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Bosch, Leonel y Danilo: 180 meses de brillante gestión gubernamental

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ARAUJOPOR FAUSTO ARAUJO.-
Los ejercicios gubernamentales de más luz y progreso, en sentido general, que ha vivido la República Dominicana en toda su historia los encontramos registrados en los 180 meses de brillantes gestiones del Profesor Juan Bosch (febrero-septiembre de 1963; el doctor Leonel Fernández (agosto 1996-agosto 2000, agosto 2004-agosto 2008, y agosto 2008-agosto 2012), y el licenciado Danilo Medina (agosto 2012-febrero 2015).

Y no es para menos.

Esas gestiones han transformado y modernizado al país. Las contundentes, prioritarias y majestuosas obras de infraestructuras construidas durante los gobiernos de Bosch, Leonel y Danilo han dado un inequívoco impulso al turismo, al comercio y la economía nacional en sentido general, contribuyendo con la generación de cientos de miles de empleos y el evidente mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo dominicano.

El gobierno encabezado por el Profesor Juan Bosch (del 27 de febrero al 25 de septiembre de 1963) se caracterizó por respaldar los derechos humanos y las libertades públicas y, sobre todo, por haber impulsado una serie de proyectos en el aspecto económico y social de extraordinaria trascendencia.

Los aspectos más sobresalientes y conocidos de ese interesante ensayo democrático son el respeto a los derechos de los ciudadanos y la expansión de las libertades públicas.

Sin embargo, cuando se pasa un balance minucioso a la obra de gobierno y los proyectos concretos emprendidos por Bosch hay que coincidir con los historiadores, políticos y economistas que señalan que el fatídico derrocamiento perpetrado el 25 de septiembre de 1963 ha retrasado el desarrollo económico y social del país por no menos de 40 años.

Según se desprende de publicaciones aparecidas en los periódicos El Caribe y Listín Diario de la época, y de la Constitución de 1963, el gobierno de Juan Bosch echó las bases del desarrollo económico y social de la República Dominicana, encaminó acciones concretas para sembrar el país de fábricas, industrias y acueductos, incentivar la agricultura y la pecuaria, rescatar la escuela dominicana, eficientizar el sistema sanitario nacional y proteger el medio ambiente.

El gobierno de Bosch -dentro del elevado grado de apertura y participación que exhibió- abrió las puertas del Palacio Nacional al pueblo, y en ese sentido, todos los días miércoles el presidente de la República desayunaba con representantes de los diversos sectores del país, a fin de escuchar sus planteamientos y procurar soluciones en conjunto.

Ahí -en ese ejemplo- están las raíces de los esfuerzo de diálogo y concertación que han impulsado, desde sus respectivos ascenso al Poder, el ex Presidente Leonel Fernández y el Presidente Danilo Medina, sin dudas, dos discípulos aventajados del Maestro de la Política, Padre de la Democracia y Símbolo de la Dignidad Nacional.

Bosch, quien asumió el Poder el 27 de febrero de 1963 –hace 52 años- y encontró al pueblo dominicano sumido en un estado de miseria general alarmante, promulgó una Constitución que puede encasillarse entre las más modernas y avanzadas de la época.

El Presidente organizó la economía del país, reorganizó los distintos departamentos de la administración pública, pagó la deuda externa, consolidó la moneda nacional y el crédito interno y externo del Estado, dispuso aumentos de los salarios en los sectores público y privado y congeló los precios de los productos de primera necesidad.

El fatídico golpe de Estado contra el gobierno de Don Juan tronchó el levantamiento de una serie de obras de infraestructura en todo el país, entre las que figuraban puertos, muelles, puentes, carreteras, reformas al ferrocarril que cubría la ruta San Francisco de Macorís-La Vega-Sánchez; edificios de correos y telecomunicaciones; mataderos industriales en Santiago y San Pedro de Macorís; cementerios y otras que aparecen detalladas en los diarios de la época.

Al golpe de Estado de 1963 le debemos los dominicanos las más de cuatro décadas de atraso que hoy día pesan sobre nuestros hombros.

Como hemos visto, si el gobierno del Profesor Juan Bosch no hubiese sido derrocado -y muchas obras anunciadas y por anunciarse en los meses y años que le restaban en el ejercicio del Poder al laureado escritor y político se hubiesen realizado- la República Dominicana no se encontraría en la actualidad exhibiendo ciertos niveles de atraso, y sus avances en el campo económico, social, político y cultural serían extraordinarios.

No hay que olvidar que el Presidente Bosch tenía una amplia visión de futuro, tan amplia que hoy, 52 años después, sirve de inspiración y de guía a sus discípulos más aventajados, entre ellos, el ex presidente Leonel Fernández y el Presidente Danilo Medina.

*El autor es escritor y dirigente del PLD.

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