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PRSC tiene gran desafío de crecer y posicionarse sin el grupo «rebelde»

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SANTO DOMINGO.- El Partido Reformista Social Cristiano tiene el gran desafío de seguir creciendo para posicionarse y ser competitivo de cara a las elecciones de 2020, sin contar para ello con el grupo disidente que encabezan Víctor –Ito- Bisonó, Josecito Hazim y los funcionarios del gobierno que en las pasadas elecciones abandonaron el PRSC para apoyar al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ya que se vislumbra su salida definitiva del reformismo y tomando en cuenta que un sector importante de la organización no está de acuerdo con su regreso porque tiene el temor de que podrían cometer la misma acción divisionista en el próximo proceso comicial.

El presidente del PRSC, Federico Antún Batlle (Quique), y el secretario general, Ramón Rogelio Genao, saben perfectamente, al igual que la mayoría de los reformistas, que difícilmente Bisonó y Hazim quieran regresar al partido con la promesa de incorporarlos a posiciones dirigenciales “secundarias”, como miembros de algún órgano de dirección, tomando en cuenta que en la Asamblea Nacional Ordinaria del pasado 17 de septiembre celebrada en el Coliseo Carlos –Teo- Cruz se eligieron a las nuevas autoridades partidarias, incluyendo los cargos más importantes a los que éstos aspiraban, justo en el momento en que el grupo disidente celebraba en un hotel de la capital una supuesta asamblea que fue anulada recientemente por el Tribunal Superior Electoral (TSE).

Lo propio se dice del grupo de reformistas que ocupa cargos en el gobierno, que se da como un hecho que ninguno de ellos, entre los que se encentran directores generales, viceministros, embajadores y cónsules, van a renunciar a sus funciones para volver a un partido que se encuentra actualmente jugando su rol de fuerza política opositora.

Por esta razón -a juicio de analistas- constituye una quimera o una fantasía política el reingreso al PRSC del grupo liderado por Bisonó, Hazim y varios funcionarios del gobierno, por lo que entienden que los esfuerzos que se vienen haciendo en esa dirección no son más que un desperdicio de tiempo y energías que debieran enfocar en acciones productivas para el partido que ayuden a su crecimiento y fortalecimiento con miras a las elecciones de 2020.

El PRSC, que juramentará a finales de este mes a sus nuevas autoridades, encabezadas por Quique Antún y Ramón Rogelio Genao, tiene necesariamente que reconocer y aceptar la salida definitiva de este grupo, lo que lo obligaría a redoblar el trabajo partidario para impulsar el relanzamiento del reformismo.

Tanto Antún Batlle como Genao, dos gladiadores de la arena política nacional, han tenido grandes retos en su partido y han sabido salir triunfantes, de manera que difícilmente este grupo de “rebeldes” pueda intimidarlos ahora.

En ese sentido, muchos aseguran que con las experiencias que han acumulados ambos dirigentes a través de los años en la dirección de esa entidad política fundada por Joaquín Balaguer, sabrán encarar con mayor éxito este nuevo desafío.

Las autoridades del Partido Reformista saben muy bien –y se dice que eso lo han analizado en múltiples ocasiones- que los reformistas que ocupan cargos en el gobierno abandonaron la organización meses antes de las elecciones de 2016 para apoyar al PLD, y sin embargo el PRSC –sin ellos- supo ganarse la confianza de una parte importante de la población, lo que le permitió obtener una votación significativa para conservarse como una de las principales fuerzas políticas del sistema de partidos de la Republica Dominicana.

De manera -a juicio de algunos dirigentes- ahora le será mucho más fácil superar esta nueva situación a lo interno del partido, ya que su estructura quedaría prácticamente intacta en todo el territorio nacional.

Lo que se espera de las nuevas autoridades del Partido Reformista, con la salida definitiva del grupo “rebelde”, es propiciar una unidad monolítica a lo interno de la organización y establecer un plan de trabajo efectivo que le permita al PRSC ganarse la confianza de los diferentes sectores de la sociedad dominicana, principalmente de los jóvenes, lo que sería clave para su crecimiento y fortalecimiento.

El liderazgo del Partido Reformista tiene que demostrar ahora, a partir del 28 de enero cuando se juramenten las nuevas autoridades, que es capaz de trazar el futuro de la organización sobre la base del trabajo constante, permanente y efectivo que le permita alcanzar el poder.