluídos, asumen una posición claramente antidominicana, rayando en la traición al suelo de donde son sus ancestros, e incluyen temas que huelen demasiado a la sociedad ¨incivil¨ y a la USAID en nuestro país.
Además del tema de la sentencia, donde confiesan tener posición tomada; hablan de que quieren discutir ¨el futuro de la democracia en República Dominicana¨, lo mismo que ¨preocupa¨ a los grupos radicales de la sociedad ¨incivil que soñaban con la reedición de la pesadilla pepeachista que vivímos en el país entre los años 2000 al 2004.
A esos que hablando inglés, viviendo en el primer mundo y desde poltronas pagas por poderes extranjeros, conspiran contra la misma existencia de la patria dominicana, les responderemos con uno de los pensamientos escritos de un señor que le llamaban Juan Pablo Duarte y que vivió en el siglo XIX:
¨Nunca me fue tan necesario como hoy, el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón, conspiran contra la salud de la Patria¨.
Muy probablemente los ¨estudiantes¨ ni siquiera sepan quien fue ese hombre ilustre.

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