Opiniones
El fracaso del 4 % para la educación pública

Por Marino Ramírez Grullón.-
Con todo y los escándalos que se han armado en torno a los gastos millonarios originados con el famoso cuatro por ciento destinados a la educación pública dominicana, no he visto ningún ministro de educación hablar del estado actual de esas inversiones.
No se sabe cuántas escuelas están sin terminar, cuantas sin iniciar su construcción, cuantas con Litis legales y cuantas por inaugurar, en fin la falta de información nubla las buenas intenciones de defender cualquier funcionario que pase por educación.
Gran parte del dinero del cuatro por ciento a la educación se ha ido en salarios, nóminas, vehículos, desayuno y almuerzo escolar sobrevaluados pero nada que ver con la mejora de los currículos de enseñanza y capacitación de los profesores que sólo piden incremento de privilegios a través de la Asociación Dominicana de Profesores.
Solo hay que recordar que durante la pandemia con las transmisiones de las famosas clases se invirtió muchísimos millones que se perdieron por el camino y hasta se dice que esto costó el puesto al ministro de ese entonces.
Más de 15 años después de haberse aprobado el cuatro por ciento pública es un lastre siendo la ignorancia y analfabetismo el lastre que hace daño a los estudiantes dominicanos.
Parece ser que a ningún gobierno en términos reales le interesa resolver la situación, de hecho todavía es la fecha que ningún problema fundamental tiene resuelto este país.
Porque como es posible que a esta hora una haya una evaluación de gastos e inversiones del cuatro por ciento.
Como es que hay escuelas sin terminas e iniciadas hace 15 años.
Cada día salen más estudiantes de las escuelas, no quieren estudiar, tampoco trabajar pero sí bandolerear.
La delincuencia se adueña de nuestra sociedad de tal manera que los muertos no sólo por accidentes de tránsito, sino de drogas se cuentan semanales.
Veamos en Loma de Cabrera, cuatro muertos en un solo día, Villa Consuelo tres heridos en un fin de semana, todos por cuestiones de drogas.
Los encuentros en vehículos de todo tipo de drogas por parte de las autoridades demuestran que los delincuentes no tienen miedo para traficar.
Tampoco tienen miedo los que trafican con ciudadanos haitianos ilegales, incluso eso se ha convertido en una rutina, porque no hay temor a las leyes.
La clase política tiene que ponerse en remojo porque en parte es culpable de lo que pasa ya que los partidos políticos postulan a cualquier para cargos electivos y hasta para funcionarios.
Todo esto tiene que ver con la falta de educación y el respeto a las leyes.
Así las cosas nuestro futuro como ciudadanos decentes es incierto.
La sociedad necesita información y claridad sobre los gastos de sus impuestos y el cuatro por ciento a la educación es uno de estos puntos que no otorgan información.
Nadie quiere dar la cara, o que me demuestren lo contrario.
