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Oremos por la Paz Mundial con Papa Francesco

victor grimaldi *POR VÍCTOR MANUEL GRIMALDI CÉSPEDES.-

ROMA.- El primer día de la primera semana de septiembre nos trae cielo azul marino hermoso.

La gente parece bañarse con rayos de sol que extingue el otoño que ha de crecer desde finales de este mes.

Así estaba este domingo Roma cuando retumbaron las palabras del Papa Francesco en los oídos de la multitud  atenta a su mensaje en la Plaza San Pedro: Nunca más la Guerra, Nunca Más la Guerra, Nunca Más la Guerra… El mundo quiere la Paz.

Dijo que la violencia y la guerra traen más guerra y más violencia, y no son remedios a los conflictos.

Con mucha emoción en sus palabras y en sus expresiones corporales, en el rezo del Angelus de hoy, ante una multitud en la Plaza de San Pedro, el Papa Francesco llamó a todos los seres humanos, creyentes ó no, a trabajar y rezar para evitar la guerra en Siria.

Fue un dramático llamado del Papa por la Paz Mundial y para evitar que siga produciendo muertes y millares de refugiados la guerra en Siria que podría extenderse a todo el Medioriente hasta convertirse en un conflicto mundial.

Esta guerra, de hecho, ya está afectando la República Dominicana por las alzas de los productos petroleros. Hay que estar atentos a otras implicaciones económicas que podrían derivarse de la misma.

Su Santidad Papa Francesco ha convocado para el Sábado a una concentración masiva en Plaza de San Pedro como punto de origen de una cadena de oración en todo el mundo simultánea. Será, además, un día de ayuno.

El Papa condenó el asesinato de inocentes y de todos los que perecen en las guerras, y repudió las recientes eliminaciones que parece implicaron el uso de armas químicas.

Pero sus palabras parecen dirigidas a evitar que agraven el conflicto en Siria y Medioriente los planes de guerra y ataques que ha propuesto el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Para el Papa, la vía de la Paz es el diálogo.

Mientras tanto, la Santa Sede ha informado de la renuncia efectiva 15 octubre 2013 del Cardenal Tarcisio Bertone a la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Bertone fue designado en junio 2006.

El Secretario de Estado hasta ahora ha sido una especie de Jefe de Gobierno ó Primer Ministro del Papa.

El importante cargo lo ocupará en lo adelante Mons. Pietro Parolín, a quien en septiembre de 2009 el Papa Benedicto XVI consagró como Arzobispo y lo envió a la Nunciatura en Venezuela.

Conozco a Parolín, hemos conversado sobre el Caribe y América Latina, tiene mis libros dedicados con mi firma, y participé en los actos de su consagración y de su despedida a Caracas.

Parolín es una gran diplomático. Estableció las relaciones de Santa Sede con Vietnam. Ayudó a mejorar las relaciones en Venezuela entre Hugo Chávez y la Iglesia.

Se estima que el trabajo de Parolín se concentrará en las relaciones con los Estados. El aspecto gobernativo de la Curia Romana y sus discasterios es estudiado por la Comisión de 8 Cardenales nombrados por el Papa Francesco para reestructurar el mecanismo administrativo gubernamental de la Santa Sede. Para este aspecto del trabajo del Secretario de Estado se proyecta liberar a Parolín, según lo que se comenta en los medios vaticanos, con las reformas pendientes de estudio y aprobación.

El Papa Francesco, además del nombramiento de Parolín, confirmó en sus puestos a los demás dignatarios de la Secretaría de Estado de alto nivel que trabajaban con el equipo del Papa Benedicto XVI.

A continuación una entrevista que Parolín concedió recientemente al periódico de Venezuela Ultimas Noticias:

-¿Qué está pasando en la Iglesia, desde el 13 de marzo pasado, cuando fue escogido el cardenal Jorge Mario Bergoglio como nuevo papa?

-Creo que no está pasando nada nuevo en la Iglesia, en el sentido de que lo nuevo es lo común.

-¿Siempre con ánimo de renovación?

-Eso es. Siempre, porque el protagonista principal en la Iglesia es el Espíritu Santo.

-¿Cómo interpreta el «fenómeno» Francisco?

-A mí lo que me ha impactado, y considero un milagro de la elección del papa Francisco, es el cambio repentino de clima que se percibió enseguida. Antes había pesimismo, muy injustamente, porque el papa Benedicto XVI hizo todo lo posible para reformar a la Iglesia, si vemos, por ejemplo, el gran compromiso ante la pedofilia.

