Un mundo difícil de entender

Por Fausto Piña.-

Observando el diario vivir de las personas que vivimos en sociedad, se puede obtener un sinnúmeros de respuestas que difieren unas de otras, sobre una misma realidad. Maquiavelo escritor, político y filósofo escribió: «Las cosas son como son, no como deben ser.»

Este enfoque de ver las cosas, constituye realidades que el hombre debe aceptar para poder mejorar el entorno en que nos movemos. Sin embargo, la mayoría de las personas no aceptan estas realidades, por lo que, existe un mundo difícil de entender.

Existen dos visiones de interpretar el mundo, desde un enfoque de la teoría de la Creación y de la teoría de la evolución. La primera presenta a un Dios que ha creado todas las cosas, a las cuales les ha puesto leyes, y subsisten por él. Y, la segunda, que todo ha surgido de una explosión, llamada como el «Big Bang,» en ésta se plantea una evolución de lo simple a lo más complejo, en la cual se dan una serie de transformaciones sucesivas que han experimentado los seres vivos durante las diferentes eras geológicas.

La teoría de la evolución, en realidad constituye un conjunto de teorías que expresan las diferentes fases en que han pasado los seres vivos. Existen tres enfoques básicos: El lamarckismo: «Teoría que explica la evolución de los seres vivos a través de la influencia de las variaciones del medio sobre el comportamiento, así como la morfología de los organismo;» el darwinismo «Doctrina formulada por Darwin en su obra «el origen de las especies,» donde la lucha por la vida y la selección natural son consideradas como los mecanismos esenciales de la evolución de las comunidades de seres vivos.» Dicc. L. Encl. 2000.

Y por último, el enfoque del mutacionismo «teoría explicativa de la evolución, formulada por De Vries, en 1901, que asigna a las mutaciones el papel principal en la aparición de especies nuevas» Dicc. Encl. 2000. En ese sentido las teorías de la evolución tienen enfoques diferentes, que pueden considerarse que unas contradicen a las otras. Sin embargo hay que señalar que simplemente son enfoques que tratan de explicar el origen del as cosas.

La teoría de la creación «Mundo, todo lo creado;» «Antigua teoría biológica según la cual las especies vivientes han sido siempre las mismas y no han sufrido evolución alguna desde su origen.» Dicc. Encl. 2000. Esta teoría, constituye un enfoque sobres las cosas que existen. El pensar que todas las cosas que existen son las mismas, desde su origen, no difiere del punto de vista de los creyentes en Dios, quienes interpretamos el mundo desde un enfoque más de fe, diciendo: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» Gén. 1:1. y planteamos que todo lo que existe ha sido creado por Dios, sin embargo hay que reconocer que por causas naturales y sociales han habido modificaciones en una misma especie, sin perder su estructura originaria.

Para el hombre de fe, la creación no se limita a una teoría, sino a una verdad revelada por Dios. El escritor de la carta a los Hebreos, escribió: «Por fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía» Heb. 11:3. No se entra en especulaciones sobre el universo y todo lo que lo compone, sino que se afirma como una obra de Dios, quien es el Creador de todas las cosas. Esta verdad puede ser creída o no, pero es una verdad absoluta para las personas de fe.

Juan escribió: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho» Jn. 1:1-3. Esta realidad presentada en relación a Jesús el Cristo, quien siendo Dios se hizo hombre, manifiesta una relación del Dios con todo lo creado, incluyendo a los hombres y mujeres. La presencia de Jesucristo nos plantea una posición diferente de lo que era el plan de Dios en la creación, en relación al hombre y su existencia.

Entendiendo estas dos formas de visión sobre todo lo existentes en el Universo, podemos comprender las diferentes filosofías que han surgido en el mundo. La explicación que cada uno le dé al mundo, en gran manera estará sujeta a uno de esos dos enfoques. De ahí que, este mundo es difícil de entender, en todo sentido, por lo que se requiere de un pensamiento único que pueda explicar la realidad que debemos transformar, las divagaciones del pensamiento hace más difícil solucionar las deficiencias naturales y sociales.

La manera de que el hombre en sociedad pueda buscar realidades favorablemente a la convivencia humana, tiene que tomarse en cuenta que es imposible la reconciliación de estos dos enfoques: evolución y Creación. Sin embargo, el enfoque de la creación es más consistente, porque constituye una sola teoría, o realidad. Mientras que el enfoque de la evolución tiene por lo menos diferentes teorías principales, ¿cuál de ellas se acerca más a la realidad evolucionista?

Ahora bien, tenemos una realidad que es que estamos en este universo, que cuando nacimos estaba ahí, y que hay que buscar una manera correcta de vida, que permita la felicidad de todos los humanos y demás seres vivos que poblamos la tierra. No necesitamos fanatismos ni de los creen en la Creación, ni de los la de evolución. Necesitamos, una actitud de amor y comprensión hacía el prójimo, donde enmarquemos el concepto de «El respeto al derecho ajeno es la paz» Benito Juárez.

La convivencia humana es necesaria, porque no habrá desarrollo y bienestar del hombre, si no tomamos en cuenta que no somos simples seres vivos, sino que fuimos creados por un ser llamado Dios. Y además, que debemos dar cuentas de todo lo que hacemos; si el hombre vive sin pensar que tiene que dar cuentas de sus acciones, entonces puede hacer todo lo que quiera, sin importar el daño que pueda causar. El egoísmo se impone, ante la solidaridad y la justicia social. Pero está escrito: «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo» 2 Cor. 5:10.

Es de importancia lo escrito por el apóstol Pablo: » No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza» Rom. 12:17-20. Dios le bendiga.