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NACIONALES

Crisis y Oportunidades

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Por Alfredo Cruz Polanco ([email protected]).-

“Los países que exhiben un alto índice de transparencia, son los que muestran un mayor desarrollo humano, son más competitivos y los que reciben una mayor inversión extranjera”. Aaron Suartz.-

Cuando algunos organismos internacionales como el Foro Económico Mundial, la CEPAL, el Programa PISA, ONU, Justicia y Transparencia y el GAFI, facultados para evaluar algunas variables de desarrollo de nuestros países, tales como: crecimiento económico, desarrollo humano, gestión curricular, salud, transparencia, justicia, seguridad jurídica, competitividad, objetivos de desarrollo sostenible, entre otras, nos colocan en un lejano lugar, nuestras autoridades, en vez de criticar, acusar y rechazar esta calificación, deben buscar las causas de la misma; en qué hemos estado fallando e incumpliendo, y tratar de corregir y enmendar cuanto antes, las debilidades, errores e inobservancia a las leyes y a las normas internacionales.

Esto debe ser así en razón de que la misma afecta en gran medida a la imagen internacional del país, contribuyendo a que se alejen las inversiones extranjeras y dejemos de ser competitivos.

Según el Foro Económico Mundial, en materia de competitividad, nuestro país descendió 12 puestos en el índice de competitividad, pues del lugar número 92 bajó al 104. Las razones que tuvo dicho organismo para colocarnos en esa lejana posición, fueron: el mal funcionamiento de la justicia, las altas tasas de impuestos, una ineficiente burocracia, la corrupción pública y privada, entre otras.

A raíz de los problemas económicos, políticos, sociales y de los efectos del cambio climático que afectan a Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Haití y al Caribe Insular, en estos momentos, la República Dominicana tiene todas las oportunidades de convertirse en el país líder en materia económica, exceptuando a México, de toda Centro América y todo el Caribe, por las siguientes razones:

Posee una ubicación geográfica privilegiada, que la hace atractiva para las inversiones extranjeras, por su cercanía con los grandes países desarrollados; modernos complejos turísticos, que la convierten en el principal destino del área; una moderna infraestructura de desarrollo, compuesta por grandes puertos, aeropuertos internacionales en lugares estratégicos; un moderno sistema de transporte, excelentes vías de comunicación terrestre, recursos naturales (clima, playas, ríos, montañas y tierras de las más fértiles del mundo); un modelo de desarrollo en el área de las telecomunicaciones y tecnología, etc.

Además, modernos parques industriales de Zonas Francas, centros de salud avanzada y de estudios superiores; cuna de grandes primicias históricas, religiosas y culturales; un fuerte sistema bancario, una gran estabilidad política, económica, paz social y laboral; una economía en crecimiento, recursos humanos bien calificados, un nivel de inflación por debajo de dos dígitos y una gran seguridad jurídica, indispensables para la inversión extranjera.

Para lograrlo, sólo tenemos que prestarle atención a las observaciones hechas por dichos organismos, corregir las mismas en el menor tiempo posible, promover y proyectar el país en toda su dimensión, a través de nuestras embajadas.

Esto debe hacerse así porque lo primero que hacen los inversionistas extranjeros es analizar los índices de desarrollo de los países donde desean invertir, por lo que en vez de condenar y desconocer los señalamientos que se nos hacen, debemos agradecerlos y valorarlos en su justa dimensión, pues nos ayudarán a corregirlos y a ser efectivamente, más competitivos.

*El autor es Contador Público Autorizado, CPA.
Ex Miembro Titular de la Cámara de Cuentas de la República.
Ex Diputado al Congreso Nacional.

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