Opiniones
UNA PROPUESTA UNILATERAL DE ANDECLIP

Por Arismendi Díaz Santana.-
Sus propuestas desconocen la esencia del sistema de seguridad social, subordinan los derechos de los afiliados a sus propios intereses y propician una dirección clientelista y manipulable por los gremios, grupos de presión y proveedores
Recientemente, el Dr. Rafael Mena, solicitó que la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados (ANDECLIP) sea incluida como miembro titular en el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS), con voz y voto, argumentando que “las clínicas privadas brindan alrededor del 50% de los servicios médicos a la población dominicana”.
Además, señaló la necesidad de modificar la Ley 87-01 que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) para que el CNSS sea presidido por el ministro de Salud Pública, y no por el de Trabajo, “debido a que es una persona que tiene conocimientos médicos y del propio sistema de salud”.
Finalmente, el Dr. Mena demandó el fiel cumplimiento de la Ley de Seguridad Social en lo relativo al ajuste por inflación del costo de las prestadoras de servicio de salud y el pago de las ARS a las PSS “en un plazo máximo de 30 días”. Dos reclamos dignos de atención por las autoridades competentes.
El Equipo Técnico que redactó la Ley 87-01 propuso que el CNSS esté conformado solo por el Estado, como responsable constitucional del SDSS; por los representantes de los afiliados, como los principales beneficiarios; y por los tres sectores que financian el SDSS, para impulsar el desarrollo gradual y sostenido de la cobertura de los tres seguros.
Para evitar el conflicto de intereses consideramos inapropiado que los proveedores (PSS) y los administradores del sistema (ARS y AFP) formaran parte de las decisiones sobre capitas, costos, tarifas, honorarios, comisiones y contratos, entre otros, relativos al equilibrio financiero y a la sostenibilidad del SDSS. En pocas palabras, había que evitar ser juez y parte.
Para decirlo de una manera más directa y cruda, es como si los compradores de un servicio vital les permitieran a los vendedores participar con voz y voto en las decisiones que sólo les incumben a los primeros. Desde luego, no se trata de una exclusión absoluta ya que se previó la consulta e invitación al CNSS de esas entidades en los temas de mutuo interés, pero sin derecho a voto. Lamentablemente, al final los diputados incluyeron al IDSS y al CMD como resultado de las presiones políticas y gremiales, distorsionando la idea original.
De todas maneras, lo que está hecho, hecho está. Pero ello no valida la solicitud de ANDECLIP. Un viejo error no justifica un nuevo error. Devolviendo la argumentación señalada, entonces lo lógico sería, atendiendo al principio de reciprocidad e igualdad de derechos, que los afiliados formarán parte, con voz y voto, de la dirección de ANDECLIP ya que son los demandantes del 95% de los servicios hospitalarios.
Pero además, ello abriría una caja de pandora con grandes implicaciones. ¿Por qué aceptar a ANDECLIP y excluir al SENASA, a las Administradores de Riesgos de Salud (ADARS), a la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP) y al Servicio Nacional de Salud SNS)?
Otra propuesta que causa asombro es que el Consejo Nacional de Seguridad Social (CNSS) dependa del ministro de Salud. En la inmensa mayoría de los países, la seguridad social forma parte del ministerio de trabajo: 1) porque de los tres seguros que incluye, al menos dos están íntimamente vinculados al mundo laboral: las pensiones (SVDS) y los riesgos laborales (SRL); y 2) porque esa práctica constituye la continuación histórica de los seguros sociales con más de 7 décadas de vigencia.
Estas propuestas persiguen un retorno al viejo sistema público ineficiente, burocráticamente centralizado, basado en el clientelismo, el ausentismo, la falta de controles y la carencia de una adecuada supervisión. Significaría retornar a un modelo de asignación de los recursos sin garantía de derechos, sin retorno en servicios oportunos, tangibles y de calidad, y totalmente al servicio de los políticos de turno y de los gremios y grupos de presión.
