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57 AÑOS DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES  Y PERIODISTAS

Por José Gómez Cerda.- 

El 5 de abril se conmemora en la República Dominicana el “Día Nacional del Periodista”, en memoria a la primera edición del periódico “El telégrafo Constitucional”, en Santo Domingo, cuya primera tirada es del 5 de abril de 1821.

 También los periodistas y escritores dominicanos conmemoramos ese mismo día la constitución de la “Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores (ADPE)”, ahora con un nuevo nombre; Asociación de Escritores y Periodistas Dominicanos- ASEPED.

 Han pasado cincuenta y siete años, desde que aquella mañana del cinco de abril de 1962, nacIó en un riesgoso y apurado parto, la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores, ADPE, una entidad, que unió en sus inicios, a los hombres y mujeres de la información y el pensamiento creativo, para preservar y servir de vigilante, a los recién surgidos brotes de democracia, y lograr hacer una realidad la libertad de expresión del pensamiento, tras la caída de la dictadura de treinta y un años.

 Aquellos fueron días de nefastas acechanzas y fieras persecuciones. De pandilleros y paleros; de testaferros y represores. De hombres capaces de voltear el curso de la historia, simplemente por vivir la vieja manía del servilismo y la prosternación.

Contra esos nació la Asociación de Escritores y periodistas , y sobre todo para hacer posible los logros que enseñorean la libertad de palabra y el desarrollo de un clima de tolerancia y de respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.

En esa memorable fecha del 5 de abril de 1962, y que hoy conmemoramos, recordamos las figuras de otros padres modernos del periodismo dominicano y que estuvieron presentes en aquella histórica mañana: Doctor Salvador Pittaluga Nivar, Doctor Rafael Molina Morillo, Don Emilio Rodríguez Demorizi, Don Julio César Martínez, Don Rafael Herrera, Germán Emilio Ornes, entre otros.

 En 1962, vista la situación delicada para la democracia, el Dr. Salvador Pittaluga, dirigente de la ADPE y productor de un programa de Televisión “Actualidades” invitó a Juan Bosch y al padre Lautico García, quienes aceptaron la invitación y debatieron durante cuatro horas, en cuyo final, el sacerdote dijo no creer que Bosch fuera un comunista.

 Ese programa definió el delicado momento histórico de la nación y estableció un precedente en el periodismo dominicano.

 El primer presidente de la ADPE, el Dr. Rafael Molina Morillo hizo también historia en el periodismo dominicano, con la “Revista Ahora”, un modelo de publicación nacional, que no ha sido superada.

 Ninguna sociedad ha llegado al alcance de sus metas. Todos los días la nación nace y alcanza a entrever un modelo de orden y justicia que solo los periodistas y los escritores pueden vislumbrar y señalarle, gracias al celo crítico con el que observan el comportamiento de sus instituciones, el análisis con el que comparan el cumplimiento de las leyes y el juicio al desempeño de sus autoridades. Y junto a ellos, el pensamiento creador de donde nacen los mundos y los sistemas y se recrean las ideas.

Es y ha sido función de los periodistas y los escritores, cuyas actividades plenas, solo se logran en una sociedad libre y con hombres y mujeres libres.

 El periodismo y la literatura dominicano, en la misma medida en que han avanzado tecnológicamente sus medios, así han crecido en sustanciales y fecundos aportes a la organización del país, al fortalecimiento de sus instituciones y la maduración del proceso democrático. Y se ha logrado una tradición de pensamiento pluralista, aunque también hemos puesto nuestros mártires y hemos brindado nuestras víctimas, dando muestras de coherencia, de coraje, de valor y de convicción.

Demás esta señalar que nuestros miembros han sido perseguidos, ultrajados, vejados y maltratados de parte de aquellos que siempre han creído que con el abuso y el uso de la brutalidad pueden acallar las voces, imponer la intolerancia y retornar a las lóbregas cavernas del silencio y del terror.

 La ADPE, dirigida y orientada históricamente por el Dr. Salvador Pittaluga Nivar creó dos instituciones que han servido de ejemplo para las personas que tienen como profesión la escritura: El Instituto Dominicano de Periodistas (I.D.P.), y los premios “Caonabo de Oro” que han contribuido al desarrollo de los escritores y periodistas dominicanos.

