A propósito del estreno de la esperada película este miércoles, surge la inquietud de cómo Universal Pictures fue capaz de terminar la cinta de las famosas competencias clandestinas de autos sin Paul Walker. La respuesta tiene dos componentes: los hermanos del actor y los avances digitales.
Cody y Caleb Walker hicieron las veces de su hermano Paul, aunque el director tuvo que utilizar también imágenes de Walker de películas anteriores. Sin embargo, Hollywood Reporter confirmó que la compañía Weta Digital de Peter Jackson completó la tarea con un trabajo digital para recrear a la perfección el rostro de Walker sobre el de sus hermanos.
Lo que es claro es que muchos acudirán a las salas de cine no solo para ver las últimas escenas del fallecido actor, sino también para saber si la estrategia dio resultado y si la ausencia del actor no es tan notoria.
LA TRAMA
La trama de Rápidos y furiosos 7 se desarrolla más de un año después de que la pandilla regresa a Estados Unidos, luego de haber sido indultados.
La amenaza que representa Deckard Shaw los sacará a todos de su letargo y los llevará a sortear la muerte en lugares tan lejanos como Abu Dhabi, capital de Emiratos Árabes. Desiertos, transitadas calles y hasta rascacielos servirán de pista para sus bólidos.
En esas impresionantes locaciones James Wan, conocido por éxitos de terror como Saw, El conjuro e Insidious, da rienda suelta a su creatividad.
“Soy un fanático de la franquicia. Primero y ante todo, fue emocionante para mí salir del género en el que soy conocido y abordar tan gran y amada serie”, expresó Wan en los apuntes del filme.
El origen de Shaw. El hilo conductor de Rápidos y furiosos 7 es Tokyo Drift (2006), la tercera película de la saga que, “eventual y estratégicamente, anidaría en la mitología de Rápidos y furiosos”, anotan los productores haciendo alarde.
De esa película, en la que Diesel hace una aparición sorpresa al final de la cinta y en la que Han muere en un accidente, es donde se origina el personaje de Deckard Ian Shaw, como asesino.
En una escena tras los créditos, luego de Rápidos y furiosos 6, se revela que Shaw fue el culpable absoluto del accidente.
“Todo fue parte de un plan maestro. La revelación del conductor, hasta ahora desconocido en Tokio Drift, y que embistió el auto de Han con su Mercedes, es el sello de una franquicia con su inteligente descifrado de personajes del pasado y elementos de la trama, provoca nuevas y apasionantes historias”, agregó.
De esta manera, Tokio Drift —considerado el filme perdido de la saga— encuentra sentido entre los recovecos de Rápidos y furiosos 6 y el desarrollo de una Rápidos y furiosos 7 muy bien calificada por los expertos.