POR CARLOS NINA GOMEZ
(carlosninagomez@yahoo.com)
Hoy es 14 de agosto. El 14 de agosto de 1977, en la resbaladiza autopista Las Américas, se registró una de las tragedias más sentidas del país que ocasionó la terrible muerte del carismático boxeador dominicano Fausto «Ceja» Rodríguez, a la sazón campeón nacional del peso welter.
Ceja Rodríguez, quien estaba a un tris de contender por el campeonato mundial del peso welter (se hacían los arreglos para disputarle el cetro al mexicano Carlos Palomino), dejó prócticamente huérfano al boxeo nacional.
El fatal accidente no solo arrancó la vida del neto pegador criollo, sino que tambiän murieron su esposa Berta y su pequeño hijo que apenas contaba con 15 o 16 meses de nacido.
Sufrieron heridas otra hija de Ceja Rodríguez, quien tenía unos tres años, y su sobrino Luis Rodríguez.
Ceja Rodríguez, quien hizo la mayor parte de su carrera profesional en Puerto Rico donde fue bautizado como «La Maravilla Dominicana», regresaba para Santo Domingo con su familia tras una visita vacacional de horas en la playa de Boca Chica.
Seis días antes del accidente, había realizado una pelea en el Palacio de los Deportes de Santo Domingo.
Tuvo como rival al estadounidense Alfonso Hayman a quien derrotó fácil (decisión unánime) en diez rounds.
Coincidencia histórica
Nunca olvido la desaparición física de Qunino, como le decíamos sus amigos del barrio San Carlos.
Cada vez que Qunino era anuncia para un combate en Santo Domingo, los muchachos de San Carlos nos reuníamos en»trulla» para ir a darle apoyo.
La coincidencia historia es la siguiente: Su muerte se registró un 14 de agosto de 1977.
Y un 14 de agosto de 1974, también en el Palacio de los Deportes, realizó su mejor pelea.
El combate el título nacional welter que estaba en poder de Dario Hidalgo y pactado a
12 asaltos.
La batalla estaba bien reñida, pero restando unos dos minutos para concluir, Ceja Rodríguez, metió un certero puño que llevó a la lona al estar peleador de Santiago.
Ceja Rodríguez ganó el pleito por decisión unánime y así le arrebató el cetro a Hidalgo.
A 45 año de la sentida muerte de nuestro inolvidable Qunino, lo seguimos recordando… ¡A los grandes atletas nunca los podemos olvidar!