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Opiniones

Roberto Durán, ¡un gigante inmortal!

Publicado

en

Carlos Nina Gómez

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POR CARLOS NINA GOMEZ
([email protected])

Escribir por enésima vez unas líneas en las que se resalte la estelaridad y grandeza en el boxeo profesional de Roberto Durán, no es noticia.

Porque es obvio que este sensacional boxeador panameño es sindicado como el mejor púgil latino de todos los tiempos. Apodado «Manos de Piedra», por su sólida pegada, escribió una singular foja.

Escribo este trabajo más bien para refrescar memorias y, en especial, para que los fanáticos de esta nueva generación conozcan toda la grandeza de este titán de los tinglados del pugilismo mundial.

Varios amigos, con asiduidad, me preguntan: Pero, en realidad ¿quién ha sido el mejor boxeador latino de la historia?

Confieso que a veces, cuando insisten con la pregunta, reacciono de manera incómoda, aunque después pido excusas y paso a dar respuesta. Roberto Durán, a quien coloco en la casilla ocho en mi libro Ranking del Boxeo Mundial (los 30 más grandes de la historia), fue extraordinario.

Roberto Durán

Y aclaro que no solo fue un neto pegador (en su extenso expediente profesional -120 peleas- figuran 70 victorias por nocaut, también perteneció a la escuela técnica.

Es decir, era pegador -con un so 1-2: gancho y recto-, pero también técnico. Durán, desde la conquista de su primera corona mundial (la del peso ligero) ante el escocés Ken Bucanam, comenzó a a brillar tu nombre po todo el obe..

La ganancia de ese faja de las 126 libras, -que llegó el 26 de junio de 1972- se registró cuando apenas tenía 21 años de edad. Con todos los pronósticos en su contra, anestesió en el 13avo round al favorito.

El primer latino en ganar cuatro coronas mundiales

Conquistó otros tres cinturones incluido el del peso welter que le rrebató (el 20 de junio de 1980) al entonces «imbatible» Sugar Ray Leonard.

Terminó su trajinar en los cuadriláteros con cuatro títulos mundiales. De esa manera se convirtió en el primer boxeador hispano en ganar cuatro coronas mundiales en otras tantas divisiones.

Su cuarta faja fue la del peso mediano -tuve el privilegio de ser testigo ocular de esa conquista- la logró el 24 de febrero de 1989 en Atlantic City, Estados, ante el recio púgil estadounidense Iran Barkley.

Revelo que en una ocasión, en la ciudad de Las Vegas, Nevada, le dije a Durán «oye la que tuviste con Iran Barkley ha sido tu mejor pelea».

De nuevo Durán, con casi 39 años y casi al colgar los guantes, volvió a echar por el piso el pronóstico de los expertos.

No solo derrotó a un boxeador de la élite, natural peso mediano y que había derrotado dos veces (una por KO) a Thomas Hearns, sino también que lo depositó en la lona en el undécimo asalto con una bestial combinación de cinco golpes.

En resumen, Roberto Durán, a quien los más agudos analistas de EE.UU. lo colocan como el sexto mejor boxeador de la historia libra por libra, sigue en el recuerdo de la exigente fanaticada del boxeo y la prensa universal.

Y, además, se mantuvo en el cruce de guantes por más de 30 años: desde 1970 hasta el 2001.

Roberto Duran: un gigante inmortal (perenne) del mundo deportivo. Y, por demás, el mejor atleta den toda la historia de Panamá, ¡proclama que nadie discute!

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