Fuentes de energía renovable para RD: nuestro principal objetivo

Por Germán Ramirez Jr. (*)

Como consecuencia de la pandemia y luego la guerra en Ucrania, que aun no sabemos cuándo termine, todavía enfrentamos una situación económica mundial de grandes impactos en diversas áreas que afectan el orden mundial. El precio del combustible ha sido uno particularmente sensible. Sin embargo, en el caso dominicano, la caída de precios del barril de petróleo, entre 2014 y 2020, no se trasladó al bolsillo del consumidor por razones que aun desconocemos.

Y es un tema cíclico, porque en la medida que estemos sujetos a fuentes de energía no renovables, cuyo precio de mercado está determinado por diversos factores internacionales que escapan de nuestro control. Según el informe IRENA (International Renewable Energy Agency) de 2016, República Dominicana ya era una de las economías más importantes y diversificadas de la región del Caribe, y su consumo energético crecía de forma acelerada, por lo cual, se había convertido en un gran importador de combustibles como carbón, fueloil pesado y gas.

Era necesario y sigue siéndolo, voltear la mirada hacia fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático COP25 celebrada en Madrid 2019, se hizo público el objetivo de Latinoamérica y el Caribe de manejar un 70% de energías renovables. Del 70% República Dominicana proyectó al menos tener un 30% de fuentes de tal origen para principios de la próxima década.

¿Cuánto hemos avanzado realmente en la persecución de este objetivo? Se han hecho estudios y proyecciones, ya una parte de la energía que empleamos es de origen solar y eólica. Pero necesitamos inversiones en tecnologías renovables para reducir considerablemente la dependencia de combustibles importados de precios variables que afectan la economía y el medio ambiente. Nos hace falta seguir la ruta para superar, de ser posible, la meta nacional de un 27% para 2030.

Probablemente la discusión clave, entonces, no debe ser el precio actual del combustible, que tiene un subsidio del Estado y aun así ha dado lugar a tan importante controversia. Las acciones deben estar enfocadas profundamente en lograr resultados a mediano plazo en la producción de energía renovable que nos garantice la sustitución paulatina de las fuentes tradicionales, lo que incidirá en dos aspectos fundamentales: independencia de la importación y menor emisión de CO2 con sus consecuentes resultados.

Las energías renovables incluyen fuentes de energía solar, eólica, biomasa y geotérmica. Es decir, todas las fuentes de energía que se renuevan en poco tiempo o que pueden estar disponibles de forma permanente. Al ser un país caribeño tenemos una geografía y estabilidad climática (baja variación durante las estaciones del año) que nos permite poder pensar en asumir y desarrollar proyectos serios y ambiciosos que nos faciliten el tránsito hacia esa producción de energía limpia y económicamente sostenible.

Este 27 de febrero el presidente Luis Abinader hará su rendición de cuentas. Esperamos que entre los planes y proyectos futuros tengamos una propuesta/plan enfocado a esta área tan importante del desarrollo económico de nuestro país.

(*) El autor es originario de Santo Domingo, RD. Es un activista comunitario y político de formación que emigró a Nueva York en 1990 y desde entonces desempeñó diversos oficios mientras se formaban profesionalmente entre esta ciudad, Massachusetts y su natal República Dominicana, en Ciencias Políticas y Justicia Criminal.C

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