 Entre los escritores ganadores de los premios “Caonabo de Oro” podemos citar a:

 Jeanette Miller, José Marmol, Frank Moya Pons, Soledad Álvarez, Tony Raful, Manuel Mora Serrano,Pedro Peix, Junot Díaz, Ángela Hernández, Alexis Gómez, Manuel Matos Moquete, Jacinto Gimbernard, Iván García Guerra, Franklin Domínguez, Bernardo Vega, Salvador Pittaluga, Ángela Peña, Andrés L. Mateo, Diógenes Céspedes, Federico Henríquez Grateraux, Cándido Gerón, Bruno Rosario Candelier, José Alcántara Almánzar, Víctor Villegas, Carlos Esteban Deive, Marcio Veloz Maggiolo, Virgilio Díaz Grullón, Freddy Gastón Arce, Antonio Fernández Spencer, Julio Postigo, Manuel Rueda, Chiqui Vicioso, Manuel del Cabral.

 Mariano Lebrón Saviñón, Lupo Hernández Rueda, Franklin Mieses Burgos, Juan Jacobo de Lara, Pedro Mir, Joaquín Balaguer, Héctor Incháustegui Cabral, Juan Bosch, Emilio Rodríguez Demorizi.

 Entre los periodistas galardonados con los premios “Caonabo de Oro”, debemos citar a:

 Ramón Colombo, Fausto Rosario, Lipe Collado, Silvio Herasme Peña, Altagracia Salazar, Margarita Cordero, Osvaldo Santana, Manuel Quiroz, Alicia Ortega, Huchi Lora, Persio Maldonado, Fernando Pérez Memén, Adriano Miguel Tejada, Bienvenido Álvarez Vega, Nuria Piera, Francisco Álvarez Castellanos, Ana Mitila Lora, Miguel Franjul, Juan Bolívar Díaz, Aníbal de Castro, José Rafael Lantigua, Miguel Guerrero, Radhames Gómez Pepin, Rafael Molina Morillo, J. Agustín concepción, Padre José F. Arnaiz, Carlos Curiel, Pedro Julio Santana, Padre Oscar Robles Toledano, Mario Álvarez Dugan, Francisco Comarazamy, Max Uribe, Germán Emilio Ornes, María Ugarte, Rafael Herrera Cabral, Julio César Martínez.

 Los escritores y periodistas extranjeros reconocidos por los Premios “Caonabo de Oro”, son;

 Julia Álvarez, Padre José Luis Saez, Eliades Acosta, Camilo Venegas, Pedro Cabiya, Delia Blanco, Marianne Tolentino, Luís Rafael Sánchez, Pedro San Miguel, Inés Aizpún,Padre Mateo Andrés, Bernard Diederich, Giovanni Di Pietro, Mario Vargas Llosa, Luís Beiro Álvarez, Eduardo Palmer, Mario Rivadulla, José Pardo Llado, Juan Luís Cebrian, Javier Malagón Barceló, Alberto Baeza Flores y Jorge Luís Borges.

Otra de las obras de la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores ha sido la creación del Instituto Dominicano de Periodismo (I.D.P.),

La Asociación de Escritores y Periodistas Dominicanos ha creado varias seccionales provinciales, entre ellas en Santiago, San Pedro de Macorís y en La Altagracia, además divulga una revista digital titulada “PERIODISTAS Y ESCRITORES”

 Al conmemorarse 57 años de la creación de la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores, ADPE, ahora con su nuevo nombre de Asociación de Escritores y Periodistas Dominicanos- ASEPED, saludamos a todos los periodistas y escritores de esta nación. Reiteramos nuestra fe en el destino de este pueblo y sus esencias democráticas.

-Autor es presidente de la ASEPED.

 

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El Hogar para Adultos Mayores San Francisco de Asís

Por José Gómez Cerda.- 

El Cardenal Nicolás de Jesús  López Rodríguez dijo una vez  después de visitar el Hogar para Ancianos San Francisco de Asís,  situado en la Avenida Independencia Kilómetro 11, de Santo Domingo, que ese centro era un «almacén de viejos».  Desde entonces tuve interés en conocer ese centro para adultos mayores, recientemente lo visite, y ha cambiado positivamente.