-Esa tensión frente a la pedofilia y la corrupción lo fatigó mucho…

-También eso, imagino, sí. Estábamos concentrados en esos problemas, parecía que la Iglesia no fuera capaz de renovarse; de repente, después de esta elección y de los primeros pronunciamientos del Papa, ha cambiado completamente la situación a un clima de esperanza, de renovación, de futuro, que antes parecía completamente trabado. Y eso yo lo considero, de veras, un gran milagro. La valentía y humildad del papa Benedicto XVI de dar un paso atrás va en el mismo sentido de valentía y humildad de aceptar el pontificado del papa Francisco, y su nuevo aliento.

-¿Qué es lo que más le ha impactado del papado de Francisco?

-Lo que más me ha impactado es que cambió completamente la percepción que había de la Iglesia. De una Iglesia casi sitiada, con mil problemas, una Iglesia que parecía un poco enferma, digamos, pasamos a una Iglesia que se abrió.

– La revitalizó…

– Eso es, y que se está mirando con gran confianza hacia el futuro de Dios. Me parece que es lo más bello que nos ha pasado.

-¿Qué significa que el Papa haya comenzado su primer periplo por Brasil?

– Esta es una coincidencia, porque ya estaba decidido que la Jornada Mundial de la Juventud se llevara a cabo en Brasil. Entonces, a cualquier Papa le correspondía estar allí.

– Coincide también que el papa Francisco haya hecho su opción por los pobres y que Brasil haya sido cuna de la Teología de la Liberación.

– Sobre la Teología de la Liberación, con mucho sentimiento, porque hubo mucho sufrimiento, las cosas se han aclarado. Todos estos años han servido, con mucho sentimiento, con mucho dolor, para aclarar las cosas. Es cierto que la Iglesia tiene una opción preferencial para con los pobres, es una elección que la Iglesia ha hecho a nivel universal. Pero también la Iglesia siempre ha aclarado que (la de los pobres) no es una opción excluyente ni exclusiva.

– Pero sí preferencial…

– Sí, preferencial; pero significa que la Iglesia es de todos, la Iglesia ofrece el Evangelio a todos con una atención especial a los pobres, porque ellos son los preferidos del Señor, a sabiendas de que el Evangelio solamente se puede recibir con una actitud de pobre.

– La sencillez que proclama Francisco…

– El papa Francisco va en esta línea. Esta atención que él ha manifestado desde los primeros momentos de su pontificado, pone en el centro de la Iglesia una opción fundamental que es para todos, pero con una atención especial a los pobres.

– Eso tiene una lectura en la feligresía latinocaribeña. ¿Qué lectura tendría en la feligresía africana?

– Hay diferencias. La Teología de la Liberación tuvo menos repercusiones en África que en América Latina.

– Y en Europa con los curas obreros…

– Sí, seguramente, pero en África no. Este (del papa Francisco por los pobres) es un buen anuncio para África, que se encuentra en conflictos en diversos países y por las desigualdades. Pienso que este hincapié que hace el Papa es importante también para África en todo el tema de la justicia social y la paz, que fueron tratados en los dos últimos sínodos sobre África realizados en el Vaticano.

– Es un tema humano, el de la pobreza, para la Iglesia. Pero también, para los marxistas, es un tema clasista…

– La Iglesia no puede asumir las categorías marxistas de lucha de clases. Uno de los puntos de los problemas que nacieron (con los proponentes de la Teología de la Liberación) fue utilizar la categoría marxista de lucha de clases para su doctrina. La Iglesia propone siempre, como primer paso, la conversión de los corazones y la educación de las personas para la solidaridad que permita superar no solo personal sino estructuralmente los problemas de la sociedad. Sobre la pobreza, la Iglesia tiene un patrimonio enorme que es su doctrina social.

– ¿Qué peso le da la Iglesia a la corrupción como base de estos problemas?

– El Papa ha llamado la atención sobre eso. Es un tema que toca a la Iglesia, porque sabe que la corrupción daña la fibra de la sociedad y acarrea muchas consecuencias como las mencionadas. Es importante que haya una lucha contra la corrupción; sobre todo, en la educación que es un ámbito fundamental de la Iglesia. La educación de las personas para la legalidad, la honestidad, la coherencia entre dicho y hecho, de manera tal que las personas sepan rechazar esas tentaciones, y sepan construir sociedades sanas, sociedades positivas.

