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Opiniones

Honor a quien honor merece: Julio Sánchez

Publicado

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POR J. LUIS ROJAS
([email protected])

La audiencia cautiva que asistió a la más reciente ceremonia de graduación del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), el sábado 26 de abril de 2025, le pareció extraño que el rector de esa significativa institución de educación superior, señor Julio Sánchez, delegara su presencia física y participación en la maestra Alliet Ortega, quien dio lectura a las palabras escritas por Julio Sanches Mariñez. Hoy, luego de conocerse la triste y lamentable noticia relativa al fallecimiento de quien fuese rector durante dos períodos consecutivos de tan prestigiosa universidad, las causas que incidieron para que éste no asistiera a la 70ma., ceremonia de graduación del INTEC.

La melodía, el contexto y la pertinencia de las palabras escritas por el académico Julio Sanches, las que fueron pensadas con responsabilidad y pensamiento crítico para ser compartidas en el marco de la más reciente graduación del INTEC, las que por razones ajenas a su voluntad no pudieron ser leídas por él, llevan consigo el reclamo, la rebeldía y la ira de un ciudadano molesto e insatisfecho por los altos niveles de dejadez, apatía y negligencia con los que los ciudadanos asumen su responsabilidad frente a la sociedad dominicana.  

Por la profundidad, responsabilidad y actualidad de las últimas palabras públicas escritas por el señor Julio Sánchez para un fin determinado (70ma. Ceremonia de Graduación del 26 de abril de 2025), difundidas por la voz de la maestra Alliet Ortega, jamás perderán valor y vigencia. Como forma de reconocer las múltiples huellas significativas que construyó el maestro Julio Sánchez, las cuales se observan a simple vista en los ámbitos educativo, social y económico de la República Dominicana, se muestran a continuación algunos fragmentos de su discurso leído en la más reciente graduación del Instituto tecnológico de Santo Domingo (INTEC):

“En el discurso de hoy debería destacar los extraordinarios 6 premios alcanzados por los grupos Apolo 27 HP (Human Powered) y Apolo 27 RC (Remote Controled) y en conjunto el segundo lugar (overall) en el Desafío Rover de Exploración Humana de la NASA 2025, con la mayor cantidad de premios recibidos por una universidad, colocándose por encima de academias de todo el mundo, algo único e inédito en los 31 años de historia de la competencia. Estos triunfos vienen como un bálsamo de esperanza después de la gravísima tragedia que terminó con la vida de más de 232 personas, entre ellos muchos intecianos, así como familiares y relacionados de muchos de los presentes.

Y eso me obliga a pronunciar otro discurso, uno que no querría, ni remotamente, pronunciar, pero del que no puedo escapar. Y para argumentar, incorporo muchas de las reflexiones que me han llegado de fuente anónima por los medios sociales. Y cito. “No ha sido solo el techo. Nos han aplastado años de acumulación de prácticas de dejadez, de incumplimiento que han ido conformando una cultura de tolerancia y desnudez ante el riesgo.

Se desplomó un país de costumbres débiles. Se derrumbó la cultura del «eso aguanta». Se vino abajo el «a mí no me toca revisar eso». Y quedó al desnudo lo que por años hemos normalizado: el riesgo, la chapucería y la indiferencia. Porque el techo del Jet Set no cayó por una simple grieta en el concreto. Cayó porque hemos normalizado el riesgo. Cayó porque nos acostumbramos a decir «eso no es mi problema»… hasta que nos toca. Esto no es una tragedia aislada. Es el resultado de una enfermedad social: la cultura de lo provisional hecho eterno. la mentalidad del relajo disfrazado de viveza, el país donde se improvisa primero y se lamenta después.

Aquí, el peligro está en los techos, en los puentes, en las escuelas, en las calles, en los pasos a desnivel, por todas partes. Porque el problema no es solo el concreto que se parte…El problema es el corazón social que se ha agrietado de tanto abandono. El juicio no será solo al dueño, por supuesto., será a todos nosotros: a los que firman sin ver, a los que cobran sin supervisar, a los que construyen sin ética, a los que callan por costumbre.

Y mientras no ataquemos a fondo esa cultura, seguirán cayendo techos, seguiremos teniendo tragedias. Y ojalá que no ocurra aquello de que la tragedia de un mes sea olvidada por la tragedia del mes siguiente. INTEC está dolido, está aún en duelo y en angustia, por lo que ha pasado y por lo que pasará si no atacamos a fondo la cultura de dejadez e incumplimiento de normas y procedimientos, de asumir responsabilidades en tiempos oportunos…

Hemos construido el INTEC palmo a palmo, ladrillo a ladrillo, con la dedicación de todos sus integrantes de ayer y de hoy, mereciendo el respaldo de la inversión de las familias de nuestros estudiantes, ganándonos el apoyo de sectores gubernamentales, empresariales y de la sociedad en general, que nos reconocen como constructivamente asociados y académicamente independientes, sin fines de lucro y con transparencia total en el uso de los recursos que son solo y exclusivamente para la continuidad y el desarrollo de la universidad.

Queridas graduandas y graduandos, espero que su paso por INTEC les deje un legado que los inspire y los mueva a futuro. Pero muy especialmente que impriman el sello inteciano en el compromiso ético de su ejercicio, que les haga parte de un gran movimiento hacia un cambio de prácticas y de cultura hacia una de previsión, de combate oportuno a los riesgos y de cumplimiento con las responsabilidades asociadas. Ese es uno de los sellos distintivos que debe caracterizarnos como intecianos”.

Según informaciones provenientes del sitio web de INTEC, Sánchez Maríñez nació en Santo Domingo el 25 de octubre de 1952. Fue electo noveno rector del INTEC por la Junta de Regentes de la universidad en noviembre de 2020, su toma de posesión se produjo el 19 enero de 2021. Tras agotar un primer período de gestión fue ratificado en el cargo en 2023, para un segundo período que concluye en 2027. 

Honor a quien honor merece. La gestión de Julio Sánchez en el INTEC se caracterizó por el liderazgo en la definición de una Estrategia Institucional que posicionara a la universidad como aliada de preferencia de los sectores productivos, la investigación orientada a la búsqueda de soluciones a problemas reales del país y el trabajo cercano con los líderes estudiantiles para la toma de decisiones y validación de iniciativas. Además, se distinguió por la implementación de iniciativas pioneras en el país como Learning Factory, un programa académico que vincula a los estudiantes en la resolución de problemas reales de empresas y la formación STEM, promoviendo las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas entre los estudiantes preuniversitarios.

Ojalá que los que tuvieron el privilegio de estar cerca al maestro Julio Sánchez (colaboradores, profesores, estudiantes, líderes empresariales, académicos, sociales y políticos), estén dispuestos a conocer y poner en práctica la forma directa y responsable de pensar, actuar, decir y hablar que distinguieron y diferenciaron al señor Sanches Maríñez.