Referéndum femenino para el tema de las 3 causales en RD

Dejemos que las mujeres decidan, ellas también están vivas

Por Elida Almonte.-

NUEVA YORK.- En la República Dominicana, el tema de las 3 causales para la interrupción legal del embarazo ha generado un intenso debate en los últimos tiempos.

Ante esta situación, es fundamental considerar la realización de un referéndum como una herramienta democrática para permitir que las mujeres sean las protagonistas de la decisión sobre su propio cuerpo.

Resulta ilógico y preocupante que algunos sectores intenten imponer criterios religiosos en un asunto que es, en última instancia, un tema de derecho constitucional. Recordemos que los hombres pueden embarazar, pero no arriesgan sus vidas por parir.

En el caso de las tres causales (violación, incesto y riesgo para la vida de la madre), el estado debe respetar y garantizar el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y su salud.

Estas situaciones representan circunstancias extremas y difíciles en las que la vida y el bienestar de la mujer están en juego.

El estado no debe interferir en la decisión personal de la mujer en estos casos, ya que se trata de situaciones en las que su integridad física y emocional están en riesgo.

La mujer debe tener la libertad de evaluar su situación y tomar la decisión que considere más adecuada para su vida y su salud.

En un Estado laico como la República Dominicana, es imprescindible mantener la separación entre la religión y el Estado. No se debe permitir que criterios religiosos se impongan sobre decisiones que afectan a toda la sociedad.

La legislación debe basarse en principios de justicia, igualdad y derechos humanos, no en creencias religiosas particulares.

Mi fe es individual, los derechos son de todos. Es importante que no nos dejemos manipular por la doble moral que se impone en este debate.

Es contradictorio condenar a las mujeres supuestamente en defensa de la vida que llevan en su vientre, mientras las sentenciamos a ellas a muerte o a sufrir daños psicológicos en contra de su voluntad. Además, resulta injusto pretender estigmatizar a quienes defendemos el derecho de las mujeres como ciudadanas, a tomar decisiones que son difíciles y personales.

En definitiva, un referéndum femenino sería ideal para definir este tema. Las mujeres tienen el derecho fundamental de decidir sobre su propio cuerpo y su salud.

Ellas también están vivas y merecen tener voz y autonomía en las decisiones que afectan sus vidas.

Es hora de dejar de lado la doble moral y abogar por una sociedad más equitativa en la que las mujeres sean libres de decidir sobre su propio destino, y no a ser juzgadas y condenadas con derechos restringidos.

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