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EL YO ATORMENTADO: LA PSICOLOGÍA Y LA RESPONSABILIDAD CIVIL

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POR DR. NICANOR RODRIGUEZ TEJADA (2 de 4).-

Este fenómeno tiene su presencia en los nuevos paradigmas que han ido incorporando el que hacer de la vida, los cuales a través de nueva forma de ver su acontecer en la implementación de cambios cuya tendencia y acción e contribuir que las cosas puedan hacerse diferente a la manera como se venían o estaban haciéndose, hecho que el siglo XXI, en la menos de dos décadas ha podido demostrar que no es una moda, sino que se trata de una tendencia que no tiene retroceso en los procesos de la naturaleza que éstos puedan ser.

De manera que cuando pasamos a referirnos a los procesos o categorías de sistemas de acción primaria, no referimos a los elementos que configuran la personalidad, que como su nombre indica son básicos para el desenvolvimiento de la vida cotidiana y que se constituyen en necesario, sentir, actuar, pensar, etc., porque sin ellos no sería posible lograr la búsqueda razonable de nuestra normal actuación continua.

Sin embargo, los sistemas de acción asociados e instaurados para defenderse de la amenaza que frente situaciones importantes, el organismo la utiliza como mecanismo de defensa, convirtiéndolo en útiles agentes de nuestra salvaguarda, es el caso de la huida cuando existe un peligro latente, que se haga capaz de garantizar la supervivencia del ser humano como principal fortaleza y garantía de la vida, en un papel secundario en relación al sistema primario.

En estos casos cuando ambas son necesarias sobre todo en largo periodo de tiempo, es entendible que algunas personas recurren a una división un tanto rígida de su personalidad con el objetivo de abordar estos objetivos discrepantes en sus correspondientes actividades asociadas, explican los autores tratados sobre el tema.

Se entiende sobre este particular que la falta de coherencia e integración de la personalidad se articula de forma más evidente en la alternancia y la coexistencia de la vivencia reitera de acontecimientos traumáticos, en donde la evitación de los recuerdos de la experiencias traumática con la atención centrada en devolverse en la vida cotidiana, lo cual a consideración de los autores es característica del trastorno por estrés postraumáticos, (APA, 1994).

A través de esta pauta encontramos una división de los sistema de acción para la defensa, aquellos que nos guían para evitar o huir de la amenaza, como hemos señalados y de los sistema de acción para el desenvolvimiento de la vida cotidiana y que estos corresponden de manera principal a la búsqueda de estímulos atractivos en la vida, los cuales nos ayuden a sobrevivir o a sentirnos bien, en el desarrollo de nuestras acciones.

En la disociación estructural relacionada con las experiencias traumáticas supone, pues una deficiencia de la cohesión y la flexibilidad de la estructura de personalidad (Resch, 2004) estableciendo que esta deficiencia no significa que la personalidad esté completamente escindida en diferentes “sistemas de ideas y de funciones”, sino más bien que existe una falta de cohesión y de coordinación entre los sistemas que comprenden la personalidad de la victima traumatizada.

Los autores hablan de la división de la personalidad desde la perspectiva de las partes disociativas de la personalidad, tomando para esta división la terminología adoptada por éstos en el término de personalidad aparentemente normal (PAN) y la personalidad emocional (PE), elementos con lo que pretenden explicar las diferentes facetas de las variables que se subsistan dentro de este esquema.

Sin embargo, hablando del término personalidad, debemos acompañar haciendo una precisión de la teoría de la personalidad desarrollada por el Psicoanálisis y de su fundador Sigmund Freud, el cual consiste en el siguiente esquema el YO, el Ello y el superyó

Con el objetivo de definir las partes prototípicas de la personalidad desde la perspectiva del libro, estos opinan basado en la teoría del psicólogo y psiquiatra británico, el cual vivió la experiencia de la primera guerra mundial, el psicólogo Charles Samuel Myers. Este autor descubrió una forma elemental de disociación estructural en los soldados combatientes en la contienda bélica mundial, los cuales habían desarrollado un trauma agudo, denominado “neurosis de guerra”, la cual instituye las dos características, las cuales han sido precedentemente como la personalidad aparentemente normal (PAN) y la personalidad emocional (PE).

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