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Dos delincuentes secuestraron a dos empleados de hotel y matan a uno y a otro lo hieren y torturan

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SANTO DOMINGO.- En respuestas a la solicitud del Ministerio Público, un tribunal colegiado de San Pedro de Macorís condenó a 30 años de prisión a dos hombres que cometieron asesinato y tortura en contra de otros dos hombres, en un hecho registrado en 2019, en Juan Dolio, del municipio Guayacanes.

El Ministerio Público, representado por los fiscales Katherine Vallejo Herrera y Antonia Idalia Jiménez Esteves, demostró la culpabilidad de Melvin Reyes Rodríguez y Yensi Martínez Tiburcio en el asesinato de Andrew Reniel Jesus Aguilera Tovar y en el intento de homicidio y tortura de Luis Miguel Santana.

El órgano persecutor demostró que, con sus acciones, los procesados incurrieron en la violación de los artículos 266, 295, 297 y 302 del Código Penal Dominicano y los artículos 66 y 67 de la Ley 631-16 sobre Control y Regulación de Armas, Municiones y Materiales Relacionados.

Los hechos se produjeron la madrugada del 30 de diciembre del año 2019, cuando aproximadamente a las 2:00 de la mañana, Reyes Rodríguez y Martínez Tiburcio se presentaron a un hotel en el que trabajaban ambas víctimas, obligando a Aguilera Tovar a montarse en una jeepeta blanca, en la que se lo llevaron del lugar.

Ambos malhechores regresaron al hotel alrededor de las 4:00 de madrugada y en esta oportunidad obligaron a Santana a abordar el vehículo, en el cual lo trasladaron hasta un vertedero de Juan Dolio, donde le mostraron el cuerpo sin vida de Aguilera Tovar.

En el mismo lugar, el procesado Reyes Rodríguez le disparó a Santana, produciéndole herida por proyectil de arma de fuego con entrada en la región del hombro izquierdo y salida en la cara anterior del cuello.

Al ver que el disparo no le quitó la vida a la víctima, y que ya no contaba con más balas, el agresor montó a Santana nuevamente en el vehículo y se trasladó hasta Santo Domingo, donde en un área de la avenida Bolívar, dentro del vehículo, intentó ahorcarlo con un cable de teléfono que terminó rompiéndose y esto evitó que pudiera quitarle la vida.

Al fallar en este intento, Reyes Rodriguez regresó al hotel en Juan Dolio, donde recogió a Martínez Tiburcio, y ambos se trasladaron a una zona montañosa en la carretera de San Pedro de Macorís, donde torturaron a la víctima.

Ante las súplicas de la víctima, Reyes Rodríguez decide perdonarle la vida, con la condición de que Santana lo lleve a casa de su madre, como un método de amenaza para asegurarse de que no denunciará lo ocurrido.

En este proceso, Reyes Rodríguez decide regresar al hotel para cubrir las heridas de la víctima, a quien se negó llevar a un hospital, y envía a Martínez Tiburcio a lavar el vehículo, quedándose dormido, lo que aprovechó la víctima para escapar y denunciar los hechos.

Por disposición de los jueces Juan de la Cruz Rijo Guillamo, Bethania del Carmen Conce Polanco y Katherine Santana Mejía, ambos procesados cumplirán la condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís (CCR-11).