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Opiniones

Las próximas elecciones…¿y las encuestas?

Publicado

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POR CARLOS NINA GOMEZ([email protected]).-

Nuevamente la Junta Central Electoral (JCE) se juega su prestigio. Sí, porque tiene por delante dos serios procesos.

Primero, organizar -y hacerlo con transparencia, imparcialidad y eficiencia- las abortadas elecciones municipales.

Esta jornada, tras colapsar el pasado 16 de febrero, ahora está pautada para el 15 del presente mes.

Y segundo, organizar, e igualmente cumplir con lo que manda la celebración de un torneo electoral limpio y transparente, los comicios del venidero 17 de mayo en los que se escogerán al Presidente y Vicepresidente de la República, así como a los nuevos senadores y diputados.

Son, y lo sabe el presidente del organismo colegiado, Julio César Castaños Guzmán, dos nuevos retos.

De lo que ocurra en los referidos procesos electorales dependerá la solidez de la democracia dominicana.

No nos imaginemos -y que ningún intruso experto en informática intente infiltrar su capacidad cibernética en la JCE- que el 15 de marzo se repita lo registrado el 16 de febrero. ¡Qué Dios nos coja confesados!

Pese al fracaso de febrero, debemos depositar toda la confianza en Castaños Guzmán y los demás jueces de la entidad colegiada

Darles la oportunidad de realizar, como lo espera el país, unos torneos electorales que se enmarquen dentro de la pulcritud y el respeto al voto de los ciudadanos.

Mientras tanto, la prensa nacional continúa publicando encuestas «al por mayor y detalles» en las que se dan a conocer los candidatos (a la Presidencia) con más posibilidades de ganar las elecciones de mayo.

En un artículo publicado en esta misma tribuna hice esta pregunta: ¿Debemos creer en las encuestas?

La pregunta no tiene, por lo menos en este trabajo, ninguna respuesta, pero sí observar que algunas de esas encuestas obedecen a «claros intereses» políticos.

No somos tan tontos para darles credibilidad a todo lo que se reseña en esos sondeos. ¡Aunque sus diseñadores (¿?) emitan argumentos al respecto.

La historia política-electoral de República Dominicana nos dice que las encuestas no deben, del todo, considerarse como «laboratorios científicos» creíbles.

Es decir, que lo que en esas encuestas se publica debe ser aceptado porque -según sus ejecutivos- se realizan en base a “certeras mediciones”.

También hay que anotar, para darles el beneficio a objetivos y correctos organizadores de sondeos electorales, que muchas veces dan en el “blanco”. Aciertan en sus encuestas. Sin embargo, será el voto de la mayoría el que finalmente decidirá.

¡Es el que certificará la verdadera encuesta nacional!

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