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Opiniones

Ante el desorden de los sorteos de obras

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leonaredo mercedes*POR LEONARDO MERCEDES.-

Con la tan atropellante e irritante repetición de errores garrafales y pueriles por parte de los Ministerios, Direcciones Generales e instituciones descentralizadas y autónomas del Estado y de sus más altos funcionarios, incluyendo Ministros, Vice-Ministros, Directores Generales y Subdirectores, Consultores/Asesores Jurídicos y Jefes Departamentales, sobre todo de las Unidades Operativas y Comités de Compras y Contrataciones de las entidades estatales, desde el inicio del intento del gobierno del compañero Danilo Medina de democratizar de los procedimientos de contratación de las obras públicas para dar oportunidades a los excluidos de siempre, lo que están evidenciando la mayoría de estos funcionarios es una vergonzante incapacidad profesional y gerencial y un desconocimiento olímpico de las leyes 340-06, 449-06, y su reglamento de aplicación No.543-12, sobre Compra y Contrataciones de Obras, Servicios y Concesiones

Pero sobre todo, y lo que más destaca, es la evidente, imprudente y sistemática oposición, unas veces descarada y otras veces encubierta, a la línea política general trazada al respecto por el Sr. Presidente de la República, de que se abran y amplíen las oportunidades de participación para todos los profesionales de la arquitectura y las ingenierías del país, de manera que la gran mayoría, tradicionalmente excluida, pueda tener la posibilidad de ser beneficiaria de la política de distribución más equitativa de los recursos del Estado invertidos en obras de infraestructuras y bien social para el desarrollo del país.

Digo «incapacidad profesional y gerencial» y «desconocimiento olímpico de las leyes y reglamentos» de la materia, para no especular ni querer hacerme eco de quienes (quizás con acierto) piensan que, más que estas razones, son otras y aviesas las que mueven a un manejo tan torpe y escandalizador, tratando de hacer fracasar los propósitos del gobierno, desvirtuando su política, para hacer prevalecer los procedimientos discriminatorios, excluyentes y corruptos que beneficiaban a un grupito de trepadores y oportunistas que tenían monopolizadas, secuestradas, las contrataciones y ejecuciones de las inversiones públicas.

Porque conozco y hasta soy amigo de varios de esos funcionarios, me resisto a creerlo. Y hasta me atrevería a retirar lo de «incapacidad profesional», pues la mayoría de ellos son excelentes profesionales que han acumulado éxitos en su ejercicio.

Pero:

1. Los tollos en que se convirtieron las realizaciones de los primeros sorteos del Ministerio de Educación y el fracaso estrepitoso del proceso de ejecución de las escuelas, que ha terminado provocando la destitución de la Sra. Ministra;

2. La anarquía con que se desarrolló todo el proceso hacia el sorteo de los Centros de Atención Primaria en Salud, por parte de la OISOE , donde esta institución y sus funcionarios demostraron hasta la saciedad, con recurrentes e interminables cambios, que no tenían la menor idea de lo que tenían entre manos ni permitían saber a nadie que era lo que en definitiva querían hacer, más lo que pasó ayer en Sanc Souci, haciendo padecer a los interesados un angustiante calor y espera de más de 9 horas;

3. Lo que acaba de ocurrir con una convocada y fracasada licitación «requete» excluyente por parte de Salud Pública para la construcción de varios centros de salud, donde se pretendía coger de relajo a los profesionales y empresas de la ingeniería y la arquitectura, convocándoles a participar y presentar propuestas, teniendo ya definidos los ganadores de la misma, y que por una acción desleal y antiética de algún o algunos funcionarios de la misma, que dieron a conocer a algunos de sus relacionados el monto del «presupuesto base», tuvieron que suspenderla y trataron de convertir en Sorteo. Pero al intentar el cambio, entonces es que más se han atollado, demostrando hasta la saciedad lo que califico de desconocimiento del marco legal que rigen los procedimientos de contratación de las obras públicas, pues están convocando a un sorteo con las mismas superexcluyentes condiciones de la licitación amañada que intentaron realizar para beneficiar a sus «asociados»;

Todo eso, y mucho más, están «dejando mucho que desear» y poniendo en cuestionamiento la ética y capacidad profesional de quienes están propiciando o permitiendo que este desorden ocurra.

El compañero Presidente debe estar enterado de estas barbaridades, que empañan la imagen del buen gobierno que ha comenzado a realizar y desdicen de sus buenas y demostradas intenciones.

Y si no lo sabe, alguien debe decírselo, pues a este desorden encubridor y revelador de incapacidades, descuidos o malas intenciones hay que ponerle coto.

No es posible que cada apertura y desarrollo de un proceso de licitación o de sorteo de obras del Estado se convierta en un verdadero e insoportable pandemonio para los profesionales de las ingeniería y la arquitectura, y que estos profesionales, con el CODIA a la cabeza, tengan que estar permanentemente reclamando flexibilidad, inclusión, correcciones, aclaraciones y una mayor transparencia y eficiencia en el manejo de la cosa pública.

A esto hay que ponerle fin, y un buen fin, cortándolo de raíces.

* Ingeniero Civil MSP y ex secretario general del CODIA (1991-1992).

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