POR CARLOS NINA GOMEZ (carlosninagomez@yahoo.com).-
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Por necesidad debo citar nuevamente al inmortal escritor colombiano Gabriel García Márquez (Premio Nobel de Literatura 1982) quien fundó la moderna escuela bautizada como «El nuevo Periodismo Iberoamericano».
García Márquez, cuyo primer trabajo fue el de periodista-reportero, nos dejó esta inolvidable frase: «El periodismo es el mejor oficio del mundo». Y en forma jocosa escribía que los periodistas de la calle, que laboran en el día a día, son «cargacuartillas».
Pero nunca, en sus talleres, conferencias, cátedras, así como en diálogos con ejecutivos de periódicos y profesores, habló de que al periodismo debían entrar (calificados como invasores) individuos «paracaidistas» con ganas de aparentar ser periodistas, pero, obviamente, sin criterio sobre el trabajo que debe marcar -en su praxis- al periodismo profesional.
Para quienes creen que cualquier señor, o «Juan de los Palotes», puede llamarse periodista, García Márquez siempre hizo hincapié en que, por ejemplo, un joven que tenga vocación periodística, debe acreditarse como tal. Es decir, estudiar periodismo y conocer la normativa académica de la profesión.
Asiento otra opinión que solidifica el pensamiento que enarbolaba el afamado escritor sobre el puro ejercicio periodístico: “El periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad”.
Según Miguel Guerrero, quien insiste en que cualquier ciudadano tiene derecho -aunque en la práctica ni en la teoría sea periodista- «a publicar como comunicador en los medios de comunicación».
Cree que «el periodismo no es más que una extensión del derecho de los ciudadanos a expresarse libremente a través de los medios en sus distintas modalidades». ¡Pobre argumento!.
En contraposición a tan errado criterio, leamos la auténtica definición de periodismo y que la ofrecen capacitados y doctos de la cátedra periodística:
“Periodismo es la profesión que comprende el conjunto de actividades relacionadas con la obtención, elaboración y difusión de información actual o de interés para transmitirla al público a través de los medios de comunicación. Conjunto de estudios o conocimientos necesarios para obtener un título académico de periodista».
Precisan que «dada la evidente influencia del periodismo en la sociedad, se ha desarrollado una deontología profesional constituida por una serie de normas y deberes éticos –ética periodística– que guían la actividad».
De manera que la insulsa “teoría” de Guerrero nunca será validada por los académicos del periodismo. ¡Porque tal concepto violenta los principios y la normativa más elemental de tan digna carrera profesional.