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Reflexión: Cristo al rescate

POR SUSANA MORENO.-
LUCAS 23:26-46; (42). «Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas a tu reino» ¿Es la crucifixión sólo un hecho histórico en nuestras mentes, o nos mueve a la FE, como lo movió al ladrón en la cruz? Analicemos a este hombre. La Biblia no dice que él hubiera conocido a Cristo antes, que hubiera presenciado los milagros que él hizo ni que hubiera escuchado su enseñanza.
Sin embargo, aquel hombre tenía FE. Realmente no sabemos qué fue lo que le habló al corazón de aquel ladrón. Tal vez fue la oración de Cristo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.»
Él temió a Dios, justificó a Cristo, y reconoció que su propia maldad y que Su condenación era justa. Aquello lo hizo tener Fe en el Hijo de Dios. Dios le habló a Abraham durante muchos años. Abraham tenía experiencia para apoyar su creencia. Dios obró en la vida de Moisés por mucho tiempo: en el palacio de Faraón, en el desierto, en el gran encuentro en la zarza ardiendo. Moisés tenía motivos para creer.
Este ladrón pudo haber conocido a Jesús por primera vez en el lugar de la crucifixión. Él permitió que el temor de Dios cayera sobre él.
Reconociendo que era una masa de pecados. Él ocupo su lugar entre los pecadores y se dio cuenta que su única esperanza era el Hombre en la Cruz de en medio. Que se bautizó para tomar sus pecados y que ahora estaba en la cruz pagando por ellos.
Por FE clamó a Dios, diciendo: «Acuérdate de mí», a lo cual Jesús le respondió: «te aseguro hoy, estarás conmigo en el paraíso». ¡Alabado sea Dios, que él aún honra simples actos de FE!
Ya sea que enfrentes una crisis de vida o muerte, o una simple decisión cotidiana, recuerda el lugar del Bautismo y la crucifixión. Dios aún honra la frase sincera: «Señor, acuérdate de mí».
«Ningún Hombre Es Lo Suficientemente Rico Para Volver A Comprar Su Pasado»
¿Son tus parientes?
El esposo la mira con seriedad y le contesta:
Sí, son mi suegro y mi suegra.
