En la Isla Antigua y Barbuda residen aproximadamente diez mil dominicanos, una comunidad trabajadora que día a día lucha incansablemente para obtener recursos económicos y enviar dinero a sus familiares en la República Dominicana.
Pero para la diáspora no ha sido fácil establecerse en esa nación donde si una persona no tiene sus documentos en regla no pueden trabajar y para hacerlo debe obtener costosos permisos laborares o de lo contrario son deportados.
Adolfo Peña, presidente de la comunidad de dominicanos residentes en Antigua y Barbuda, denunció que la delegación consular que representa el país en ese territorio es «inoperante» y la comunidad no se siente representado por ellos.
Peña explicó, que muchos dominicanos han sido detenidos por la Policía y en muchos casos de forma injusta y el cónsul, Adriano Herrera y vice cónsules nunca se han presentado para conocer el problema, como lo hacen otros funcionarios consulares de otros países con sus ciudadanos.
Sostuvo que ningún dominicano que reside en esa isla conoce el cónsul Herrera, quien para ellos supuestamente vive más en la República Dominicana y no cumple correctamente con la función que fue nombrado por el Gobierno.
Indicó que cuando un criollo se muere por cualquier causa no reciben ningún apoyo de las autoridades consulares para trasladar el cadáver a suelo dominicano y los criollos tienen que realizar maratón para conseguir el dinero y poder trasladar el cuerpo al país.
Agregó que varias personas han sido deportadas porque cuando solicitan el pasaporte u otros documentos en el Consulado se tarda hasta seis meses o más para entregarlos.
Expresó que cuando realizan actividades con motivo de efemérides patria ningún representante consular acude a participar conjuntamente con los dominicanos por lo que entienden que no les interesa involucrarse con ellos.
Ante esa situación, los dominicanos piden al presidente Danilo Medina que destituya la delegación consular y designe a personas que representen dignamente a la República Dominicana.