La Asociación de Adultos Mayores que está en formación, tiene interés  en conocer la realidad de cómo viven las personas mayores de 60 años, en especial los que están  internos en esos centros de cuidados para las personas mayores. Junto con el amigo Marcial Romero, con quien compartimos parte de la coordinación de esta asociación, pudimos comprobar el estado actual de ese Hogar.

Las familias muchas veces no saben, no pueden o no quieren asumir la tenencia de los adultos mayores, o por lo menos de algunos de ellos. El deterioro en el funcionamiento familiar se produce, en muchos casos, cuando uno de los miembros de la familia padece una enfermedad que lo incapacita y depende de otros para realizar actividades rutinarias como bañarse, ir al baño, afeitarse, valerse por sí mismo,  vestirse o movilizarse.

Vivir con la familia es lo más adecuado para su desarrollo humano y  personal. Pero hay situaciones -que tienen que ver con alteraciones del grupo familiar- que justifican que el adulto mayor  abandone su hogar por uno sustituto. Un Hogar  de adultos mayores es  lo más parecido  a un hogar;   no a una clínica, sanatorio u hospital. 

El hogar  San Francisco de Asís tiene  demandas que no pueden atender, por falta de recursos económicos, para la cantidad de personas que requieren una atención, que sus familiares no pueden atender, sea por falta de recursos económicos, o porque simplemente no quieren tenerlos en sus casas.

El Hogar San Francisco de Asís es una institución que ofrece residencia permanente con atención integral y especializada a los adultos mayores de ambos sexos, tanto auto-independientes como con incapacidades físicas o mentales, que se encuentren en dificultades económicas.

La obra está a cargo de la Congregación de las Hermanitas de los Ancianos desamparados, fundada en España en 1873; actualmente cuenta con dos casas, una en Santo Domingo y otra en Jarabacoa.

Tiene como misión fomentar en los adultos mayores el espíritu de familia, a fin de que se sientan como en su propia casa, ofreciendo un servicio desinteresado, con amor y cariño. Las tareas asistenciales están a cargo de 10 monjas (hermanitas), 20 profesionales de salud, 22 auxiliares de enfermería, 2 trabajadoras sociales, un equipo formado por 75 personas y varios voluntarios.

Las hermanitas dicen, como San Francisco de Asís; “Empieza haciendo lo necesario, continua haciendo lo posible; y de repente estarás haciendo lo imposible”:

Todas las personas, hombres y mujeres, que están viviendo en ese centro, es porque tienen problemas de salud, limitaciones económicas, problemas familiares, lo cual se traduce principalmente en situaciones de salud, cuidado físico y mental, y de alimentación.

 Quienes tienen la dirección de este Hogar para adultos mayores, son  Las hermanitas de los Desamparados, que tienen diferentes nacionalidades,  quienes  tienen más de 30 años cuidando a adultos mayores,  muchos de los cuales han sido abandonados por sus familiares  y dejados a su suerte.

El Hogar San Francisco de Asís, en Santo Domingo, se inició en la década de los 50, solo para hombres, con unos 100 pacientes, dirigido por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, quienes dirigieron el Hogar, hasta el 1961, cuando salieron del país, regresando en el 1988, a petición del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez,

El Hogar cuenta con capacidad para 275 pacientes de ambos sexos, 10 religiosas son las responsables de cuidarlos en cuerpos y almas, también un grupo de jóvenes aspirantes a la vida religiosa.

El carisma religioso constitucional y específico de las Hermanitas de los Ancianos, es el ejercicio constante de la virtud de la caridad cristiana en el soporte, cuidado y asistencia espiritual y corporal de los adultos mayores desvalidos, de ambos sexos.

Entre los internos más de 60 padecen de alzheimer, otros son no- videntes,  muchos tienen amputaciones,  una gran parte anda en sillas de ruedas, otros  sufren  enfermedades cardíacas,  muchos son diabéticos, entre otros padecimientos degenerativos.

Existen centros especializados para adultos mayores, con atenciones personalizadas, eficaces, pero el costo de internamiento es muy caro, por eso la mayoría de las familias pobres optan por los Hogares de adultos mayores, donde son aceptados sin ninguna condición económica, y las familias pagan lo que puedan aportar.

La rutina es que cada día, a pies o  sillas de ruedas, los comensales llegan a la mesa a desayunar, merendar, almorzar, tomar café, pastillas y cenar. El día los pasan hablando entre ellos, viendo televisión, haciendo juegos, dando paseos…Algunos pueden salir del recinto, estar con familiares y amigos, con la condición de regresar antes de las 7 de la noche.

