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Margarita entrega casa en Las Salinas de Barahona y lleva cena a menores recluidos en Najayo

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Margarita Cedeño entrega las llaves de la casa a los esposos Feliz Ruiz.LASSALINAS, Barahona.-El 24 de diciembre es un día especial. Una fecha ideal para estar en casa y compartir en familia la víspera del nacimiento del niño Jesús. Sin embargo, para la doctora Margarita Cedeño de Fernández fue un martes de trabajo como muchos otros del año. Esa mañana entregó la casa reconstruida y amueblada a la familia Feliz Ruiz y llevó una cena navideña a los 180 jóvenes que se rehabilitan en el Centro de Adolescentes en Conflicto con la Ley (CAIPACIL)-Najayo.

La entrega de la vivienda es el cumplimiento de una promesa que hizo Cedeño de Fernández a una familia de 10 integrantes, cuatro de ellos son sordociegos, uno paralítico, y la madre también con problemas de visión, a quienes la vicepresidenta visitó el pasado mes de octubre. Todos ya están siendo evaluados por médicos en Santo Domingo y comenzarán en el mes de enero con diferentes procesos quirúrgicos para tratar de que recuperen la vista.

A través de la traductora Sonia Encarnación, la Vicepresidenta se comunicó con los sordociegos, quienes manifestaron su agradecimiento y felicidad por comenzar a vivir en una casa de cuatro habitaciones, sala-comedor, baño, cocina y con los artículos que necesitan. Margarita también llevó la cena de Navidad para que la compartieran en familia en su nuevo hogar.

Los esposos Rosa María Ruíz y Luis Alberto Feliz recibieron felices las llaves que de la vivienda que les permitirá dejar atrás una etapa marcada por el hacinamiento en que vivían junto a su familia. Ahora sus hijos Luis Antonio, de 23 años; María Alexandra, de 21; Luis Alejandro, de 18; María de los Ángeles, de 10; Lorenzo Justino Feliz, de 16; Luisa María Feliz, de 14; Juan Joel Pérez, de 16, y la pequeñita de dos años Maxi Dariela, tienen espacio suficiente para vivir cómodamente.

La visita a Najayo

Para Margarita Cedeño de Fernández resultó emocionante que los 180 jóvenes recluidos en el CAIPACIL-Najayo la recibieran con entusiasmo navideño, todos con sus gorros de Santa Claus, porque asegura que es precisamente lo que quiso llevar: un poco de la alegría para celebra el nacimiento del niño Jesús.

“Este es un espacio donde ustedes están transitoriamente habitando y tenemos que convertirlo en algo que se parezca más un hogar, que sea más cálido, que se sepa que hay seres humanos aquí habitando, y por supuesto que ustedes también entiendan que por aquí solo pueden pasar una vez, que los regeneramos, que no volvemos acá y que además ustedes se puedan convertir también en líderes de cambio y transformación para otros jóvenes en sus comunidades”, aseguró.

Cedeño de Fernández recordó a los internos que deben darle el mejor uso posible a los talleres que se imparten en el Centro de Capacitación y Producción Progresando con Solidaridad, inaugurado recientemente por la Vicepresidencia, para que aprendan algún oficio que les permita luego ganarse la vida, generar sus ingresos, para ayudarse ellos y a sus familias. “Aquí tenemos que venir a aprender, aquí tenemos que venir a regenerarnos, aquí tenemos que venir a perdonar, y tenemos que venir también a aprender a ganarnos la vida de una forma diferente, y aprender también a que podamos compartir en sociedad sin agredir a nadie, sin maltratar a nadie, y que podamos reencontrarnos, dar mucho amor, mucho perdón, mucha paz a todos los que nos rodean”.

La Vicepresidenta compartió con los jóvenes un almuerzo-cena navideña y dejó a cada uno cajas navideñas para que compartan con los familiares que los visitarían al día siguiente.

Además de su equipo de trabajo, Cedeño de Fernández estuvo acompañada por la directora del CAIPACIL-Najayo, Juliana Mariñez; la pastora Lucy Cosme, quien realizó una hermosa oración con los 180 internos, y el periodista Héctor Herrera Cabral.

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