Conozca como castiga la criminalidad y la delincuencia a los hondureños… Comparado, cualquiera envidiaría a los dominicanos

SAN PEDRO SULA, Honduras.- “Hay muchos lugares adonde la Policía no llega. El Gobierno es el único que tiene el poder de librarnos de esta situación tan crítica, pero no lo hace. Los únicos que pagamos todo esto somos los pobres. Pedimos que paren la violencia”, es el mensaje que le envía Carlos Carrasco, un lector de www.laprensa.hn, al Gobierno.

La impotencia aflora en los hondureños y todos se preguntan hasta cuándo el Gobierno tomará acciones.

“Qué decepción lo que pasa en nuestro país. Cómo quisiera que hubiera políticos honrados que velaran por su pueblo y no que buscan engordar sus carteras. Quisiera un día leer el periódico y ver una noticia que diga que en Honduras aumentó el empleo o que la delincuencia bajó. Pero ¿cuándo será ese día, Dios mío, cuándo?”, expresó Claudia Paz.

Para los hondureños es necesario que las medidas que el Gobierno debe adoptar sean permanentes para frenar la violencia de las maras y pandillas en varias ciudades del país.

Exigen seguridad

“El Gobierno debe combatir a estos criminales. Esa debe ser la prioridad en el país. Si no lo pueden hacer, que renuncien”, demandó Alberto Fernández.

“Qué esperan para actuar. Lo más trágico de este Gobierno es que esperábamos mucho de él. Traicionó la confianza del pueblo. Existe debilidad y complicidad. Es tiempo de que se reivindiquen defendiendo al pueblo”, pidió Carlos Irías.

Para Lucrecia Treviño, la falta de efectividad de las acciones para darle seguridad al país hace pensar que Honduras es un Estado fallido.

“Esto es un Estado fallido. No hay seguridad. Se necesita intervención extranjera y que haya un período de protectorado mientras se elimina sistemáticamente la escoria que carcome este país. Honduras es un país pobre y miserable en seguridad.

Estamos presos en nuestras propias casas”.

Así, cientos de mensajes en el sitio web, la página de Facebook y otros al Twitter de LA PRENSA coincidieron en que ya es tiempo de actuar.

(Tomado del Diario La Prensa, de Honduras)