Indicó que aunque no existen datos precisos sobre la cantidad de enfermos, en este lustro se registra un incremento en el diagnóstico y por esto es necesario que no se asuma como dejadez o medalaganería.
El gremio organizó un simposio para reforzar el manejo efectivo. En la actividad, el especialista mexicano Manuel Sánchez de Carmona resaltó la responsabilidad de diagnosticar con eficacia porque de un análisis certero depende que los pacientes accedan de manera oportuna al tratamiento más adecuado.
Sugirió un abordaje integral del trastorno, en el que se incluya además del diagnóstico, el manejo de la manía bipolar y la calidad de vida en pacientes y sus familiares.
El bipolar tiene de común dos etapas, la euforia y la depresión, de ahí que su padecimiento sea objeto de incomprensión. Datos del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos arrojan que uno de cada cinco se suicida.
En cuanto al manejo de los casos en el país, la siquiatra Ivelisse Acosta explica que buscan mantener la actualización en el diagnóstico, y tratamiento y exhorta a la familia a acudir al siquiatra, ya que la sicoeducación es imprescindible para el entendimiento, manejo y apoyo, además colabora con el equilibrio de la dinámica familiar que se rompe al presentarse el trastorno.
Afirma que el país está a la altura de cualquier otra nación avanzada en los tratamientos farmacológicos de primera línea y que sobre todo, dispone de los recursos humanos de alta calificación.
La bipolaridad se caracteriza por bajo estado de ánimo, depresión intensa y desesperación, sentimiento anormal de alegría, exceso de actividad y pérdida de inhibiciones.
En la jornada patrocinada por laboratorios Abbott participaron siquiatras de todo el país.