En una nota los hermanos los hermanos Omar Baldomero Contreras Rosario, Edgar Isidro Contreras Rosario y Luz Divina de la Altagracia Contreras Rosario, así como la señora Valentina Rosario, madre de éstos informaron que depositaron el recurso en el Tribunal Constitucional en busca de la protección de sus derechos constitucionales violados.
Explicaron que tras un proceso judicial en el que se fundamentó una sentencia penal en una prueba irregular, consistente en un peritaje hecho sobre una fotocopia, los cuatro han sido objetos de una persecución personal.
“Las personas afectadas por el fallo recurrido estamos confiadas en que el Guardián de la Constitución sabrá proteger los Derechos Fundamentales que nos han sido vulnerados a instancias de un grupo de individuos que pretende despojar a un miembro de nuestra familia, el señor Omar Contreras Rosario, de su propiedad como accionista principal de la entidad Centro Médico Gazcue, S.A.”
Explican que los señores Luis Roberto de Jesús Romero Merejo, Osvaldo Antonio Domínguez Salcedo, Rhina Altagracia Aquino y Ramón Antonio Valentín Bretón Alba tienen la finalidad de quedarse con el inmueble de Omar Contreras Rosario, quien es accionista mayoritario.
La sentencia número 758 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia impone una condena privativa de libertad de tres años y el pago de RD$10,000,000.00 millones a Omar Baldomero Contreras Rosario, Edgar Isidro Contreras Rosario y Luz Divina de la Altagracia Contreras Rosario.
A juicio de la familia Contreras Rosario, el fallo judicial que es objeto del referido Recurso de Revisión Constitucional, sustentada en la Resolución número 758 dictada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia en fecha 11 de septiembre de 2017 incurre en el error imperdonable de fundamentar la condena impuesta a dichos señores en un peritaje realizado a una fotocopia y no al documento original que se alega falseado, en la que se hace imposible determinar si las firmas evaluadas fueron o no colocadas en el documento objeto de estudio por sus titulares.
Pese a la gravedad de la falta en que se incurrió al dictaminar un fallo como este, violando el Debido Proceso de Ley y el Derecho de los hermanos Omar, Edgar y Luz Divina Contreras Rosario, y la señora Valentina Rosario, los ahora recurrentes confíamos plenamente en que los dignos jueces del Tribunal Constitucional sabrán identificar las irregularidades del fallo que es objeto de Recurso y podrán así hacer justicia para con nosotros ciudadanos.
Los integrantes de la familia Contreras Rosario reiteran que el informe pericial que citan tiene la peculiaridad de que los documentos originales que se reputan alterados nunca fueron verificados por la analista actuante, a quien solo se le suministró copia totostática en franca violación de la ley.
Precisan que defendieron en derecho su dignidad mediante la presentación de los elementos fácticos y jurídicos de lugar durante un proceso que iniciaba con la incorporación de elementos de prueba que no superaban el más mínimo test frente a las vinculantes normas del Debido Proceso y que culminó en la muy desacertada sentencia que le afecta.
Manifestaron que recurrieron al Tribunal Constitucional para la revisión de la sentencia número 758, porque han sido víctimas de un daño que resulta irrevocable e irreparable debido a la violación de sus derechos fundamentales.
Aseguran que la sentencia dictada por la Suprema Corte de Justicia atacada en revisión que rechaza un recurso de casación incoado en contra de una sentencia dictada por la Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, la cual agravó de manera injustificada las insólitas condenas que habían sido ya dispuestas por un Tribunal Colegiado en base a documentación irregular.
Reiteran que la sentencia sustentada en un informe caligráfico sobre una copia fotostática del documento es un burdo, ilógico, ilegal y vulnera groseramente el Debido Proceso de Ley, y esa sentencia tan injusta, desproporcional, malsana pretende ser ejecutada.
La Familia Contreras Rosario confía en la sabiduría, probidad y bien ganado prestigio y seriedad de los miembros del Tribunal Constitución, quienes acogiendo su pedimento devolverán la paz y tranquilidad a una familia de profesionales dedicados al ejercicio en las diferentes áreas.