Opiniones
VISIÓN GLOBAL: Arroz, espaguetis…y chacabanas

Por Nelson Encarnación.-
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Es lamentable que la adquisición de unas chacabanas como atuendo tropical de los dignatarios que asistirán a la próxima Cumbre de las Américas, se haya convertido en una discusión relevante que inclusive escalara hasta el propio presidente de la República.
Resulta, no solamente ridículo, sino fundamentalmente vergonzoso que hayamos llegado a extremos tales de proyectar una imagen infeliz hacia el exterior, solo porque unos cuantos consideren una extravagancia que el Estado invierta 18 millones de pesos para quedar bien frente a los visitantes de alto nivel.
El precio unitario resultante de esta operación indica que cada pieza está saliendo en unos cinco mil pesos, un valor irrisorio si compramos el precio de mercado de una prenda de similar calidad.
Además, obsequiar a los visitantes—entre quienes están presidentes, jefes de Gobiernos y otros altos—es un compromiso y una elegancia que contrae el país al asumir la organización de estos eventos, en los cuales tiene que presentar su mejor cara.
Suponemos que los críticos de la inversión censurarán también que el país costee el alojamiento y la alimentación de los visitantes, quienes—conforme este razonamiento ramplón—deberían ser llevados a pernoctar en los alrededores de Friusa o cualquier entorno de mala muerte, lo mismo que ponerlos a comer yaniqueque con picapica.
Conste que me estoy metiendo en este embrollo, no porque me concierna en lo absoluto, sino simplemente porque siento vergüenza e indignación que caigamos en estas travesuras.
Imagino—como declaró el presidente de la República cuando le plantaron esta ridiculez—que la Cancillería explicará todo lo relacionado con las guayaberas y demás elementos asociados a la organización de la cumbre que se celebrará en diciembre.
En esta información, que tiene que ser de dominio general por tratarse de fondos públicos, suponemos detallará la inversión que conlleva el evento internacional, entre ella las benditas chacabanas.
Es penoso, y a la vez alarmante, que tanta gente con acceso a medios de desinformación tenga una visión tan limitada que no le alcance para analizar más allá del existencialismo que se contrae a tener a su disposición un plato de arroz con espaguetis.
¿Cuántos países de la región estarían encantados de ser escogidos como sede para este evento que es el más relevante del área, pese a su carácter excluyente por razones que conocemos? Por favor…
