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A rajatabla: Hoy más que nunca

                                          

Por Orión Mejía.-

Los dominicanos festejamos ayer los 207 años  del nacimiento del patricio Matías Ramon Mella y el lunes el 269 aniversario de la proclamación de la Independencia Nacional, trascendentes efemérides que  convoca a reflexionar sobre  el difícil momento que vive la Republica, con su soberanía aguijoneada por grandes metrópolis que pretenden revivir el inaceptable principio de isla única e indivisible.

Para la mayoría de los hijos de Duarte,  esa pretensión  que mantuvo Boyer por veintidós anos seria hoy una quimera, pero  es importante señalar que  desde finales del siglo pasado, Estados Unidos, Canada, Francia y en  cierta medida la Unión Europea, consolidan la pesarosa idea de  forjar una cooperativa de miseria en la Isla Hispaniola.

En poco mas de veinte anos Haití se ha degradado, no solo ha la condición de Estado fallido, sino también  a un territorio  matizado por hambruna, violencia y proliferación de epidemias y plagas fitosanitaria, pero lo que es peor  abandonado a su suerte por la comunidad internacional.

El Estado dominicana ha reclamado  a las grandes potencias y organismos multilaterales acudir en  auxilio del vecino, pero la indiferencia ha sido  respuesta constante a la par con  la puesta en ejecución de un plan macabro consistente en obligar a Republica Dominicana a ejercer el papel de cirineo de Haiti, con el estratégico propósito que la inmigración desenfrenada conlleve a la fusión.

Se admite que  el presidente Luis Abinader ha mantenido un discurso sostenido en vigoroso rechazo a tales pretensiones, incluso acompañado de medidas como el inicio de la construcción de una valla o muro fronterizo, con el envio de mas tropas para proteger la frontera, pero desde el gobierno también se juega a reproducir la estrategia foránea de aguijonear la soberanía nacional.

Una troika de funcionarios  provenientes de la sociedad civil se escabullen  en la burocracia oficial para promover la agenda antinacional, lo que eficientemente ejecutan  a través de sendos discursos, uno de los cuales  acusa de racistas y homofóbicos a quienes rechazan  el desenfreno migratorio, y el otro  que promueve un cínico humanismo o defensa de los derechos  de  ciudadanos  victimas de trata de personas.

Sabiamente, el presidente Luis Abinader retiro del congreso un proyecto de Genesis imperial  que al igual que otras iniciativas del Departamento de Estado, ONU, OEA y Ginebra, procuran obligar al pueblo y gobierno dominicano a  cargar la pesada cruz haitiana, pero miembros de su gabinete  conspitran  en la intención de  envolver ese despropósito en papel  de supuesta protección a derechos fundamentales

Seguramente el jefe de Estado se referirá  mañana  a tan  espinoso tema, pero incurriría en grave error si acepta  el planteamiento de esos funcionarios basados en insistir en una iniciativa legislativa inaplicable  en un país único en el mundo que tiene como vecino una bomba atómica social y política.

La conmemoración y festejo de la Independencia Nacional y del Dia de Mella deben servir hoy y siempre para reforzar los principios de Duarte y los Trinitarios, de una nación libre independiente y soberana, amenazada hoy por una intensa y profusa agenda impulsada por Washington, Bruselas y Ottawa y  calcada aquí por  reminiscencias de Pedro Santana y de Boyer.   

Por Orión Mejía

Orión Mejía es periodista, abogado, escritor, analista político y productor de los programas "Tiempo Medido" y "A Rajatabla"

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