Lo que  ellos necesitan es estar en contacto con otras personas, convivir, sentirse importantes y eso es lo que encuentran en el Hogar de Adultos Mayores San Francisco de Asís.

A lo largo de 30 años las monjas que atienden el Hogar de Adultos Mayores  San Francisco de Asís, han tenido muchas experiencias: gente que diariamente visita a sus familiares internos, otros que sólo se limitan a dar una ayuda económica, otros que una vez al años van a visitar a sus familiares internos y hasta familias que los abandonan totalmente y nunca vuelven  a saber de los que están internos. ¡Se olvidan de ellos para siempre, los dejan abandonados!

La Asociación de Adultos Mayores se propone estudiar las experiencias vividas,  el proceso de adaptación social de las personas mayores que viven en esos hogares.  El principal objetivo es atender a personas mayores para que tengan una calidad de vida digna y una vejez feliz.

Las monjitas que cuidan del cuerpo y el espíritu de los adultos mayores internos en el Hogar San Francisco de Asís, cumplen las palabras cristianas de;  “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y de diste de beber, estuve enfermo y me visitaste.”

La Pastoral de Adultos Mayores (que antes se llamaba de envejecientes), tiene entre sus planes darle un mayor seguimiento a estos Hogares de Adultos Mayores, con el interés de que todos los asilados sean tratados como personas humanas, cuidados con atención especializada, aspectos que son bien conducidos por las monjas que actualmente dirigen esos centros de adultos mayores.

 

Exhortamos a los familiares de los adultos mayores que están internos, en ese Hogar, o cualquier otro de los que existen el país, a estar más cercas de ellos; al Estado de evaluar sus ayudas económicas, tendientes a mejorar la calidad de los servicios, y a las empresas, sociedad civil y Organizaciones No gubernamentales (ONG), a cooperar con estos Hogares de adultos Mayores, para que brinden un servicio más amplio y de calidad para los internos en esos hogares.

La Central Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Pensionados, Jubilados y Adultos Mayores (CLATJUPAM), que agrupa  asociaciones en 18 países de América Latina, felicita el trabajo que vienen realizando las autoridades de los hogares para adultos mayores, y la Asociación de Adultos Mayores, dominicana, las exhortan a continuar ese difícil trabajo humanista, reconociendo la labor que están realizando las monjas, y sus colaboradores,  que dedican sus vidas a proteger, defender, ayudar, orientar y animar a los adultos mayores. ¡FELICITACIONES!

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Un Discurso en la Era de Trujillo

Por José Gómez Cerda.-

En mi vida he pronunciado cientos de discursos en Congresos, Consejos, reuniones, mítines, conferencias, cursos, y en diversos escenarios nacionales e internacionales; pero hay dos que recordaré toda mi vida, el primero fue en la celebración del primero de mayo de 1958, en el auditorio Don Bosco, en la capital (En esa época Ciudad Trujillo), y el otro en el Teatro Caupolicán,  el jueves, 27 de mayo de 1965, en Santiago de Chile, en mi calidad de representante del gobierno del Coronel Francisco A. Caamaño, durante la ocupación norteamericana a nuestro país.

Había ingresado a la Juventud Obrera Católica (JOC), cuando tenía 17 años, siendo pre-jocista, luego militante y después Presidente de esa organización de jóvenes obreros, en la Parroquia San Juan Bosco, en la capital, que era la única en todo el país donde funcionaba la JOC en esos tiempos de Trujillo.

En esa época la JOC no tenía asesor religioso, los últimos dos estaban exiliados; uno en Canadá, el Padre Marcial Silva, y el otro en Puerto Rico, el Padre Manuel González Quevedo, por lo tanto los dirigentes actuábamos con autonomía en la conducción y dirección  del grupo, que éramos alrededor de 75 miembros.

En la JOC aprendimos a utilizar el método de ver, juzgar y actuar, que es la metodología de esa organización internacional. Normalmente los jóvenes ven, actúan y después juzgan. También aprendimos el método de revisión de vida, hacer los estudios por medio de encuestas, a trabajar en equipos, hacer círculos de estudios, darle supremacía al trabajo sobre el capital y a lo espiritual sobre material.

