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Opiniones

Gedeón Santos: Los iguales se juntan

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Por Pascual Ramírez.-

Que los iguales se atraen es una ley natural de la vida que la podemos comprobar a diario en nuestras relaciones humanas, laborales, familiares, personales, sociales, sentimentales, y por supuesto, hasta en los contactos y afiliaciones políticas.

Existe una tendencia general de buscar y juntarse con gente como uno, que compartan los mismos intereses, visión de la vida, valores, concepciones, principios, afinidades. Es por eso que los perversos y las personas del bajo mundo se ven reflejados en otra persona igual de perversa y baja, formando así una asociación de malhechores, capaz de cometer olímpicamente todas las tropelías propias de las bajas paciones humanas.

Asimismo, los corruptos coinciden con otros corruptos y se alían para hacer desfalcos, enriquecerse ilícitamente, enlodar reputaciones y desfondar al país, sin importar si tales acciones rompen familias o producen miserias. En cambio, la gente honrada y correcta se esfuerza en no hacer causa común con bandidos, con degenerados, deshonestos, con prevaricadores, sin ética y con toda suerte de maldad.

El individuo honesto y correcto no quiere que lo confundan y marcan distancia, como si de una peste se tratara, con las personas de conducta turbia, opuesta a sus valores y creencias. Sabe que hay mucha verdad en la sabiduría del refrán que dice: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Y en las organizaciones, en la política y en los partidos, la sentencia de este refrán se cumple a plenitud.

De ahí que el político honesto, digno y moralmente íntegro, cuando siente que su partido u organización ya no le representa dentro del marco de esos valores porque los principios fundacionales que le dieron origen ya no existen, renuncia de ahí. Porque no quiere que lo igualen con esas rémoras. Porque siente que su razón de estar ya no existe y tampoco se contenta con el relativismo moral de “juntos pero no reburujados”, porque se niega a aceptar la doble moral como condición del ser.

En ese contexto, entendemos y comprendemos la renuncia al Partido de la Liberación Dominicana de Gedeón Santos, a quien nunca he visto ni he tenido el gusto de conocer, pero a quien he admirado por su pluma preclara y por sus enjundiosos análisis que lo retratan como una persona con valores y principios contrapuestos a la entidad morada que acaba de abandonar.

A mi entender, Gedeón es un pensador profundo con convicciones políticas y sociales muy sólidas, y sobretodo, con una visión clara de hacia dónde debe ir el país. No me extrañó en modo alguno verlo acompañando al Dr. Leonel Fernández, partiendo del principio de que los iguales se juntan y lo hacen para grandes y buenos propósitos, en el caso de gente como ellos.

El apoyo de Gedeón a Leonel nos indica que los peledeístas que aún creen en los ideales boschistas, indefectiblemente, se irán a la Fuerza del Pueblo para apoyar a Leonel, porque como bien dijo Gedeón, el PLD no es hoy más que un cascarón “moribundo” en cuidado intensivo, cuya vida pende del respirador artificial que le provee el presupuesto nacional de la república.

Así como Gedeón huyó de aquel antro de pusilánimes y serviles, estoy seguro que otros, indignados y asqueados, seguirán sus pasos, sobre todo, aquellos que todavía ven la política como el arte de servir y a Bosch, como el estandarte más alto de la ética del servir público. Y creo que en ese contexto podríamos incluir las bases pertenecientes a la facción restante del PLD que liderea el presidente saliente de la Republica Danilo Medina.

Es por esta razón, que las bases, que son sabias, estoy seguro que se irán con Leonel en la primera vuelta y muchos de ellos empezaran a hacerlo públicamente. Al igual que, Gedeón Santos, ya esa base no tiene razón para estar ahí, debido a que esa organización hoy es una simple corporación financiera de millonarios y oportunistas, donde no se respira el aire limpio del aura moral que rodea a gente como Gedeón Santos.

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