– El papa Francisco ha estimulado las relaciones interreligiosas, al menos entre las monoteístas… ¿Y en cuanto a las mixturas de las creencias latinocaribeñas?

-Sobre el diálogo ecuménico entre cristianos y el diálogo interreligioso, el Papa se ha pronunciado en la huella de sus antecesores, por ejemplo Juan Pablo II con su encuentro en Asís. El papa Francisco está muy claro, tenemos que seguir adelante por ese camino.

-¿Y sobre la mixtura en las creencias latinocaribeñas?

– La Iglesia sigue el principio de San Pablo de tomar conocimiento de todo y escoger lo que es bueno y lo que es sano. Todo lo que es compatible con el Evangelio puede ser asumido.

– Venezuela tiene mucha tradición con los Tambores de San Juan, los Diablos Danzantes, patrimonio cultural…

– Esas son tradiciones buenas, que vale la pena mantener y reforzar, a través de las cuales, sobre todo, crecer en la fe.

– ¿Hay alguna señal de una visita del papa Francisco a Venezuela?

– No sabría decirle. No tenemos conocimiento de cuáles serán las intenciones del Papa en esto.

– El presidente Nicolás Maduro lo invitó, en ocasión de su visita al Vaticano…

– A mí no me resulta que lo haya invitado. ¿Le resulta a usted, que lo haya invitado?

– Le abrió la posibilidad de venir…

– Sí, pero una invitación formal, creo que no existe. El Presidente le habrá dicho algo, que las puertas de Venezuela están abiertas.

– En todo caso, no le dijo que estaban cerradas…

-(Risas) No, no, eso no. Ahora, que yo sepa, no hay una invitación formal para que el Papa venga a Venezuela.

– ¿En la jerarquía católica se considera que ese encuentro fue bueno?

– Sí, sí.

– ¿Ha generado consecuencias inmediatas?

– El juicio del encuentro del papa Francisco con el presidente Maduro es un juicio positivo en la línea del diálogo que la Iglesia promueve. Fue testimonio de diálogo. El Papa siempre está dispuesto a recibir a todos.

– Lo ha demostrado; con la presidenta argentina Cristina Kirchner se le atribuían conflictos de opiniones…

– El Papa la recibió y abrazó.

– Recibió al presidente Maduro, con quien también existe la pretensión de que hay diferencias…

– Ciertamente, el Papa está abierto a recibir y dialogar con todos. Me parece que este encuentro con el presidente Maduro ayudó a que haya un diálogo con la Iglesia, aquí en Venezuela.

– ¿De mejor calidad?

Por lo menos se ha abierto canales de contacto, y que se considere el diálogo como un método para la solución de los problemas.

– ¿Para comprender los problemas?

– Para comprender y solucionar los problemas de una manera pacífica, humana y cristiana.

– ¿Qué percepción tiene la Iglesia sobre los sufrimientos sociales por la crisis económica en varios países de Europa?

– La Iglesia lo asume como lo dice aquella frase del Concilio Vaticano II, del cual estamos celebrando cincuenta años: la Iglesia y los cristianos hacen suyos todos los dramas del mundo contemporáneo. La Iglesia ha hecho un llamado para que en la solución de la crisis que está sufriendo Europa se tome en consideración el sufrimiento humano.

– ¿Y qué pasa con el «capitalismo salvaje»? Lo criticó Juan Pablo II, igual que Benedicto XVI, y lo critica el papa Francisco. ¿Qué ocurre, que esa tendencia sigue predominando en Europa?

– Esto es preocupante. La Iglesia sigue pidiendo que se corrija eso, que sobre lo económico prive lo humano, la ética y la moral. Sobre las leyes de la economía priva la persona humana. De ahí nace este sentido de amor a los pobres, de solidaridad, de una economía verdaderamente humana que ayude a desarrollar a las personas y no a humillarlas o a dañar su dignidad. Este es un discurso fundamental para la Iglesia, y tenemos todas las encíclicas papales desde la Rerum Novarum (1891), de León XII, hasta la Caritas in Veritate (2009), de Benedicto XVI.

*El autor, Victor Manuel Grimaldi Céspedes, es Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Dominicana Ante la Santa Sede, Soberana Orden Militar de Malta y República Helénica de Grecia

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