¡Es una preparación para toda la vida!

José Cardijn, el fundador y asesor internacional de la JOC nos había enseñado que las actividades no se interpretan cuando se realizan, sino cómo se han preparado. Por eso un mes antes del 1ro, de mayo, realizamos una reunión para preparar hacer una manifestación en esa fecha, día internacional de los trabajadores.

Calculamos que asistirían alrededor de 200 jóvenes obreros de la capital, hicimos un programa donde el acto consistía en iniciar con una invocación, luego interpretar el Himno de  la JOC,  Porfirio Zarzuela, tesorero, hablaría sobre la situación interna de la asociación, haciendo énfasis en la situación económica, Luis Genion Power, cantaría un tango, Jorge Cruz Reyes haría un monologo chistoso, y yo, en la calidad de Presidente diría el discurso de fondo, sobre la situación de los jóvenes obreros dominicanos.

Así llegamos al acto del primero de mayo, día internacional de los trabajadores,  iniciamos exactamente a las 7 de la noche, con el salón repleto de jóvenes, la actividad fue un éxito, en el cumplimiento del programa, el entusiasmo de los participantes.

Mi discurso tuvo la energía de la juventud, el contenido sobre un análisis e interpretación de la realidad de los jóvenes obreros dominicanos. Puse toda la voluntad posible para entusiasmar a los jóvenes presentes.

Dije- en mi discurso- que los jóvenes trabajadores dominicanos tenían salarios muy bajos,  no tenían derecho a formar sindicatos, y que en muchos casos no tenían seguro social. Además hablé sobre el papel de los jóvenes para el desarrollo de la sociedad dominicana.

Cuando concluimos el acto un señor se acercó a mí, se presentó como periodista del periódico El Caribe, me pidió el discurso, quería hacer una fotografía desde el mismo lugar que hablé y que le escribiera la dirección donde yo trabajaba.

Le expliqué que no tenía un discurso escrito, sino ideas fuerzas, y tenía como complementos recortes de periódicos de la JOC de Cuba, y de Costa Rica, que eran las mejores organizadas en la zona, y quienes nos enviamos permanentemente periódicos, revistas y documentos sobre la JOC en sus respectivos países. El hizo la foto, le entregué mis anotaciones,  mi dirección del trabajo; aparentemente todo estaba bien.

Al otro día, cerca del mediodía se presentaron dos oficiales de la policía a la empresa donde trabajaba, que era la Mercantil Antillana, situada en la calle 30 de marzo, esquina Francia, en la capital.

Hablaron con los jefes de la empresa, españoles, gallegos, apellidos Barros, Arostegui y Teijeiro, luego conmigo y me invitaron a que fuera al destacamento de la policía nacional.

Me llevaron al Palacio de la Policía Nacional, allá me interrogaron, y golpearon, acusándome de que ese discurso no había sido elaborado por mí, sino que me enviaron consignas del exterior, para que yo lo repitiera. ¡No se mencionó el nombre de Trujillo!, y que no eran del agrado del gobierno.

Me dijeron específicamente que yo era un representante del Señor Tomás Reyes Cerda, (A quien yo no conocía, ni había oído hablar),  un locutor que había trabajado en la Voz Dominicana, que estuvo exiliado en la embajada de México, en Ciudad Trujillo, y que  escribía  contra el dictador Trujillo desde México, donde vivía,  el policía interrogador me dijo que eran muy parecidas las opiniones de Reyes Cerda, con lo que yo dije en mi discurso.

Allá estaba el señor que me había dicho que era periodista del periódico El Caribe, era un policía secreto,  me mostró la foto que me había hecho la noche anterior.

El tono del interrogatorio subió, con acusaciones, palabras obscenas, amenazas y golpes.

Hay que hacer notar que en esa fecha Fidel Castro era sólo una amenaza en la Sierra Maestra, no se había producido la invasión del 14 de junio, ni las protestas de la iglesia católica. El tiempo de la dictadura estaba sin problemas. Los hermanos Moreno Martínez estaban asilados en la embajada de Venezuela, pero pocas personas lo sabía, como había sucedido con el asilo de Tomás Reyes Cerda, que estuvo varios años  asilado en la Embajada de México.

El discurso  es un término que refiere a tendencias de elaboración de un mensaje mediante recursos expresivos y diversas estrategias, sin embargo, en tiempo de Trujillo estaba limitado a si hacían alabanzas o no al régimen dictatorial.

