Así lo informó su hijo Joel Díaz, quien dijo que gracias a Dios el juez «no tuvo secuela ni física ni neurológica producto del derrame, que actualmente habla con normalidad y tiene todas sus facultades normales».
Agregó que, en los próximos días retomara sus actividades cotidianas.
Manifestó que su progenitor recibió atenciones médicas en la Clínica Corazones Unidos, por lo que agradeció primero a Dios por su rápida recuperación, a sus médicos y al Centro Cardio-Neuro Oftalmológico y Trasplante (CECANOT), en especial a los doctores Pedro Ureña y José Joaquín Puello.