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Dando en la Diana

POR FRANCIS PÉREZ.-

Una  posible reelección de Danilo Medina en un escenario donde a lo interno de su propio partido se han despertado con todo el derecho que le asiste,  las ambiciones a la presidencia de la República de varios aspirantes, podría dividir al país y al PLD.

Algunos de los que aspiran están tirados en la calle y decididos  a hacer  lo que sea  posible para lograr la nominación presidencial por el partido fundado por Juan Boch.

El mandatario, si decidiera embarcarse en una reelección a la presidencia de la República, además de contradecir sus pronunciamientos de campaña opuestos a la cacareada repostulación, tendría pocas posibilidades de  éxito.

Esto así, por las implicaciones constitucionales y políticas que ello conlleva, viéndolo siempre en perspectiva. 

Esa  razón sería suficiente para afirmar que la repostulación de Medina no  iría. La propia Carta Magna de la República establece un solo periodo, por cuatro años, para cada presidente y hasta donde lo ha dejado saber,  él es un institucionalista a carta cabal. No se va a meter aunque sus seguidores lo quieran, en esa alocada carrera antidemocrática.

Si los amigos de Danilo y los propios dirigentes de su partido pertenecientes a su grupo, conociendo las implicaciones que traería una repostulación suya, se empeñaran en convencerlo de la necesidad de este despropósito, aferrándose al Referéndum constitucional, estarían haciéndoles un flaco servicio al mandatario y a la nación.  

A pesar de que el Referéndum es legal, no le convendría ni a él, ni al PLD, ni al  país, toda vez que el mismo, una vez consultado el soberano,  conllevaría una modificación a la Constitución, la cual no concitaría el respaldo de una gran parte de la sociedad.

Entonces, quienes por años y por moral política, han mantenido una postura anti reeleccionista, podrían agruparse bajo una sola bandera para impedir esa práctica antidemocrática.

La reelección evidentemente, sería una pérdida de tiempo que haría desviar las ejecutorias del gobierno de Medina a efectuarse durante su mandato. Y eso no sería bueno para el progreso y desarrollo nacional y para la alternancia planteada por Bosch, su líder paradigmático.

Pero, como decía Ortega Gaset, “Yo soy yo y mis circunstancias”, pudiéramos estar, en los próximos años, frente a una envestida reeleccionista  respaldada incluso por quienes,  por conveniencia, se oponían en el pasado a esta. Ya lo veremos.

¿Ahora bien, qué pasará con el PLD en estas circunstancias?, pues se podría resquebrajar la disciplina interna y la unidad de acero que hasta el momento han mantenido como condición “sine qua non” para lograr los triunfos que han obtenido, a través de las urnas.

El PLD, que es una organización que puede darse el lujo de tener una gama de candidatos con posibilidades reales de llegar al poder, no puede caer en lo que ha sido la practica recurrente de muchos partidos políticos, de pretender perpetuarse en el poder, a través de la reelección, para lucrarse y  lograr cuotas de poder, que quizás en un país que se respete, les sería difícil obtener.

Y  Danilo Medina, aunque al cumplir su primer año esté disfrutando de una altísima popularidad, por algunas  medidas de carácter  populista que ha tomado, y por la forma espontanea de aparecerse en los pueblos y barrios para conocer   los problemas y buscarles  soluciones a media, tiene que comprender que esto no será así los cuatro a años.

La oposición, pese a estar  ahora en reflujo, tratarán de buscar de forma desenfrenada su recomposición para cerrarle el paso a su posible regreso en el  2016.

Al mismo tiempo que buscarán  diezmar la alta valoración que posee el mandatario en la actualidad.

Y es lógico que sea así, porque los partidos se forman para ir al poder y desde él, producir las grandes transformaciones requeridas por la población.

Desde luego, respetamos los aprestos reeleccionistas por parte de varios dirigentes del PLD y de algunos movimientos de apoyo como Muro, pero les advertimos que estaremos siempre de pies en contra de todo lo que represente un obstáculo para que el pueblo logre las conquistas más elementales que todo ser humano necesita para seguir viviendo.

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