Santo Domingo.- Como espinoso y uno de los problemas principales de la nación, definió el ex candidato presidencial, Ismael Reyes, la crisis y el desorden fronterizo que existe entre la República Dominicana y Haití, desde el punto de vista migratorio y comercial.
Reyes expresó que la situación haitiana debe ser asumida con responsabilidad por la comunidad internacional por lo que hizo un llamado al Gobierno para que ejecute la construcción de un muro divisor, y propuso “pero un muro inteligente que pueda disuadir a quienes piensen cruzarlo, al tiempo que desde él se pueda combatir con tecnología y militares entrenados y bien pagados a quienes intenten penetrarlo”.
Señaló como responsables de la «haitianización de la República Dominicana» a la mirada indiferente y a la inercia de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lo que calificó, además, como un acto criminal, antipatriótico e imperdonable.
Indicó que no considera prudente ni necesario que el Gobierno actual permita una violación a las leyes migratorias dominicanas aunque reconoce la crisis y precariedades del pueblo haitiano, y saluda la decisión del gobierno de reforzar la vigilancia de la zona fronteriza.
«Aquí hay áreas donde la población haitiana se ha hecho dueña de sectores importantes de la capital, de municipios, secciones y de parajes, ante la mirada cobarde e irresponsable de las autoridades públicas de la nación, que han debido defender la soberanía nacional» expresó el presidente del Partido Demócrata Institucional (PDI).
Asimismo, dijo que “sabemos la importancia en materia comercial que representamos para Haití y como eso provoca un flujo migrante flotante diario hacia República Dominicana, pero no podemos permitir que la balanza comercial pese más que las leyes migratorias”.
Explicó que “es vital que se endurezca la ejecución, aquello que manda la ley de migración, pero es igual de necesario que definamos una política comercial donde, si bien Haití es una oportunidad y realidad importante para nuestros productores”.
“No podemos dejar a un lado que las exportaciones formales de República Dominicana hacia el vecino país, con promedio anual de US$840 millones en ventas, no han sido fruto de la planificación y una buena gestión comercial, sino de lo que ha permitido la necesidad y el desorden en la zona”, agregó Reyes.