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POLITICA

En el juego del poder no hay sorpresas, sino sorprendidos

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leonardo Gil

POR LEONARDO GIL.-

En el juego del poder el concepto de “conflicto social” es central, ya que es probable que si no hubiera conflictos por los bienes sociales entre los grupos humanos, la política no sería necesaria. Así Nicolás Maquiavelo (1469-1527) o Thomas Hobbes (1588-1679), ambos interpretaron el conflicto social como natural en

la vida de los seres humanos, derivado de su libertad y del contraste de pareceres.

En la actualidad, la mayoría de los cientistas sociales consideran que la sociedad consiste en grupos que luchan por la riqueza, por la posición social o por el Poder. Al analizar este comportamiento social, observamos su relación con la idea de diversidad de intereses y con la regulación del conflicto social en sí. Estos =intereses y/o conflictos sociales= se pueden expresar en tres variantes: como luchas, como juegos y como debates.

El género humano organizado en grupos y comunidades, origina diferencias sociales que son generadoras de conflictos que a su vez producen incertidumbre sobre el futuro. La búsqueda de estabilidad, seguridad y paz, da lugar a un método de arbitraje para la convivencia, al que llamamos Política.

La Política es un artificio humano absolutamente vital para organizar la vida en comunidad, escenario básico para todas las demás fuentes del progreso. La Política tiene como instrumento principal de su actividad, el Poder.

El Poder permite tomar decisiones sobre lo que hemos llamado bienes colectivos, es decir, los recursos materiales y el control del Estado con todas sus implicaciones. Esta lucha por el Poder despierta toda clase de sentimientos en los hombres, a tal punto que para alcanzarlos son capaces de todo.

Reza un proverbio Chino “Si el poder está en venta, vende a tu madre para comprarlo, porque cuando lo obtengas podrás traerla contigo nuevamente”.

Suena un poco cruel, pero al modo de ver las cosas, retrata el deseo desmedido del hombre por el Poder acosta de lo que sea, en este tiempo en que parece que las ideologías han muerto.

La Democracia es un sistema político que permite validar la obtención del Poder de una forma más o menos pacífica, siendo ésto a través de las campañas electorales.

En esta sociedad convulsionada y cambiante, las campañas para obtener el Poder se hacen cada vez más costosas, competitivas y cerradas; lo que ha llevado a la profesionalización de las mismas, convirtiéndose en un verdadero juego de estrategia, a tal punto que los movimientos ya no son instintivos sino, que están basados en cálculos precisos de mediofines.

La aplicación de la teoría del juego en el análisis del entorno social con todas sus variables exógenas y endógenas, presupone el conocimiento finamente detallado de las acciones y los objetivos de los actores.

Los que han seguido el rigor científico al momento del análisis y han actuado en consecuencia, terminan manejando una aproximación muy cercana a la realidad final de los eventos.

Los que siguen los métodos intuitivos y pasionales, solo cuentan con el azar de aliado. La casualidad, siempre veleidosa tocará sus puertas en ocasiones y les hará creer que su presencia es permanente; pero no lo es.

Por eso en el juego del poder no hay sorpresas sino, sorprendidos.

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