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Sergio Cedeño pone a circular dos nuevos libros

En un emotivo acto organizado por la Fundación Gala 23, el escritor Sergio Cedeño puso en circulación dos nuevas obras tituladas: Cuando el azúcar fue amargo (novela) y el ensayo Evangelina Rodríguez: polen fecundo, vida y obra de la primera médica dominicana.
El acto se realizó en el salón Aída Cartagena de la Biblioteca Nacional y contó con la presencia de un concurrido público.
Las palabras de bienvenida fueron pronunciadas por Myra Hazim, presidenta de la Fundación Gala 23 y los comentarios sobre las obras estuvieron a cargo del Dr. Hipólito Medina Veloz (Morocho).
Al hacer uso de la palabra, el autor Sergio Cedeño resaltó que la novela cuando el azúcar fue amargo narra cómo el azúcar puede llegar a ser de sabor amargo cuando su proceso de producción se inicia sobre la base del despojo de tierras, salarios de hambre y las desgarradoras acciones de un capitalismo que surgía devorando todo a su paso.
La novela también narra los procesos de las guerrillas de la región este entre 1904 y 1922, la ocupación norteamericana, el surgimiento de la industria azucarera y de San Pedro de Macorís como el más avanzado centro industrial del siglo XIX. También narra el inicio de la carrera militar de Trujillo que comienza como Teniente de la Guardia Nacional en San Pedro de Macorís.
“Cuando el azúcar fue amargo es un grito desgarrador, una historia distinta de lo que nos han vendido sobre todo lo que fue el nacimiento y desarrollo de la industria azucarera que trago consigo un crisol de etnias y razas en un amasijo de sudor, lagrimas para muchos, aunque dulces mieles para unos pocos”, resalta Sergio Cedeño.
Explicó que la obra de Evangelina Rodríguez, además de una cronología de su vida que estaba ausente en su bibliografía, se recogen en un solo tomo toda su producción literaria, así como importantes escritos sobre su vida.
Resaltó que pese a ser la primera médica dominicana, tras una difícil lucha para romper moldes machistas, Evangelina Rodríguez logró ser la primera mujer en muchas cosas del país y apoyar firmemente numerosas causas nobles en favor de niños, mujeres, derechos humanos, salud familiar y que fue una mujer impresionantemente culta que hablaba varios idiomas de manera fluida.
“Pese a sus grandes aportes, y a sus innumerables programas sociales en favor de los humildes, Evangelina murió abandonada, pobre y su certificado de defunción dice que murió de hambre”. Al final de su vida deambulaba por las calles afectada de una enfermedad mental.
La mesa de honor del acto estuvo integrada por Sergio Cedeño, Myra Hazim, Isael Pérez, presidente de Editorial Santuario; Gianna Peralta, en representación de la Biblioteca Nacional; Sergio Solís Taveras, presidente de la Asociación de Médicos Escritores; Hipólito Veloz Medina, subdirector nacional de SeNaSa, Jacqueline Rodríguez de Díaz, Ocha Caminero y Josefina Leonor.
