¿Miembros Cámara de Cuentas utilizan arte del cabildeo para recibir reconocimiento?

SANTO DOMINGO.-Hace varias semanas, dos integrantes del pleno de la Cámara de Cuentas de la República (CCRD) hicieron hasta lo imposible por obtener un “reconocimiento” de uno de los organismos internacionales que brindan apoyo y asesoría a esa institución fiscalizadora, como el PNUD, Banco Mundial, Unión Europea y otros, tal vez con la intención de contrarrestar mediáticamente las lluvias de críticas que recibe la entidad.

Cuentan que Carlos Noes Tejada, alias “El Chino”, quien funge como secretario del Bufete Directivo, pero que en realidad es el “brazo ejecutor” de la CCRD, tocó puertas utilizando el arte del cabildeo con miras a obtener un reconocimiento, o simplemente que le entregaran una placa valorando su trabajo o trayectoria (¿?), al igual que de otros miembros titulares de la institución.

Pero los esfuerzos del cabildeo no dieron resultado, ya que ninguna de las puertas de los organismos internacionales con oficinas en Santo Domingo se abrieron para los planes de “El Chino” y de otros miembros del pleno.

Carlos Tejada, alias «El Chino»

Al final tuvieron que conformarse con un “reconocimiento” de un club del barrio de Villa Consuelo, de la Capital, como “hijos distinguidos” del sector, pero como era de esperarse, no logró el impacto que buscaban.

Lo extraño fue que en vez de organizarse el acto en el club, enclavado en el mismo corazón de “VillaCon”, como le llaman ahora a ese barrio, lo hicieron en la sede de la institución fiscalizadora “por todo lo alto”.

Algunos directivos del club hasta se sorprendieron que lo invitaran a un acto a la sede de la Cámara de Cuentas para hacer entrega de dos placas, una a “El Chino” (Carlos Noes Tejada) y otra a Margarita Melenciano Corporán.

Ellos entendían que como el reconocimiento a éstos funcionarios era por estar “siempre presentes para los residentes de Villa Consuelo y por su labor social en la barriada”, debió celebrarse en el club con la participación de una representación importante de la comunidad, y no en la Cámara de Cuentas porque aquel acto de gratitud nada tenía que ver con la gestión en la institución fiscalizadora.

De todos modos, la actividad se hizo en la CCRD y abarrotaron el salón con los empleados de la entidad, como si quisieran que éstos fueran testigos de aquel “gran acontecimiento”, que contó la presencia de los integrantes del pleno, encabezado por su presidente, Hugo Álvarez Pérez.

El acto culminó con un brindis de buenas bebidas espumosas, una exquisita picadera a lo Mike Mercedes y un show artístico con un reconocido cantautor dominicano.

Esto es una demostración -comenzaba un empleado- de cómo esta gente han «cualquierizado» la Cámara de Cuentas.