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Opiniones

¿Por qué insistir en querer destruir el PRSC?

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en

Por Camilo Suero.-

En el seno del Partido Reformista Social Cristiano en los últimos tiempos, lamentablemente, se ha querido enseñorear, aupado por sectores irreflexivos, el germen de la división.

Observamos con tristeza que algunos encumbrados dirigentes del reformismo, en vez de buscar acercamiento y un verdadera compactación entre la familia Reformista-Balaguerista, se la pasan, por debajo de la mesa, haciendo todo a su alcance por destruir el PRSC.

Con ese proceder y accionar político, de falta de sinceridad y de unidad partidaria, desde las propias entrañas del partido, con indicaciones y complicidades externas, buscan dar el “jaque mate” al gran legado del doctor Joaquín Balaguer: el Partido Reformista.

Compatriotas, este es un momento más que de reflexión, de sincerización; más que de poses demagógicas, de franco diálogo y acercamiento; más que de acusaciones y recriminaciones, de hacernos un mea culpa, autoanalizarnos y concluir si es que queremos realmente resurgir como el ave fénix o si lo que nos mueve es el instinto malsano de querer destruir a nuestro PRSC, cometiendo la mayor iniquidad política que registraría la historia en nuestro país.

Llegó pues la hora de la grandeza, de la humildad y del reencuentro sincero y responsable de la familia Refomista-Balaguerista.

Nuestro partido jamás debe morir o desaparecer por nuestra propia ruindad. No seamos sepultureros de la memoria y legado de quien lo dio todo por nosotros y por el país: el doctor Balaguer.

Los auténticos reformistas-balagueristas somos idealistas y esa condición hace la diferencia, no trabajamos pensando en el beneficio propio, no trabajamos por canonjías ni recompensas, no somos ególatras políticos, no trabajamos para grupos irreflexivos ni mucho menos hacemos causa común con la deslealtad, la mezquindad y la hipocresía.

Estamos en estos momentos frente a un proceso perturbador y peligro para la propia existencia de nuestro partido. La irracionalidad y las ambiciones personales a destiempo de algunos dirigentes nos están conduciendo irremisiblemente, cual epígono de la maldad hacia un sepulcro desconocido y sin epitafio.

Despertemos pues, el país observa nuestros pasos, está pendiente de nuestras decisiones, no nos equivoquemos, volvamos a entonar triunfalmente nuestro grito de batalla: ¡Reformistas a la carga, unidos y a paso de vencedores!

*El autor es miembro de la Comisión Ejecutiva del PRSC y ex alcalde de Montecristi. Actualmente es regidor.

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