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Opiniones

Increíble «pifia» de una veterana politóloga

Publicado

en

Carlos Nina Gómez

POR CARLOS NINA GÓMEZ
([email protected])

La política, y lo he leído en varios textos, «es la ciencia de lo posible”.

Con esta reflexión quiero significar que los dirigentes políticos de más capacidad, que saben poner en buena práctica sus estrategias para obtener positivos resultados, conocen muy bien cómo funciona -en diferentes coyunturas- esa ciencia.

Aprovecho para volver a citar al Padre de la Patria (Juan Pablo Duarte), quien explicó que «la política no es una especulación; es la ciencia más pura y la más digna, después de la filosofía, de ocupar las inteligencias nobles».

  • Es de lugar precisar que un politólogo tiene que conocer al dedillo la política como ciencia y tener claro, al momento de analizar algún fenómeno que pueda «envolver» a reconocidos líderes políticos, que debe hacerlo con el mejor cuidado científico.
  • Rosario Espinal, a quien se le sindica como una reputada analista política, ha errado de manera olímpica al escribir que «José Francisco Peña Gómez no fue Presidente de la República porque era negro y descendiente de haitianos».

Textualmente escribió: “Peña Gómez,a pesar de sus capacidades discursivas y movilizadoras, nunca explotó el potencial populista. Estaba confinado a ser líder político sin posibilidad presidencial por ser negro y descendiente de haitianos».

Su atrevido y desacertado criterio destila racismo por donde quiera que se analice.

Peña Gómez, hacedor de presidentes de la República -tras ser llevados como candidatos por el viejo Partido Revolucionario Dominicano (PRD)-, no alcanzó la jefatura del Estado por una sencilla razón que conoce el ciudadano menos sabio de la política vernácula.

El carismático líder, y así lo resalto en la serie de artículos que escribí en diez entregas en esta misma tribuna, no alcanzó la Presidencia de la República debido al colosal fraude que le hicieron en las funestas elecciones celebradas el 16 de mayo de 1994.

  • En el artículo de marras, publicado el pasado 16 de este mes en el diario Hoy, doña Rosario trata -es lo que interpreto- de «tomarle el pelo» al pueblo llano dominicano. Pero, ¡qué inocentada ha cometido esta politóloga de larga estancia en el análisis político global!
  • El color de su piel, y mucho menos por su descendencia haitiana -como lo subraya Rosario Espinal con un claro dejo de racismo-, no fueron óbice para que el mítico y puro líder de masas, con incuestionable trascendencia a nivel mundial, pudiera ocupar la primera magistratura del Palacio Nacional.
  • La experimentada politóloga, al publicar su infeliz artículo, ha cometido una «pifia» increíble e imperdonable.
  • ¡Se equivocó de arriba abajo!

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