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Opiniones

Consulado en Nueva York, un botín codiciado por los políticos dominicanos

Publicado

en

Por Mónica Zapata.-

NUEVA YORK.- ¿Por qué será que a los políticos dominicanos se les hace tan apetecible el nombramiento de cónsul en Nueva York?

Por ejemplo, al flamante nuevo cónsul Eligio Jaquez se le subieron los colores al rostro ante la pregunta del periodista José Alduey Sierra sobre si era verdad que el cónsul dominicano en Nueva York ganaba una millonada. Éste solo atinó a decir simplemente «que no sabía». Entonces el señor cónsul nos está diciendo que aceptó un trabajo sin saber cuánto sería su salario.

El cónsul dominicano tiene como salario base US$2,700.00 mensualmente. Sin embargo, según la resolución 02-07 del Ministerio de Relaciones Exteriores este tiene derecho a hacer retenciones por más del 50% de la emisión de cada pasaporte y visa, enviando un pago de 21 dólares a los Dirección de Pasaportes y 20 dólares al Ministerio de Relaciones Exteriores.

La libreta de pasaporte tiene un costo entre 135 y 180 dólares estadounidenses y la visa 90 dólares. Lo que resta de estos montos son depositados en los bolsillos del «honorable» cónsul. Además, el 100% de los ingresos obtenidos por poderes notariales, traducciones, apostillamiento, ciudadanía y renovación van a otro bolsillo en el mismo pantalón del » benemérito» cónsul.

Para poner un ejemplo, el cónsul anterior, el peledeísta Carlos Castillo, obtuvo beneficios por 8 millones de dólares para sus bolsillos durante sus dos años de trabajo y “sacrificios” al frente del Consulado General de la Republica.

Este provocador proceder oficial es práctica común de todos los cónsules por responder a una visión dentro de los partidos gobernantes que hace del Estado un botín de guerra a través del cual los funcionarios logran una rápida acumulación de riquezas y ascenso social.

Esta visión es consustancial al funcionamiento de gobiernos corruptos como los conocidos y al predominio de un sistema de partidos que abandonando toda identidad ideológica y doctrinal ha hecho del lucro personal de sus dirigentes y de la corrupción su marca distintiva.

Claro, todo a costa del oprimido pueblo dominicano y de la esquilmada comunidad en ultramar, la cual continúa pagando uno de los servicios consulares más caro del mundo.
¡!Hasta cuando!!

-La autora es activista comunitaria reside en Nueva York.

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