Explicó que como la justicia nunca más ha regresado al país los casos que van a los tribunales quedan impunes, «y el poder judicial es manejado al antojo y conveniencia del gobierno en turno».
Espaillat dijo que un pueblo sin justicia vive intranquilo, inseguro y descontento.
Recordó que el propio patricio Juan Pablo Duarte dijo en una ocasión al pueblo, «sed justo lo primero si queréis ser felices”.
El alto dirigente y una de las principales figuras presidenciables del PRSC señaló que la toga debe estar reservada para los hombres virtuosos, de honor, de nobleza y de rectitud, «que han de ser los llamados a administrar la justicia de forma imparcial y no influenciable, algo poco común en nuestro sistema».
El doctor Espaillat reconoció la dificultad de hacer justicia en un país donde casi todo el mundo se conoce y donde la forma inapropiada de hacer política termina afectando todas nuestras instituciones democráticas.