En esa fecha yo tenía 19 años, y pesaba 97 libras.

Los interrogantes se limitaban a acusarme de que no era una alabanza al gobierno, sino que coincidía con críticas a la dictadura. Siempre respondí que  la JOC era una asociación de jóvenes obreros católicos y no teníamos ninguna vinculación política.

Al final del interrogatorio me llevaron a la pensión donde vivía en la  Calle Otilio Melendez, cerca del parque Braulio Álvarez, me dijeron que no debía decirle nada a nadie de los golpes que me dieron, y que si ellos se enteraban me iba a resultar muy caro.

Ese mismo día hicieron un allanamiento a mi madre Graciela Cerda de Gómez, en Santiago, en la calle Arté No. 28, preguntando por las relaciones de la familia Cerda, y que hacía yo en la capital.

Al otro día no asistí al trabajo, llamé por teléfono para pedir permiso, estaba adolorido física y emocionalmente. Cuando volví al trabajo era un murmullo entre los compañeros de labores y en especialmente entre los jefes…

Esto lo traté con mis compañeros de la JOC Porfirio Zarzuela, Jorge Cruz Reyes, Luis Genion Power y Luís Lantigua, pidiendo reservas para no comentarlo con los otros jocistas. Hablé con Pablo Nadal y Henry Molina, de la Acción Católica.

Durante dos meses debí asistir todas las semanas a la policía nacional, viví un tiempo de pesadilla, sin poder informar a nadie, el temor a ser asesinado, me mantuvo en suspenso. Maduré mucho en poco tiempo, y fui comprendiendo lo que era una dictadura, y el riesgo que tenía por el discurso que había pronunciado. En vez de leer poesías, o leer novelas, leía temas políticos y sociales. En las librerías había pocos libros que pudieran despertar el conocimiento político.

Las personas que no vivieron la dictadura de Trujillo difícilmente pueden interpretar lo que era ser considerado diferente al sistema del gobierno…..era vivir cada día en zozobras

A principio del año 1959 la situación se empeoró. El triunfo de Fidel Castro en Cuba, modificó el panorama político dominicano, nuevamente la policía me llamó a declarar, y sentí miedo de quedarme en el país. Hablé con los jefes de mi trabajo y representantes de la iglesia,  ellos me ayudaron a conseguir una visa, pagarme el pasaje de avión, salí del país a principios de febrero, por el aeropuerto General Andrews.

Estando en el exterior se integré al  Movimiento de Liberación Dominicana en Nueva York  que dirigía  Bienvenido Hazim Egel, siendo  yo secretario juvenil de esa organización, viajé a Puerto Rico, Costa Rica, Cuba y Venezuela, en actividades políticas y de la JOC.

Cuando conocí como habían secuestrado y después asesinado al Profesor español Jesús de Galindez, por su libro “La Era de Trujillo”, y el asesinato al periodista Requena, ambos en Nueva York, me mantuvieron mucho tiempo con pesadillas.

En Nueva York fundé y fui Presidente de la Juventud Obrera Católica-JOC, para hispanos, luego se unió Henry Molina, quién había salido al exilio. Después fuimos juntos a estudiar sindicalismo y política en Venezuela, donde realizamos un curso intensivo de varios meses.

Cuando regresé del exilio, específicamente de Venezuela,  el 26 de enero de 1962, inmediatamente constituimos el 28 de ese mes, la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC), y el día 5 de febrero, con la ayuda del Padre Manuel González Quevedo, formamos el Sindicato de la Industria Farmacéutica (SADIF), en Santiago, el primer sindicato que se afilió estatutariamente a la CASC.

Junta con Henry Molina, Gabriel del Río, Porfirio Zarzuela, Jorge Cruz Reyes, y otros valiosos jóvenes trabajadores, nos dedicamos al sindicalismo cristiano, honesto, ideológico y serio.

También formamos en el año 1962, la Federación Dominicana de Ligas Agrarias Cristiana-FEDELAC, y el Instituto Nacional de Formación Agraria y Sindical-INFAS, que todavía perduran.

Ese discurso del 1ro de mayo de 1958 me sirvió de ejemplo para cuando voy hablar en público, saber a quienes me dirijo y lo que voy a decir…

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